martes, 30 de abril de 2013

Comer mientras mira la televisión engorda más

Una película, un partido de fútbol o durante la cena familiar, son muchas las situaciones en las que está sentado frente al televisor mientras disfruta de alimentos; sin embargo, es un hábito del que hay que tener cuidado porque podría ser una causa del sobrepeso. El investigador Eric Robinson, de la Universidad de Liverpool en Inglaterra, analizó 24 estudios realizados entre 1997 y 2011 acerca de la relación entre la atención, la memoria y la conciencia en el acto de comer. Su conclusión fue que estar distraídos mientras se come puede engordar hasta un 35% más, ya sea viendo televisión o leyendo un libro. Al parecer, si no presta atención a lo que está comiendo, se pierde la conciencia de la cantidad ingerida, lo que lleva a comer más en el momento y en el siguiente plato. En un almuerzo o cena durante la cual se mira la televisión, se consume un 10% más de alimentos que lo normal, y en la siguiente comida un 25%. /

sábado, 27 de abril de 2013

¿Cómo calcular mi peso?

Para bajar de peso no solo por estética sino por salud, lo primero es saber cuánto estoy pesando y si me encuentro en el rango adecuado para mi sexo, edad y talla. Tu peso real es cuando te pesas por la mañana en ayunas y después de haber ingresado al baño y hecho ambas necesidades fisiológicas. No sirve el peso en otras horas del día porque siempre habrá una diferencia mayor de 3 a 5 kg. Y esto sin contar la ropa y los calzados. La ropa y los calzados pesan entre 1 y 2kg. Existe la tendencia a retener líquidos por las tardes y noches, mucho más si no se ingiere agua diariamente (2 litros mínimamente), si comemos muy salado, o si nos encontramos con cambios hormonales como en el caso de algunas mujeres antes del período menstrual. Debemos pesarnos en ayunas porque los alimentos y líquidos también pesan. Todo esto suma entre 3 y 5 kg de diferencia fuera de la ropa. Existen personas que conociendo esta información te pesan por la noche y te venden un producto o servicio, que dicen que en una semana bajaras entre 3 a 5 kg y el siguiente pesaje lo realizan por la mañana haciéndote creer que mágicamente su producto o servicio hizo el milagro. Es más, ahora sí te piden que te quites el exceso de ropa y los calzados. El peso correcto para una mujer adulta se calcula de la siguiente manera: 22 x peso en kg/IMC con un margen de +/- 5% El IMC (Índice de Masa Corporal) se calcula: peso/talla en metros al cuadrado Por ejemplo si pesas 62 Kg, y mides 1,60 m. Tu IMC es 62/1602= 24,2 El peso ideal es; 22x62/24,2=56,4kg habría un sobrepeso de 6kg aproximadamente. En el caso de los hombres adultos la formula es: 27x peso en kg/IMC +/- 5% Para empezar cualquier plan de disminución de peso, es necesario saber donde me encuentro y adonde quiero llegar, no pongas cifras muy grandes, empieza con metas reales y cercanas para evitar la frustración, por ejemplo si el médico te indica que debes bajar 10 kg, en 2 meses, divide esta meta en semanas 1,5kg por semana, la cifra es más alentadora y con un buen plan alimenticio, ejercicio adecuado, métodos y tecnología en manos adecuadas es factible. No es necesario tener problemas de peso, para saber cuánto debes pesar idealmente, si tienes una balanza en casa, solo súbete a ella en ayunas, después de haber ingresado al baño, sin calzados y ropa ligera. Si deseas comprobar que lo señalado anteriormente es correcto súbete nuevamente por la noche y verás la diferencia.

¿Parches adelgazantes?

Escuchaste hablar de los parches para adelgazar. Si es así, esta nota le interesará, continúe leyendo y conocerá el "secreto" de este método, que ayuda a perder peso. 

¿Qué es? Hoy por hoy existe una serie de productos en el mercado que prometen adelgazar, uno de ellos son los famosos parches. Por ejemplo, la empresa Lain ofrece su producto spectropach para bajar de peso. Pero, ¿realmente funciona? La respuesta la dan la empresa y el endocrinólogo Douglas Villarroel.

¿Funciona solo? La respuesta es no, no funciona solo, porque es un complemento al tratamiento para adelgazar. Tanto LAIN como el galeno aseguraron que no existe un producto milagroso que adelgace de forma inmediata. "Si no existe un tratamiento del orden alimenticio de la persona, que ayude a bajar de peso al gordito o gordita física y mentalmente, el uso de cualquier producto es en vano", apuntó Douglas.

¿Qué hace el spectropach? Disminuye la ansiedad y el apetito de la persona, esto por su acción estimulante del metabolismo a fin de aumentar el gasto energético y estimular la eliminación de líquidos y residuos metabólicos tanto a través de la sudoración y la orina. Además, por su contenido en yodo estimula la tiroides, regularizando la hormona tiroidea.

Aplicable para... Personas a partir de los 14 años de edad, dado que se trata de un producto natural y aunque no tiene efectos colaterales o secundarios, no está recomendado para mujeres embarazadas o que estén en etapa de lactancia.

¿Funciona con enchufe?  La respuesta es no. "Funciona de forma natural en nuestro organismo, acompañando el metabolismo de la alimentación balanceada que debemos tener", indicaron en LAIN.

¿Cuánto dura? El spectropach se debe cambiar cada 48 horas y para que haga un buen efecto en su cuerpo se debe usar entre 2 a 9 meses de forma ininterrumpida. Además, hay que aclarar que no produce ningún tipo de alergia. 

