viernes, 28 de abril de 2017

¿Beber engorda?

El consumo de alcohol, ocasional y por sí solo, no es el factor más importante para el aumento de peso, asegura la Dra. Verónica Ayala Zapata*, Médico Nutrióloga de la Clínica Los Ángeles con un posgrado en Obesidad y Nutrición.

Por supuesto que hay que tomar en cuenta que el alcohol sólo es recomendable si su consumo es moderado. El hecho de que algunos estudios demuestren que el alcohol no es el culpable del sobrepeso o de la obesidad, no quiere decir que comiences a beber si antes no lo hacías. El alcohol no es necesario para la salud; hay muchas formas de mantenerse saludable sin él, pero si eres de las que te gusta disfrutar de algún trago o de una copa de vino, puedes relajarte, solo recuerda que debes beber con moderación.

En este artículo, la Dra. Verónica Ayala nos ayuda a resolver algunas dudas sobre el consumo de bebidas relacionada con el aumento de peso, las calorías y qué sucede cuando se mezcla con bebidas azucaras, entre otras cosas.

El alcohol y las calorías

“En nuestro organismo, el alcohol interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, produciendo que en lugar de quemarlos los almacenemos; además vale aclarar que la energía que aporta un gramo de alcohol es de 7 kilocalorías, una cantidad importante ya que es mayor de las que aportan cada gramo de hidratos de carbono y proteínas (4 kilocalorías/g) y un poco menor que las que aportan las grasas (9 kilocalorías/g)”, explica la especialista.

Sin llegar a extremos, beber una copa no hará que engordemos de repente, pero sí el consumo de alcohol es abusivo o habitual estaremos dando energía extra al organismo y las grasas seguirán sin utilizarse, produciendo un aumento de peso.

“Es cierto que no todas las bebidas alcohólicas ofrecen la misma cantidad de kilocalorías por cada 100 ml, todo dependerá de su graduación alcohólica y si en su composición también se incluyen otros nutrientes (sobre todo, hidratos de carbono). Sin embargo, es importante hacer notar que las bebidas con mayor graduación alcohólica, por lo general, se consumen en cantidades menores y viceversa. Las bebidas con menor graduación alcohólica son las que se consumen en mayor cantidad, por ejemplo, es más factible que una persona pueda consumir 500 ml (2 vasos y medio) de cerveza y no así 500 ml de whisky”, explica Ayala.

El científico y periodista británico Tony Edwards, en su libro ‘The Good News About Booze’ (Premium Books), derriba las ideas preconcebidas sobre el alcohol y el aumento de peso.

“No hay evidencia científica que soporte la idea de que el alcohol engorda. Sé que es algo que resulta contrario a nuestra intuición, porque nos han dicho que el alcohol tiene un montón de calorías, pero es un hecho que no engorda”, asegura.

Y varios expertos aseguran que decir que el alcohol pueda ser la causa de la obesidad es dar una información demasiado escasa y poco realista.

“Coincido. No podemos atribuirle al consumo del alcohol la exclusividad en la patogenia del Sobrepeso o la Obesidad; ambas patologías tienen diversidad de factores asociados entre los que podemos señalar los malos hábitos de alimentación dietas altas en hidratos de carbono simples, exceso en el consumo de grasas saturadas, sedentarismo, alteraciones psico-sociales y alteraciones hormonales, entre las más comunes”, dice la experta

En un reciente artículo, Jane E. Brody, columnista de salud en el New York Times, abordaba el consumo moderado de alcohol como aliado de una dieta equilibrada.

Y un ejemplo que ellos es que en la actualidad se ha demostrado que la dieta mediterránea, muy popular en Europa y la que contempla el consumo moderado de alcohol (vino), puede traer beneficios a la salud siempre y cuando la bebida alcohólica sea consumida durante las comidas, en el contexto de una dieta equilibrada y alta en el consumo de frutas, verduras, carnes blancas, cereales integrales y grasas poliinsaturadas.

A continuación te brindamos una tabla con datos tomados de Mataix J. y cols. “Tablas de Composición de Alimentos Españoles” 3ª Ed., acerca de las kilocalorías aportadas (aproximadamente) por diferentes bebidas alcohólicas, en 100 ml:



BEBIDAS ALCOHÓLICAS Y GASEOSAS

La Dra Ayala asegura que si uno pretende perder peso, el consumo de bebidas alcohólicas combinadas con gaseosas, productos altos en hidratos de carbono simples, sodio y otros, debería reducirse a “cero”.

Es importante tomar en cuenta todos los otros elementos presentes en la preparación de una bebida alcohólica compuesta, por ejemplo, para la preparación de un vaso de fernet se emplean la bebida alcohólica en si (fernet) y gaseosa de cola (con alto contenido de azúcares simples y sodio); esta combinación puede incrementar de manera significativa el total de kilocalorías en dicha bebida

“Es conveniente aclarar que el sustituir la gaseosa común por gaseosa light o zero, si bien es cierto disminuye considerablemente la ingesta de hidratos de carbono simples, todavía aporta altas cantidades de sodio, elemento que debe estar reducido en un plan de pérdida de peso”, explica.

Se debe tomar en cuenta también que la mayor parte de la composición de una bebida alcohólica está formada por etanol y básicamente es libre de nutrientes, una pequeña fracción puede llegar a contener azúcares simples provenientes de los alimentos básicos que fueron utilizados en su creación, lo cual no le añade ningún valor nutricional a la bebida.

Algunas bebidas de hecho son recomendadas dentro de un plan nutricional saludable, por ejemplo el consumo moderado de vino, aseguran los expertos, que es bueno para la salud y no tiene ningún riesgo para el organismo siempre y cuando se goce de buena salud y se lo haga de manera moderada.

Un estudio reciente del instituto de investigación del Hospital Infantil del oriente de Ontario, Canadá publicado en la revista Current Obesity Reports, concluye que un trago diario en mujeres y dos en hombres no aumentaría el riesgo de obesidad. /

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