sábado, 29 de julio de 2017

Eliminar grasa localizada

La grasa localizada que generalmente se acumula alrededor del abdomen, posee células con capacidad de regeneración acelerada, es por eso que es un lugar que si no cuidamos nuestros hábitos alimenticios crecerá rápidamente.

Por lo que una excelente opción para reducir ésta grasa localizada es la hidro, versión acortada de la hidrolipoclasia. La hidro consiste en la aplicación de sustancias liporeductoras a nivel localizado mediante inyecciones en el tejido adiposo en zonas del cuerpo en las que se desea disolver la grasa acumulada. Además permite mejorar la circulación sanguínea y linfática lo que propicia la eliminación del exceso de líquidos y toxinas.

Dicha técnica ha ido evolucionando, con la aparición de productos y medicamentos de mayor eficacia, además de adicionar aparatología como el ultrasonido, la radiofrecuencia tripolar y electro estimulación mediante ondas rusas para potenciar los resultados.

La reducción promedio está entre 3 y 6 cm de circunferencia de grasa localizada una de las mayores reducciones reales de grasa en una sola sesión. Ya que otras técnicas están con un promedio de reducción de 2 a 4cm.

Apto para mujeres y hombres que deseen reducir esa molesta acumulación de grasa de forma segura y real.

El número de sesiones se sugiere de 4 a 6 con un intervalo semanal. Este tratamiento es adecuado como técnica reductora y anticelulítica. Ideal para aquellas zonas en las que se resisten los depósitos de grasa o la celulitis, como la papada, brazos, espalda, abdomen, glúteos y piernas. Debe ser aplicada por personal capacitado, ya que la aplicación y combinación de medicamentos es un asunto médico.

Dicha aplicación no es dolorosa y el paciente retorna a sus actividades de manera inmediata, requiriendo ingerir agua pura para eliminar lo diluido.

Entre los productos que se utilizan actualmente se encuentran: l-carnitina, cafeína, hormona tiroidea, alcachofa y muchos más de acuerdo al caso, por ejemplo si es un paciente que además presenta flacidez, estrías, retención de líquidos, etc. debe agregarse otros medicamentos como la hidroxiprolina, si tiene celulitis la Y-humbina que aumenta la irrigación sanguínea.

Posterior a las inyecciones se espera 48 horas para poder realizar la aparatología de máximo media hora y posterior toma de medidas. Todo programa de reducción de grasa, debe ir acompañado de una alimentación adecuada, dieta acorde a cada paciente y actividad física, ya que si bien la reducción corporal es en una semana ésta debe permanecer el mayor tiempo posible y para ello el cambio de hábitos tóxicos por hábitos saludables es indispensable.

jueves, 13 de julio de 2017

Bulimia y anorexia


Enfermedades que pueden dañar la salud
El nutricionista Camilo Andrade explica que los trastornos de la alimentación implican algo más que simplemente comenzar una dieta para bajar de peso o tratar de hacer ejercicio físico todos los días. Por ello los nutricionistas hacen especial énfasis en conocer a fondo estas patologías

Conociendo más
Los trastornos de la alimentación son tan comunes que según estudios uno o dos de cada 10 personas lidiarán alguna vez con uno. Cada año, miles de adolescentes desarrollan trastornos de la alimentación o problemas de peso, alimentación o con su imagen corporal, al ser esta la edad donde adquiere relevancia la cuestión estética.
Los trastornos de alimentación más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pero cada vez se identifican con más frecuencia otros trastornos relacionados con los alimentos, como el trastorno restrictivo o selectivo, el trastorno por atracones, los trastornos de la imagen corporal y las fobias a los alimentos.
Los trastornos alimenticios son los más peligrosos para los jóvenes.

viernes, 7 de julio de 2017

Oler comida engorda, según nuevo estudio


Andrew Dillin y Céline Riera, científicos de la Universidad de Berkeley de California, publicaron un revelador estudio en la revista Cell Metabolism sobre la influencia del sentido del olfato en la acumulación de grasas.

Concluyeron que existe relación entre el olor de la comida y el metabolismo, lo que influye en el aumento de peso.

Según explica la web Gizmodo, Dillin y Riera utilizaron terapia genética con el fin de anular las terminaciones nerviosas de un grupo de ratones, privándoles del sentido del olfato durante tres semanas. Después, les dieron de comer una dieta rica en grasas. Junto a ellos había un grupo de control formado por ratones con el sentido del olfato intacto.

La pérdida del olfato no influyó de ninguna manera en el apetito de los roedores pero si se evidenció que los ratones que no podían oler la comida solo captaban un 10% de la grasa adquirida por sus compañeros, es decir engordaban menos.

En un segunda prueba, decidieron anular el sentido del olfato en roedores con problemas de obesidad, consiguiendo que su índice de grasa corporal baje a niveles normales.

En un último test, usaron a ratones con características de un olfato superior al de un roedor normal. En este caso los primeros ganaron mucho más peso.

El estudio aclara que todas las variaciones de peso corresponden solo a grasa corporal, no a masa muscular u ósea.

"Los sistemas sensoriales juegan un papel crucial en el metabolismo. Ganar peso no es solo una cuestión de cuántas calorías se ingieren, sino de cómo se perciben esas calorías. Si podemos demostrar esta hipótesis en humanos, quizá podamos desarrollar un fármaco que interrumpa ese circuito metabólico sin afectar al sentido del olfato", señala Dillin, uno de los autores del estudio.

La hipótesis

Los estudiosos creen que la relación con el olfato tiene que ver con el metabolismo. Los ratones que no olían la comida mostraban un mayor ritmo metabólico. Es decir que quemaban grasas más rápidamente.

La hipótesis de Dillin y Riera es que, el olfato indica al organismo cuándo vamos a comer, preparándose para recibir alimentos.

Cuando no la olemos, el cuerpo cree que ya la hemos comido o aún no ha llegado el momento de comer, por lo que mantiene el ritmo metabólico normal y sigue quemando grasas.

El estudio solo se ha realizado con ratones, pero los autores creen que es probable que suceda lo mismo con seres humanos.

Advierten que acoso laboral y bajo salario causan obesidad


Inestabilidad laboral, acoso y falta de salarios justos son factores que detonan la obesidad, ya que incitan a que el cerebro humano busque acumular grasa en el cuerpo, tal y como lo hacían nuestros ancestros cuando se sentían en peligro, dijo hoy el doctor Arturo Ruiz Velasco.

“La obesidad laboral es un reflejo de una serie de conflictos internos, que se aúnan al sedentarismo, mala alimentación y desequilibrios emocionales al desconocer su futuro inmediato", explica a Efe este experto en el trabajo emocional relacionado con el sobrepeso.

De acuerdo con Velasco, en los orígenes del ser humano, cuando este era excluido de un clan se generaba un estrés muy grande, “un shock biológico muy fuerte y se sentía abandonado".

Era necesario para no morir de frío y defenderse de los animales, y eso se quedó grabado en el cerebro hasta la actualidad, por lo que sentirse en amenaza lleva al ser humano a utilizar la grasa como un medio de protección, apunta.