lunes, 22 de abril de 2013

Aparece un nuevo trastorno alimenticio: la drunkorexia

La tendencia a dejar de comer durante horas para compensar las calorías ingeridas con las bebidas alcohólicas se está extendiendo sobre todo entre las chicas jóvenes, que son las que primero se preocupan por adelgazar. Este comportamiento insano podría incluirse dentro del grupo de los trastornos de la conducta alimentaria. La drunkorexia (del término inglés drunk –estar bebido– y por el sufijo orexia –apetito–) surge porque los jóvenes de hoy, dadas las calorías que tiene el alcohol, deciden que entre comer o beber, prefieren la segunda opción. Si tenemos en cuenta que una lata de cerveza supone 110 calorías, un vaso de vino unas 80 calorías y un combinado supera las 200 calorías, muchos adolescentes a dieta escogen estas bebidas frente al plato de garbanzos. El asunto es doblemente preocupante en las mujeres ya que el hígado femenino sufre más por el alcohol, aunque ingiera menos cantidad y durante un tiempo más corto que el hombre. Bebiendo la misma cantidad que un varón, la sangre de una mujer absorbe entre un 30 y un 50% más. El corazón es también más vulnerable y con un 60% menos de alcohol puede sufrir la misma cardiopatía. “Es fundamental alertar y dar a conocer este trastorno de la conducta alimentaria a la población ya que es una enfermedad poco conocida, que se padece en silencio y es difícil de identificar por el entorno. Como la anorexia, bulimia o vigorexia (suele estar ligada a personas que la han padecido) es peligrosa a nivel nutricional, funcional y cognitivo, provocando situaciones de desnutrición severa y un incremento del daño hepático”, cuenta el doctor Adelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad. “Es importante que desde las edades más tempranas de la adolescencia, los padres tengan una buena comunicación con sus hijos en general, pero sobre todo alertar y hablar sobre los efectos y el peligro del consumo de alcohol (ya que actualmente cada vez se inicia antes). En casos en los que los padres observen conductas poco frecuentes y raras en sus hijos deberán intervenir un psicólogo —para tratar la adicción, los problemas asociados y la pauta errónea adquirida—, un nutricionista para restaurar el equilibrio nutricional perdido y un médico de cabecera”, añade este especialista. Bajo sospecha Los signos que dan a entender que una persona puede estar cayendo en la drunkorexia son: 1. Muestra un carácter agresivo y poco afable con la familia y el entorno cercano. 2. No realiza las comidas en familia. 3. Se observa una bajada de peso importante en poco tiempo y muestra signos de obsesión con el peso. 4. Presenta deterioro físico, tiene la cara hinchada o piel alterada. 5. Necesita el consumo de alcohol para relajarse o divertirse. (Teresa de la Cierva). Los zapatos que calzamos revelan cómo somos Según un estudio de la Universidad de Kansas, quienes usan zapatos de bota alta tienden a ser menos amables, más antipáticos e inclinados a evadir relaciones íntimas. Los zapatos más coloridos revelan serenidad. Las mujeres suelen llevar los zapatos más incómodos. Las personas concienzudas y serias llevan zapatos que, sin ser nuevos, están siempre limpios. Los zapatos más prácticos y funcionales son usados por personas simpáticas.

Adelgazar: otros beneficios

La mayoría de las personas saben, los médicos y campañas de salud pública lo reiteran continuamente, que reducir el exceso del peso corporal ayuda a prevenir, desde las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, hasta la diabetes, los trastornos digestivos, la fatiga y los problemas músculo-esqueléticos derivados de la sobrecarga de las articulaciones. Sin embargo, existen otras razones, mucho menos conocidas pero igual de poderosas que las anteriores, para desprendernos de los kilos de más que se acumulan en nuestro cuerpo; los parásitos, mejora la memoria, vuelve el deseo sexual y en las mujeres con menopausia previene el cáncer mamario. Eso sí, siguiendo un programa de alimentación y ejercicios, supervisado por un profesional de la medicina o de la nutrición. Obesos. El Instituto Francés de la Salud y la Investigación Médica (INSERM) ha aportado una razón muy estimulante para librarse del exceso de peso: la gordura puede ser una gran enemiga de la actividad amorosa. Los expertos galos evaluaron mediante un cuestionario sobre características físicas, hábitos y vida sexual, a 10.170 personas de entre 18 y 69 años de edad. En el caso de los participantes obesos (con un IMC superior a 30), las mujeres tenían menos encuentros sexuales y consideraban el sexo como algo menos importante, mientras que los varones tenían más posibilidades de desarrollar una disfunción eréctil. Menopausia. Los científicos comprobaron que apenas bajando el 5 por ciento del peso inicial, especialmente mediante la disminución de las calorías y la práctica de ejercicio, reduce significativamente en las mujeres posmenopáusicas los niveles sanguíneos de algunos estrógenos y de la testosterona, hormonas sexuales, cuyo exceso se asocia al cáncer mamario, según la doctora Anne McTiernan, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson (Seattle, EEUU). Parásitos. Como dato curioso, científicos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) han descubierto que, aunque puede parecer nociva, la pérdida de peso que ocurre durante una infección intestinal ocasionada por un gusano, en realidad es beneficiosa en la lucha del organismo contra dicho parásito. Recomendaciones. Para la médica Diana Natusch, bajar de peso con una dieta saludable es lo más aconsejable, porque el paciente no siente hambre. "Muchos recurren a esas dietas mágicas de bajar hasta 20 kilos por mes cuando lo ideal es bajar de a poco pero seguro. El organismo no puede cambiar de la noche a la mañana. Salvo personas que ya tengan algún órgano dañado para iniciar una dieta estricta se someterán a tratamientos rigurosos", apuntó la médica. A su vez, la nutricionista Sara Vaca, explicó que cada persona debe recibir una dieta única, según el tamaño, peso y males que pueda tener. "Por eso es importante que primero se hagan un análisis de sangre completo para que su médico de cabecera les indique qué pasos seguir. Por ejemplo, una persona mal del hígado no puede consumir lácteos, debe suprimirlos. Varones obesos pueden mejorar su sexualidad Asimismo, una pérdida modesta de peso basada en una dieta baja en calorías y en grasas y con una calidad nutricional elevada, puede mejorar la salud sexual de los hombres obesos que tienen diabetes tipo 2, según un estudio de la Universidad de Adelaida (Australia). A los varones obesos también les conviene bajar de peso porque mejoran sus espermatozoides y así pueden tener una actividad sexual reproductiva de forma natural. Hacer ejercicios debe ser otro hábito permanente. Una vez la nutricionista indique cuándo realizar actividades físicas comenzar con caminatas cortas de entre 15 a 20 minutos y luego hacer 'bici' es un ejercicio completo", apuntó la médica Diana Natush.

viernes, 19 de abril de 2013

TEJIDO GRASO

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de tejido graso que puede ser perjudicial para la salud. Para identificar ambas condiciones se utiliza el índice de masa corporal (IMC), que es un indicador simple de relación entre el peso y la talla. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud un IMC en adultos igual o superior a 25 determina sobrepeso, y uno igual o superior a 30 determina obesidad. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). TIPOS DE ADICCIÓN Los desórdenes adictivos relacionados a la comida se agrupan en tres tipos básicos. En todas estas variantes se presentan los componentes típicos de las adicciones, pero cada variante toma una forma especial. La anorexia nerviosa es un desorden donde la obsesión por la abstinencia alimenticia es el síntoma principal. El anoréxico participa compulsivamente en regímenes dietéticos severos y autoimpuestos con el fin de "bajar de peso", aunque muchas veces están muy por debajo del peso ideal debido a la propia patología. La percepción de la autoimagen está distorsionada y es común el uso inapropiado de laxantes y diuréticos. La muerte puede sobrevenir por desnutrición y desequilibrio electrolítico. La bulimia es un desorden donde ocurren ciclos alternos de comer compulsivamente y de "purga" donde se inducen vómitos o se establecen regímenes severos de dietas, ejercicios o laxantes para inducir la pérdida de peso luego de la compulsión. El comedor compulsivo sufre de ciclos alternantes de compulsión por comer y síntomas depresivos acompañados de vergüenza, culpabilidad y remordimiento y utiliza la comida para lidiar con sus sentimientos. La obesidad y todos los problemas relativos al sobrepeso son consecuencias de este desorden. ¿Soy un adicto? Se necesita responder unas pocas preguntas para determinar la adicción: • ¿Come cuando no tiene hambre o cuando se siente triste o deprimido? • ¿Come en secreto o come de manera diferente cuando está solo que cuando está en frente de otros? • ¿Consume cantidades inusuales de comida y luego se purga con vómito o laxantes para deshacerse del exceso? - ¿Hay alimentos que son dañinos para Ud., pero los come de todas formas? • ¿Se siente culpable luego de haber comido? • ¿Se siente inconforme con su peso pero sigue comiendo sin hacer ejercicio o un cambio en su dieta? Si respondió afirmativamente a cualquiera de estas preguntas es muy probable que sea adicto a la comida. Incluimos un link más completo para que pueda autodiagnosticarse con más precisión: http://www.adicciones.org/diagnostico/formularios/dx-comida.html “Me cansé de cansarme” Juan Eduardo Araos* “Eran dos pinches cuadras. De la avenida Arce hasta la plaza Avaroa. Sí, es subida, pero nunca tanto; sin embargo, para mí era como subir el Everest. Llegaba a la 6 de Agosto y las piernas me dolían y el sudor se apoderaba de mi frente. Ni qué decir de la tos que no me dejaba en paz. Si hasta parecía que iba a morir ahí mismo. Debe haber sido bastante patético ver a alguien de 145 kilos subir una calle y media, abrigado con una bufanda, una chamarra y resoplando con cada paso. Pues bien, así era yo. Y pese a la situación, cuando llegaba la noche no dudaba en ir a comer un chicharrón doble en el puestito de doña Pacesa, en Villa Fátima, y luego, para evitar que el hambre me pillara en pleno trabajo nocturno en el periódico, no estaba demás comerme un combo de pollos en el restaurante cercano. Cuatro presas, con papa y postre. Mayonesa y harta llajua. Ah, claro, Coca Cola Zero, para evitar el peso. Era abril de 2006 y vivía viendo mis fotos de judoka competidor. Ahí estaba yo ganando campeonatos, con 78 kilos en el cuerpo, trotando de subidita, en el gimnasio, en el dojo. Hace apenas cinco años, hace apenas 67 kilos. Y entonces me cansé. No fue tanto por un asunto de autoestima, creo que con ese peso y con el que tengo ahora, siempre me sentí atractivo y simpático y con lo “mío”. Todo es cosa de actitud, me decía y me digo actualmente. Claro, en ese entonces me molestaba si alguien me decía “gordo”, pero si la actitud no era suficiente, ahí estaba mi corpulencia para imponerme. Lo que en realidad me hizo tomar la decisión de bajar peso era que me cansé del peso, me cansé de no tener dinamismo, me cansé de andar enfermo, me cansé de cansarme. Me cansé de la comida excesiva (podía acabar con cuatro sándwiches de carne en sólo cinco minutos), y de comer con o sin hambre. En mi caso creo que no era un asunto de comer por depresión, porque realmente siempre comía, todo el rato, ése era el problema. Me cansé de que los trufis no me quisieran llevar y de que en más de una vez al levantarme en algún restaurante la silla se me acoplase al cuerpo debido a que mi cintura se pilló en los respaldos de los brazos. Ni qué decir de las sillas que amenazaban con ceder bajo mi peso. Me cansé también de no poder correr, de no poder caminar rápido, de dormir mal y de roncar hasta que me escuchara el vecino de la esquina. Me cansé de ir a las tiendas y ver pantalones de todas las tallas, camisas de todas las marcas, chamarras de todos los colores. Y que nada, absolutamente nada, me entrara. Me cansé también de no poder respirar bien y de estar quedando mudo debido a una infección en la garganta que se empeoraba con mi sobrepeso. Y bueno, no puedo dejar de mencionar otra de las motivaciones. Y es que asumí la decisión porque no quería ser una carga ni depender de nadie. Y sabía que con 145 kilos en cualquier momento podría ser ése mi futuro. Tampoco era justo para mi pareja tener que bancarse la obligación de cuidar a un obeso, peor aún postrado en cama. Y así, con mis 145 kilos de humanidad, llegué a la consulta del doctor Jorge Saldaña, aquí en La Paz. El médico desestimó atenderme ni bien me vio. “Y es que está muy gordo, debe operarse” fue lo que me dijo. Y yo insistí, una y otra vez, que podía reducir. Al final se animó a darme un tratamiento. Era fines de abril. Las dos primeras semanas bajé como seis kilos, al primer mes, 10 kilos. Recuerdo que pesaba 122 kilos en junio, y la dieta la había comenzado a fines de abril. La cumplí a raja tabla. Nada de carbohidratos, mucha carne (en todas sus formas, incluso fritas). Horarios estrictos de comida. Cuando la balanza llegó a 100, el doctor me autorizó a volver al judo (soy cinturón negro). Me metí de pleno a entrenar, luego de dos meses también comencé a entrenar brazilian jiu jitsu. Ocho meses después me subí a un ring para participar en un evento de artes marciales mixtas. Pesaba 85 kilos con 500 gramos. Había pasado un año desde que había comenzado la dieta. Mi carrera deportiva volvió a repuntar, conseguí varios campeonatos nacionales de judo, formé parte de la selección boliviana de judo para los bolivarianos del 2009, participé con éxito en otros dos eventos de artes marciales mixtas, pero ya no en ring, sino en octágono. Ya han pasado casi siete años desde que me animé a hacer la dieta. He ganado algo de peso, estoy en 98, 100 kilos, quizás 102 en ocasiones, pero creo que es lógico. Ya no entreno cuatro horas diarias, apenas puedo dedicar una hora al gimnasio en las mañanas y trotar, día por medio 45 minutos. Los sábados intento ir al dojo de judo o al gimnasio de la academia de brazilian jiu jitsu a moverme un poco. Y también, no se puede pasar por alto que tengo siete años más. ¿La dieta? Ya no la hago, aunque trato de cuidarme. Evito comer grandes cantidades de carbohidratos y azúcar. En todo lo demás no hay restricciones. Mi problema es que como he jugado tanto con mi peso (en ocasiones competía en una categoría y a la semana siguiente debía bajar siete kilos o aumentar ocho) subo y bajo con mucha facilidad. Por eso es que me mido en las comidas y no como todo lo que quisiera o pudiera. Por eso también que siempre ando intentando cuidar mi peso. De ahí a que puedo decir, sí, lo reconozco, que tengo pánico en recuperar peso, y que por eso me obsesioné un poco todo esto. Quizás sea el precio que hay que pagar luego de haber pesado 145 kilos.” * Juan Eduardo Araos Chaparro es periodista, docente universitario, judoka, practicante de brazilian jiu jitsu y ex peleador de MMA.

Comida, una adicción que puede matar

POCO CONOCIDA | NO MUCHOS SABEN QUE LA COMIDA TAMBIÉN ES CONSIDERADA UNA DROGA CUANDO SE ABUSA DE ELLA. SUS EFECTOS PUEDEN SER FATALES. Anorexia y bulimia, las dos manifestaciones patológicas más frecuentes unidas a la ingesta de alimentos. En una, el paciente se ve y se siente pasado de peso aunque no lo esté, en la otra, el que come se autoinduce el vómito para no ganar peso. Sin embargo hay otro tipo de problema no tan conocido, pero igual de complejo. La adicción a la comida es un término contemporáneo usado para describir un trastorno patológico; el deseo compulsivo y excesivo por el consumo de comida. Esta condición no solo se manifiesta por el consumo anormal de comida, sino por el consumo y deseo de alimentos que son, por sí mismos, dañinos para el individuo. Aunque la sociedad y los médicos han comprendido eficientemente como adicciones al alcoholismo y al abuso de drogas, solo en años recientes hay igual aceptación al hecho de que las personas puedan ser adictas a la comida de la misma manera. La obesidad se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial, su prevalencia continua en rápido incremento en la mayoría de los países, lo que no excluye a Bolivia. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de una de cada diez personas en el mundo sufre sobrepeso y, de ellas, 200 millones de hombres y 300 millones de mujeres son obesos. A corto plazo, la obesidad puede afectar a casi todos los órganos causando alteraciones serias que incluyen hipertensión, resistencia a la insulina, hígado graso, complicaciones pulmonares y psicológicas. “Según investigaciones, el 59% de los hombres y el 48% de la mujeres del mundo tienen sobrepeso u obesidad, por no proporcionar a su organismo los nutrientes esenciales y fluidos en el momento más crítico del día. En Bolivia la obesidad alcanza al 40% de la población”, asegura el doctor Felipe Melgar Cuéllar, que conforma el Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife con sede en Estados Unidos. ¿CÓMO EMPIEZA ESTA ADICCIÓN? De acuerdo a lo que explican varios analistas, la adicción a la comida está generalmente ligada a problemas emocionales, donde quien consume se siente de alguna manera, y por un corto tiempo, consolado por los alimentos. El pensar en la comida como un consuelo empieza prácticamente desde que nacemos. El bebé tiene hambre, la madre lo acuna y le da de comer, proporcionándole el mayor bienestar. A medida que pasa el tiempo, el bebé convertido en niño, debe aprender que la alimentación saludable es parte imprescindible de su crecimiento, pero no un premio. Los padres deben enseñarle al niño hábitos saludables de alimentación como comer despacio, masticar bien los alimentos, escoger aquellos que aporten energía y vitaminas, y no sólo grasas, etc., además de animarlo a hacer alguna actividad física. El 33% de los hijos de padres con sobrepeso tendrá sobrepeso, según la Organización Mundial de la Salud. La mala alimentación y la progresión del sobrepeso en un infante están consideradas como una forma de maltrato infantil. Es obligación de los padres hacer lo posible por criar hijos con hábitos sanos, a riesgo de que al no hacerlo, estén condenando a sus hijos a una vida adulta llena de problemas físicos y emocionales. Al ser una de las principales causas de mortalidad en el mundo, la quinta de acuerdo a la OMS, el incremento de esta patología a nivel mundial, sus consecuencias y el costo que demanda la atención de sus complicaciones es una carga muy grande para los servicios de salud de todos los países y sobre todo una amenaza para calidad de vida de la población. COMIDA Y EMOCIONES Una persona es adicta a la comida cuando esta ocupa una parte importante de su tiempo, ya sea porque come o porque piensa mucho en la comida y sus emociones están relacionadas a la cantidad de comida o a su manera de comer. La raíz del problema no está en lo que se come o en la cantidad de comida, sino en la razón por la que se come. Entre las principales causas de la adicción a la comida encontramos poca tolerancia a la frustración, pocas habilidades para resolver problemas; un mal manejo emocional, impulsividad e insatisfacción. La mayor parte de la gente que tiene un problema de adicción a la comida, no lo supera porque se enfoca en lo que come y en lo que debe de comer, pero no en la causa real. Para superar la adicción a la comida, el paciente debe enfocarse en las causas y sus soluciones, no sólo en lo que come. Es importante tomar en cuenta que hay ciertos alimentos, que por sí mismos, crean adicción y que un hábito muy arraigado, requiere de tiempo y esfuerzo para cambiarlo. Pero con frecuencia, dentro del deseo de tener una vida más fácil y cómoda, generalmente quien sufre el desorden no está dispuesto a hacer el esfuerzo y aguantar las molestias que un cambio en sus costumbres alimenticias implica, a pesar de ver y sentir cómo su calidad de vida se va deteriorando. LA RECUPERACIÓN La adicción a la comida es una condición seria con muchos efectos adversos para la salud. El primer paso para la recuperación es la concientización y aceptación del problema. La dependencia fisiológica y psicológica de los alimentos puede ser superada cuando el individuo reconoce que no tiene el poder para combatirlas por sí mismo y busca ayuda especializada. Médicamente, los individuos deben identificar cuales alimentos —los alimentos detonadores— provocan los síntomas y deseos. No hay manera fácil de combatir la adicción a la comida; se necesita de una disciplina intensa para modificar los patrones alimenticios y el estilo de vida, por lo que es necesario un programa de ejercicios manejable, que debe ser adoptado junto a cambios en la dieta que puedan ser mantenidos. Querer cambiar de un día para otro para perder peso de manera rápida, rara vez tiene éxito a largo plazo. Es importante notar que no sólo las personas con sobrepeso pueden ser adictas a la comida. Los adictos a la comida provienen por igual de todas las edades, razas y géneros. Pueden tener sobrepeso, bajo peso y algunos un peso normal, pero todos tienen en común la obsesión con la comida.

Lo que debes saber del Gluten - Free

Seguidores. ¿Quiénes deberían seguir una dieta libre de gluten? “Quizá todos si eso significa cambiar los alimentos altamente procesados por alimentos frescos e ingredientes saludables y naturales. La razón por la que muchas personas encuentran que su salud mejora drásticamente cuando evitan el trigo durante dos semanas es simple: ellos están, ipso facto, evitando alimentos basura altamente procesados, y lo más probable es que pierdan kilos en el proceso”, explica la autora del libro de cocina y experta en gluten-free, Jacqueline Mallorca, celiaca y creadora de cocina libre de gluten. Alimentación. “El gluten está solo en el trigo, la cebada y el centeno. El resto de los alimentos, verduras, vegetales, nueces, aceites vegetales, lentejas, arroz, porotos, papas, productos lácteos, huevos, pescado, pollo, carne, vino e incluso el chocolate, son naturalmente libres de gluten”, dice. Una dieta balanceada. Piensa en la dieta gluten-free como un versión modificada de la dieta Mediterránea; la principal diferencia son los panes, la pasta y las tortas y galletas, que no se permiten en la dieta gluten free (o son realizadas con harinas alternativas). Granos saludables. Añade granos saludables como arroz salvaje, quínoa, amaranto, maíz… para recibir el suficiente hierro, vitamina B y fibra. Arrivederci pasta. Quizá el paso más difícil en una dieta libre de gluten es decirle adiós al pan como lo conoces, junto a la pizza, las pastas, los muffins, bagels, croissants… y cualquier otra versión de “masitas”. Sin embargo, existen panes alternativos, libres de gluten, y cada vez hay más productos “gluten free”. Adiós cerveza. Puedes tomar vino, pero olvídate de tomar cerveza, pues está hecha de malta de cebada, por lo que debes eliminarla de la dieta. QUICKIE Un estudio de la Universidad de Harvard aconseja comer más pescado (salmón, atún, trucha): personas mayores con niveles altos de ácido graso omega-3 viven 2.2 años más. El consumo de pescado también reduce las probabilidades de enfermedad cardiaca, en 35%, reduce la inflamación, disminuye los niveles de depresión y protege contra la enfermedad de Alzheimer y la demencia.

Gluten Free ¿moda o necesidad?

Hace diez años nadie sabía lo que la palabra gluten significaba… hoy el “gluten” es un término de moda y las páginas web de “glutenianas” brotan con los minutos. Y es que desterrar el gluten de la dieta es una tendencia que hace furor entre “celebrities” como Gwyneth Paltrow, Rachel Weisz, Jessica Alba, Victoria Beckham y Miranda Kerr... Todas ellas y un ejército creciente de mujeres siguen dietas libres de gluten, aunque no sean celíacas, asegurando que incrementa la energía, reduce la hinchazón y retención de líquidos, lleva a la pérdida de peso y simplemente, aumenta el bienestar. ¿Qué es exactamente? El gluten es un complejo de proteínas presente en el trigo, la cebada y el centeno y está en todo lado, incluyendo nuestros alimentos favoritos; hace que la masa de la pizza sea suave y deliciosa, le da esa textura airosa al pan y a las masitas adictivas y es usada para espesar sopas y salsas. La pregunta es, ¿por qué eliminarla? Un estilo de vida gluten-free tiene sus bases científicas y es la cura a un problema de salud real: la celiaquía, un desorden digestivo crónico en la que “el cuerpo reacciona al gluten como si fuese un invasor maligno, despertando una respuesta inmune”, explica Alessio Fasano, M.D., director médico de la University of Maryland, en el centro de Investigación Celiaca. Esta reacción inmune termina dañando el intestino chico, causando no solo molestias digestivas, migrañas, distensión abdominal, cansancio y deficiencias nutricionales, pero si no es tratada a tiempo, puede llevar a cánceres intestinales al igual que complicaciones de salud, como la infertilidad y la osteoporosis. Los síntomas de la celiaquía varían mucho entre una persona y otra y, a menudo, son atribuidos a otros problemas de salud. Los expertos creían que la celiaquía era un desorden raro, que afectaba a una de cada 10,000 personas. Pero un estudio del Archives of Internal Medicine sugiere que la enfermedad celiaca es más común de lo que se sospechaba. Ningún médico dudaría hoy en prescribir una dieta libre de gluten a una persona con celiaquía diagnosticada. Asimismo, hay personas con “sensibilidad al gluten”, es decir, que tienen síntomas de celiaquía (como calambres estomacales, diarrea e hinchazón) pero cuando se hacen pruebas médicas, éstas salen negativas y no tienen daño en el intestino (lo que sí sucede con los celiacos). El problema es que no existe un test para esta “sensibilidad al gluten”. Si crees que el gluten está detrás de tus molestias estomacales, acude a tu médico y antes de ponerte a dieta, descarta o confirma la enfermedad celíaca mediante pruebas específicas. ¿Necesidad o decisión? Tanto rechazo al gluten ha llevado a un estudio de la Clínica Mayo, para saber si las dietas que carecen de gluten son más una tendencia social que un tratamiento. La respuesta es sí, la tendencia es real. Los datos del estudio lo afirman claramente: aproximadamente 1,8 millones de norteamericanos padecen celiaquía, pero 1,4 millones de ellos no lo saben. Junto a este dato, 1,6 millones de personas siguen dietas exentas de gluten, aunque no han sido diagnosticadas como celíacas. “Dicho de otro modo: la gran mayoría de las personas que siguen dietas sin gluten no necesitarían hacerlo y muchas de las que no siguen ese régimen no saben que padecen celiaquía y no evitan el gluten en su alimentación, lo que puede traer serias consecuencias para su salud”, explica el profesor Alberto Rubio-Tapia, de la División de Gastroenterología y Hepatología de la Clínica Mayo en Rochester (EE.UU.), coautor del estudio. Y es que una celiaquía que no genera síntomas obvios (lo que es muy frecuente) y no se diagnostica ni se trata con una dieta, puede tener serias consecuencias en la salud: aumenta el riesgo a trastornos autoinmunes, osteoporosis, cáncer, anemia, hipoglucemia, infertilidad, abortos… Una tendencia “healthy” Con el incremento en el diagnóstico de celiacos o de personas sensibles al gluten, el término “gluten free” se convirtió en “trending topic”. Y hoy muchas personas evitan el gluten como una cura para otras condiciones, incluyendo migrañas, fibromialgia y síndrome de fatiga crónica; otras mujeres lo hacen para sentirse livianas, evitar la retención de líquidos o para mejorar la salud de la piel. Asimismo, existe la idea que una vida “gluten-free” lleva a la pérdida de peso. La pregunta es: ¿tienen fundamento estas alegaciones? Expertos afirman que no hay nada mágico en una dieta gluten-free que te ayudará a perder peso. Sin embargo, lo que sí funciona es que, al evitar alimentos con gluten, se limita la lista de alimentos “permitidos” (excluyendo panes y todo tipo de masitas). “Con menos opciones, no comes de más”, explica Shelley Case, autora de Gluten-Free Diet: A Comprehensive Resource Guide. Por otro lado, se ha extendido la idea de que el gluten es nociva para la salud general y que las dietas libres de gluten son más sanas. Pero no hay evidencias de que una dieta libre de gluten ayude a la población general. No es que sea necesariamente peligroso seguirla, de hecho, muchas personas acaban consumiendo más frutas y verduras y menos comida basura cuando la siguen, lo cual se refleja en una mejor alimentación y salud y un estilo de vida más saludable. ¿Para ti? ¿Me conviene seguir una alimentación libre de gluten? Si eres celiaco o sensible al gluten, la respuesta es un rotundo sí. Pero si solo quieres darle un giro a tu dieta y mejorar tu alimentación, debes considerar varias cosas. Primero, para llevar un estilo de vida “gluten free” y saludable, debes comprometerte con una alimentación sana, natural y balanceada (lo que es bueno para todos). Sin embargo, renunciar al gluten no es fácil, y si no lo consultas con tu médico, puedes terminar con deficiencias nutricionales. Aquí entra un plan alimenticio bien diseñado por un experto, lo que puede explicar por qué muchas personas se sienten bien cuando llevan un estilo de vida libre de gluten: están comiendo alimentos reales y naturales, no procesados. “Si comes frutas, vegetales, proteína magra, lácteos, nueces y granos libres de gluten (como amaranto y quínoa), estás alimentándote de manera muy saludable”, dice Marlisa Brown, autora de Gluten-Free, Hassle Free.

jueves, 18 de abril de 2013

Un tenedor vibrador para combatir la obesidad hace su debut

Un tenedor electrónico que vibra al comer demasiado rápido salió a la venta ayer en la plataforma en línea para promocionar inventos Kickstarter.com, mientras sus creadores franceses aseguran que puede ayudar a combatir la obesidad y los problemas digestivos. Las personas que contribuyan con al menos 89 dólares en el sitio web para conseguir fondos para el invento recibirán un HAPIfork antes de su lanzamiento general previsto para los consumidores en Estados Unidos y Europa para finales de este año. "Aunque nuestro producto es aún un prototipo, estamos emocionados con la respuesta mundial hasta ahora", dijo en un comunicado Fabrice Boutain, fundador de la empresa diseñadora del producto, HAPILABS, con sede en California. "Creemos que esto es una confirmación del movimiento cada vez mayor de concienciación sobre la salud de los consumidores con miras a tener más control sobre las cuestiones que afectan los temas digestivos y de peso, así como problemas más graves, como la diabetes y otras enfermedades crónicas", estimó. El HAPIfork, inventado por el francés Jacques Lepine, se basa en una investigación que sugiere que las personas pueden adelgazar comiendo más despacio. El objeto tiene luces LED, un conector USB y un software para ordenadores y smartphones que permite a los usuarios monitorear su progreso en una forma de comer más lenta, es decir, más saludable.

Prepárate para competir con una dieta nutritiva

El realizar ejercicios el cuerpo sufre cambios a nivel muscular, el corazón late con rapidez, los pulmones trabajan más duro, procesos que requieren de energía proveniente de alimentos. La nutrición adecuada no es una garantía para ganar la competencia, pero de seguro que una dieta inadecuada incluso con buena preparación podría llevar a perder la prueba deportiva. Femenina quiso conocer en qué consiste la nutrición deportiva para aquellos atletas que ejecutan maratón o ciclismo y con este propósito conversó con la nutricionista de Nestlé, Cecilia Soliz (CS), y el director de la Clínica del Deporte, Alberto Morales. Ambos especialistas coincidieron en señalar que el glucógeno proveniente del hígado y músculos es la fuente principal de energía que contribuye a mejorar el rendimiento del atleta en las diferentes pruebas que realice al igual que la alimentación que la proporciona. “La nutrición deportiva primero debe tener en cuenta una buena carga de glucógeno (azúcar) proveniente de los hidratos de carbono que se almacenan en el hígado y los músculos, porque este elemento da energía de contención a la fibra muscular”, explicó Morales. El especialista destacó la importancia del consumo de agua en el deporte, debido a que hay elementos del organismo como los cartílagos que tienen 80 por ciento de agua y las articulaciones como el tobillo, rodilla, cadera y columna que de alguna manera reciben el impacto del esfuerzo deportivo. A continuación la nutricionista dio algunas pautas para mejorar el rendimiento en los deportes de resistencia. F.- ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE HACER UNA DIETA DEPORTIVA? CS.- El objetivo es la mejora del rendimiento y la posibilidad de retardar la fatiga en el deportista. F.- ¿CUÁL SERÁ LA DIETA PARA UN DEPORTISTA DE RESISTENCIA? CS.- La dieta para deportistas de resistencia se divide en tres partes esenciales: Dieta alta en: a) Carbohidratos complejos, el 55 y 60 por ciento de las necesidades de energía provienen de alimentos ricos en carbohidratos que se transforman posteriormente en glucosa con la que trabajan los músculos. Estos alimentos son el pan, arroz, pasta, cereales, frutas y tubérculos. Se pueden ingerir raciones adicionales de carbohidratos unos días antes de las competiciones, para saturar el hígado y los músculos de glucógeno (la forma en que se almacena la glucosa). b) Líquidos: Se debe mantener el cuerpo bien hidratado durante y después de los entrenamientos y de las competiciones. Dieta baja en: Grasas: Deben evitarse alimentos con alto contenido en grasa. El consumo de una pequeña cantidad de grasa es necesaria para una buena salud, especialmente para la absorción de las vitaminas liposolubles. La grasa no es una buena fuente de energía para el trabajo muscular, por lo que conviene consumir alimentos con bajo contenido en grasas y evitar el uso de grasa adicional como la mantequilla, margarina, crema y mayonesa. Dieta moderada en: 1) Proteínas: los atletas de resistencia necesitan incrementar sus raciones de proteínas para asegurar una adecuada recuperación de los músculos después del ejercicio. Se recomienda la ingesta diaria de una ración de proteína por cada 5-8 kilogramos de peso corporal, donde una ración equivale a 30 gramos de carne roja, pollo sin piel o pescado, un huevo entero ó 250 mililitros de leche descremada. 2) Fibra: Los atletas de resistencia generalmente necesitan ingerir mayor cantidad de alimentos, por lo que no es conveniente el consumo de alimentos con alto contenido de fibra porque llenan mucho. F.- ¿EL PESO CORPORAL TIENE RELACIÓN CON EL RÉGIMEN ALIMENTICIO? CS.- El peso corporal y el porcentaje de grasa, dependen del deporte que practica el deportista que se relacionan con el régimen alimenticio que deberá realizar. Dado que, para elaborar una dieta se debe tomar en cuenta cuantas calorías necesita para las actividades diarias, además cuantas adicionales por la práctica de ejercicio físico y en función a eso elaborar la dieta que deberá seguir. F.- ¿QUÉ CANTIDAD DE ALIMENTOS SON NECESARIOS DURANTE EL ENTRENAMIENTO? CS.- La cantidad de alimentos, es decir, la cantidad de calorías que ingiera el deportista varía en función a la cantidad de actividad física que realice. No necesitará las mismas calorías una persona que realiza media hora de actividad física al día que una persona que realiza tres horas diarias. F.- ¿QUÉ ALIMENTOS PROPORCIONAN ENERGÍA Y CUÁL ES SU FUNCIÓN? CS.- Los alimentos que proporcionan energía son los carbohidratos y las grasas. Hidratos de carbono o glúcidos.- Son sustancias químicas que constan de una molécula simple de azúcar o de varias en diferentes formas. Cubren la necesidad más constante y básica del cuerpo: la energía. Aportan calorías para el organismo de disposición inmediata. Se distinguen tres tipos de hidratos de carbono o glúcidos: 1.- Carbohidratos simples: son los azúcares simples (monosacáridos y disacáridos) y las féculas. La forma más común de monosacáridos es la glucosa (azúcar de la sangre). También galactosa (en vegetales) y fructosa (azúcar de fruta y miel). Forman parte de los disacáridos: la sacarosa (azúcar común), la lactosa (azúcar de la leche), y la maltosa (cereales como la cebada). 2.- Carbohidratos complejos (polisacáridos): se forman cuando se unen varias moléculas de glucosa. Los más importantes son el almidón (tubérculos y legumbres), el glucógeno (en el hígado y músculos de animales) y la fibra (celulosa, pectinas, etc). 3.- Grasas o lípidos: son los nutrientes que aportan más energía (9 calorías por gramo frente a las 4 calorías de proteínas o carbohidratos). Las grasas son necesarias, ya que cumplen otras funciones imprescindibles para el organismo. El problema deriva cuando hay un consumo excesivo, ya que se acumula, aumentando el tejido adiposo y contribuyendo al sobrepeso y a la obesidad. Por lo que es importante controlar su ingesta, nunca eliminarla. F.- ¿QUÉ ALIMENTOS PROPORCIONAN PROTEÍNAS Y CUÁL ES SU FUNCIÓN? CS.- Se necesitan proteínas para el mantenimiento, sustitución y crecimiento de los tejidos corporales. El cuerpo emplea las proteínas para elaborar muchas enzimas y hormonas que regulan el metabolismo, mantienen el equilibrio hídrico y transportan nutrientes a las células. Se requieren muchas veces proteínas adicionales para compensar el aumento de la degradación de proteínas durante los entrenamientos intensos para reparar y recuperar los tejidos musculares después del entrenamiento. Proteínas: proporcionan al cuerpo aminoácidos, que utiliza para mantener y reparar los tejidos y músculos. A partir de ellas, el organismo elabora hormonas. Las proteínas además transportan mercancías de un órgano a otro (hemoglobina de la sangre que lleva oxígeno a todo el cuerpo). Las proteínas pueden ser: Proteínas de procedencia animal: carne de res, carne de ave, frutos de mar, pescado, huevos o productos lácteos. Proteínas de origen vegetal: legumbres (lentejas, arvejas, habas, frijoles), nueces, guisantes secos o soja son alimentos que proporcionan proteínas vegetales.

martes, 16 de abril de 2013

¿Para bajar de peso es necesario hacer dieta?

Hoy en día las personas recurren a dietas rápidas para bajar de peso, las mismas que provienen de fuentes o personas no confiables o simplemente que desconocen del tema. Todo por no informarse de manera adecuada y con quien corresponde. Ningún atajo es bueno, ya que una dieta que te haga pasar hambre o sufrir es sin duda una mala dieta, lo único que se logra es disminuir las proteínas del músculo, que es de donde el organismo retirará sus nutrientes al haber escasez, dejando mayor espacio para crear depósitos de grasa, con la aparición de flacidez y el efecto rebote. Que es aumentar de peso más de lo que se encontraba antes de la dieta. Muchas veces preguntamos, que será bueno para bajar de peso y recibimos información como la dieta de la luna o de las cebollas o de la tuna o de las mil locuras y la verdad es que ninguna de éstas dietas te favorecerá más al contrario terminarás con más peso del que empezaste. Para bajar de peso es necesario tener una alimentación adecuada, una dieta balanceada y variada, la mejor dieta es aquella que te recomiendan los nutricionistas o médicos capacitados en nutrición. Cada alimento sea cual fuere posee calorías, las cuales gastamos con nuestro metabolismo y con la actividad física. Por ejemplo si ingerimos 2000 calorías al día y nuestro metabolismo y actividad física consumen 1500 calorías, acumulamos en forma de grasa o depósito 500 calorías diarias, es decir de no cambiar la alimentación y aumentar la actividad física el resultado en meses será aumentar de peso. En cambio si consumimos alimentos que nos aporten 2000 calorías y con nuestro metabolismo y actividad física consumimos 2500 calorías la tendencia será disminuir de peso. Por lo tanto lo que se puede reducir son la calorías que ingerimos pero no matándonos de hambre, más al contrario comiendo más y mejor alimentos saludables que contienen menos calorías y se metabolizan rápido a diferencia de la comida chatarra; también si aumentamos nuestra actividad física por ejemplo caminando también consumiremos más calorías ingeridas día a día. Dejar de comer hace que nuestro organismo dispare una alerta máxima para que todo lo que se ingiera se deposite en forma de grasa, porque el cuerpo está en estado de ayuno e inanición. Ningún organismo es igual a otro por lo tanto lo que le funcionó a otro no tiene que ser adecuado para ti. Hoy en día por dejarnos llevar con los comentarios de dietas maravillosas hay muchas personas que han dañado su cuerpo de por vida, e incluso han fallecido a causa de estos errores de alimentación y malnutrición. La mejor dieta alimenticia que puedes seguir es: Aquella que te proporcionan profesionales en la materia, la misma no debe causarte hambre, ansiedad, depresión, debe contener alimentos ricos en nutrientes y antioxidantes, ser variada y estar repartida en 5 ingestas diarias mínimamente. Es necesario si queremos tener el peso adecuado, cambiar nuestros hábitos alimenticios, es mejor el dolor de la disciplina al dolor del arrepentimiento, por lo tanto si deseas tener tu peso ideal, empieza a cambiar tus hábitos. Te recomiendo un buen desayuno rico en fibra y frutas, con aporte de calcio en un lácteo, merendando a media mañana con frutas normales o deshidratadas, para no llegar al almuerzo con un hambre voraz, un almuerzo donde la mitad de tu plato sean verduras ya sean crudas o cocidas, cuarto plato de proteína como la carne o pollo y cuarto plato de carbohidratos como arroz ó papa no ambos, la merienda de la tarde puede ser también una rica fruta con yogurt y así la cena será poca y no copiosa como es actualmente. Recuerda recibir información de personal calificado. Si deseas hacer una alimentación adecuada, primero, lleva un control de tu peso por la mañana en ayunas y después de haber ingresado al baño, ese es tu peso real. Has una lista de todo lo que ingieres en un día con la hora, la cantidad, el lugar y el motivo, así sabrás donde es que comienzan los malos hábitos y porqué.

jueves, 4 de abril de 2013

Dieta 2.0 Tu smartphone para perder kilos

Te despiertas, estiras el brazo y tomas tu smartphone… Tienes correos sin leer, mensajes en el WhatsApp, “likes” en el Facebook y tu dietista 2.0 con su dosis diaria de motivación: ¡solo te faltan tres kilos para llegar a tu meta planteada! No lo neguemos. Es necesario un poco de motivación a la hora de perder kilos y mejorar nuestro estado “fitness”. Solas es muy difícil conseguirlo, especialmente para las flojitas y las que no tienen fuerza de voluntad (es decir, la mayoría de las mujeres). El buen ánimo a la hora de adelgazar es una pieza fundamental del puzle de toda dieta y, aunque al principio parezca inquebrantable, se va desvaneciendo a medida que llega el aburrimiento, la flaqueza o el estancamiento. Entonces, es necesario que alguien externo nos eleve los ánimos y motive. Y si sentirse acompañada es la clave para llegar a la meta, ¿qué mejor que tu smartphone? Ese aparatito que nos acompaña a todo lado, nos da pedacitos de información sobre cuándo y cómo hacer ejercicio, qué comer antes y beber después y cuántas calorías ingerimos durante el día. Las tiendas de aplicaciones como iTunes y Google Play ofrecen estas herramientas. La pregunta es, ¿son estos programas psicológicamente útiles? “Definitivamente, sí”, opina la doctora Marta Aranzadi, experta en Nutrición y autora del libro Miénteme mientras me pesas. “Como forma de control me parecen fantásticas. La motivación es lo más importante, ya sea médica o estética”. Lo bueno de las aplicaciones es que si se tienen amigos utilizando la misma, el hecho de adelgazar se convierte en un juego que motiva al grupo. El efecto de las Apps De acuerdo a un nuevo estudio de la Northwestern University, serás más exitosa perdiendo peso si usas aplicaciones para perder peso junto a grupos de apoyo. El estudio publicado en los Archives of Internal Medicine, siguió a 69 adultos con sobrepeso que atendían a grupos de apoyo de dieta y ejercicio de manera mensual. Cada participante recibió metas calóricas diarias y de actividad física semanal. Se dividió a los participantes en dos grupos: un grupo llevó un diario de su actividad física y su alimentación, y el otro uso una app para perder peso. Aquellos que siguieron la app asistieron a 80 por ciento de las reuniones y perdieron 15 libras. En general, el promedio del peso promedio perdido para los usuarios de apps, incluyendo aquellos que no asistían a las reuniones, era de 8.6 libras. Sin embargo, los participantes que atendían a las reuniones y no usaban una app perdieron poco peso o nada. “Las apps para perder peso nos dan retroalimentación a tiempo real, lo que no solo nos ayuda a llevar cuenta de lo que comemos, pero a tomar decisiones más inteligentes”, explicó la investigadora del estudio, Bonnie Spring PhD, profesora de medicina preventiva en la Northwestern University de Chicago. La experta considera que la efectividad de un plan de adelgazamiento se refuerza al llevar un registro de lo que come y la actividad física que realiza el paciente. Ya sea que estés buscando perder pocos kilos o muchos… las apps de pérdida de peso son una manera excelente de comenzar. Si realmente quieres una posibilidad más alta de alcanzar el éxito en tu pérdida de peso, descárgate una app. Te damos una lista de las mejores aplicaciones para bajar de peso.

martes, 2 de abril de 2013

Obesidad de niños mexicanos se debe a que duermen menos

Los niños mexicanos suelen dormir de dos a tres horas menos que los de otros países como España y Alemania, lo que puede explicar parte de los problemas crecientes como el déficit de atención y la obesidad, un mal que encuentra a México como número uno del mundo. De acuerdo con un estudio realizado por expertos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la capital azteca, el motivo de la falta de descanso entre los niños mexicanos obedece principalmente a “los malos hábitos de los padres respecto de la calidad de sueño”. Según las conclusiones de esta investigación, una menor cantidad de horas de sueño hace que se vea afectado el crecimiento, el desarrollo cognitivo, la salud mental e incluso el peso corporal de los niños mexicanos. La autora del estudio, Yoaly Arana, comparó las horas de sueño de pequeños mexicanos de entre cinco y 12 años con otros de España y Alemania en el mismo rango de edad, y notó que si los europeos duermen entre nueve y 11 horas, los mexicanos sólo duermen entre siete y nueve. Esta situación “incide en el coeficiente intelectual, en la memoria, en la atención, pero también en el desarrollo”, explicó la investigadora. “Se ha observado que los niños que duermen menos son más bajitos y se ha comprobado que, mientras menos horas dormimos, el índice de masa corporal aumenta”, expuso. Según la especialista, este último es un dato “importante” porque México ocupa el lugar número uno en el índice de obesidad infantil. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños en edad preescolar duerman entre 11 y 13 horas por día incluyendo la siesta, y que un niño en la etapa escolar lo haga hasta 12 horas. El estudio reveló que los niños reaccionan de diferente manera cuando sufren de falta de sueño que los adultos, pues mientras éstos suelen bostezar constantemente y mostrarse cansados, los niños se muestran irritables e hiperactivos. “Muchos niños con déficit de atención están mal diagnosticados: hay estudios en el mundo donde se observa que el 30% de los niños que son tratados por déficit de atención tiene un trastorno del sueño”, consideró Arana. “Un niño que no duerme bien tiene problemas para mantener la atención, y mucha dificultad para memorizar cosas, será agresivo, no se puede mantener quieto, puede golpear, insultar y ser poco tolerante a la frustración”, expuso la investigadora El reporte revela que el ser humano dedica aproximadamente una tercera parte de su vida a dormir, pero en los últimos dos siglos años han disminuido las horas dedicadas al descanso.

Ocho de cada 100 niños bolivianos tienen sobrepeso

En Bolivia, el 8% de la población infantil, es decir, ocho de cada 100 niños, tiene problemas de sobrepeso, y de estos, un 1,6% está a punto de ingresar a la obesidad. Los datos fueron divulgados ayer, durante el inicio de la campaña contra la obesidad en niños que impulsa la clínica Incor. La cruzada, que se extenderá hasta el 20 de abril, contempla la asistencia integral al paciente, con consultas y tratamiento a bajo costo. Hay descuentos de un 70% en cuatro especialidades, que incluyen el paquete (pediatría, endocrinología, sicología y nutrición) y rebajas en estudios complementarios. La cruzada nace por la preocupación ante el aumento de niños con problemas de exceso de peso, afirma la pediatra de la clínica Incor Nicol Ponce, que forma parte del equipo médico de la campaña. Riesgo de diabetes Ponce manifiesta que por mes atiende al menos dos niños con sobrepeso y obesidad y por año, dos con diabetes. Esta enfermedad es una de las consecuencias más comunes de la obesidad. “Los hábitos alimenticios poco saludables y la vida sedentaria hacen que cada vez haya más niños con estos problemas”, dice la especialista. Por ello recomienda retomar los hábitos alimenticios tradicionales. “Hay que dejar de comer frituras, hamburguesas y dulces, y optar por las comidas saludables”, dijo Ponce. En este sentido, recomienda dar a los niños un desayuno que incluya cereales, un almuerzo que tenga un 25% de carbohidratos, 25% de proteínas y un 50% de fibra; una merienda con frutas y una cena, liviana o simplemente darles un vaso de leche con pan integral. Además, la especialista aconseja incentivar a los chicos a que practiquen alguna actividad física al menos tres veces por semana. Se considera que un niño tiene sobrepeso cuando excede del 10% de peso ideal y con obesidad, cuando excede un 20% de su peso ideal. Para más información llamar al 352-0444 o al 352-1771