miércoles, 27 de agosto de 2014

Video LA ANOREXIA

Comer bien sin engordar es posible

Llevar a adelante una dieta implica sacrificios si es que quieres conseguir resultados, sin embargo esto no significa que debes pasar hambre. A veces es suficiente con llevar una buena y equilibrada alimentación, incluyendo más frutas y verduras en la dieta diaria. El portal de noticias, Panorama, en su sección de salud y belleza, nos brinda una serie de consejos para no dejar de comer al momento de emprender una dieta. Considéralos:

1. Debes comer en pequeñas cantidades

Muchas personas comen más con los ojos que con el estómago. Lo ideal para comer bien y no engordar es siempre empezar por algo pequeño y, si nos quedas con hambre, tomate algo más. Las pequeñas porciones suelen ser suficientes para calmar la sensación de hambre y no engordar. Además, si comes sano, no necesitarás grandes cantidades porque te saciarás antes.
Además, para comer bien y no engordar, nunca olvides servirte menos cantidad de la que te apetece ya que, de esta manera, no tendrás la tentación de seguir comiendo una vez que te sientas saciada.

2. Permítete algún antojo

Puedes comer bien, darte un capricho de vez en cuando y no engordar. De hecho, si nos comemos un dulce a la semana, esa cantidad de grasa suplirá la que hemos dejado de tomar el resto de la semana y ayudará a contrarrestar el déficit que tenemos. Esa grasa se metabolizará y no será retenida por el cuerpo. Así que date un gustico una vez a la semana sin sentir culpa. No ganarás peso por comerte una galleta, pero la angustia que provoca la restricción puede llevarte a deborarte la caja completa y eso sí que engorda.

3. Come bien en el desayuno y en el almuerzo

Lo ideal para comer bien y no engordar es, según los expertos en nutrición, ingerir al menos el 60% de las calorías diarias antes de las tres de la tarde. De esta forma, el cuerpo tiene la energía suficiente para funcionar con normalidad todo el día y no retiene excesos porque los quema. Además, para comer bien y no engordar es importante tener una cena ligera y al menos dos horas antes de meternos en la cama para que el organismo metabolice esa comida. Pero esto sólo podremos hacerlo si hemos hecho del desayuno y el almuerzo las comidas más fuertes.Si aún así tu estómago sigue dando guerra después de cenar, los especialistas aconsejas tomar un yogur desnatado o un vaso de leche.

4. Evita picar alimentos durante el día

Para poder comer bien y no engordar es totalmente necesario que evites picar entre horas de la comida. Para comer bien y no engordar lo más importante es controlar nuestras comidas: seis en total y teniendo en cuenta que sólo el desayuno y el almuerzo deben ser fuertes.

jueves, 21 de agosto de 2014

Las 3 mejores maneras de perder peso mientras corres

Los aficionados a las carreras saben que ciertamente mantenerse sano y en el peso ideal es algo esencial para los velocistas. Por ello lo mejor es aprovechar al máximo más actividad para quemar grasa y calorías.

En este sentido, la publicación Health enumeró las que considera las 3 mejores maneras de quemar grasa y perder peso mientras corremos. Son estas:

1. Entrenamientos más largos
Obviamente los entrenamientos más largos queman más calorías. Y cuando corres por más de 90 minutos, mejoras la capacidad de tu cuerpo para usar la grasa como combustible, reseñó el portal Terra Colombia.

Muchos estudios han demostrado que cuanto más tiempo la duración del ejercicio, cuanto más tiempo tarda la tasa metabólica atrás iniciativas niveles.

Pero ojo, ya que este entrenamiento largo es especialmente desgastante para el cuerpo, prueba a hacerlo una vez por semana. Al menos al principio.

Otra encuesta mostró que la quema de grasas "post-entrenamiento" se duplicó con creces cuando la actividad se incrementó de 30 a 45 minutos. Después de 60 minutos, la tasa metabólica aumentó cinco veces.

2. Entrenamientos intensos
Entrenamientos intensos consumen un montón de calorías, incluso cuando no duran mucho. Como la mayoría de los corredores generalmente corre a velocidad moderada, no siempre logran una pérdida de peso muy relevante.

El consejo para los entrenamientos intensos -para para ejercicios fuera del gimnasio como para las carreras a intervalos- es hacer pequeñas sesiones bien intensas con un tiempo de recuperación suficiente para poder retornar al mismo nivel. Trata de realizar al menos una sesión de entrenamiento intenso por semana por semana regularmente.

3 . Frecuencia
¿Con qué frecuencia corres durante la semana? La mayoría de los corredores respondería de dos a cuatro veces, pero para aquellos que quieren tener una pérdida significativa de peso, esto no es suficiente.

Correr más a menudo genera picos de frecuencia cardiaca y acelera la actividad metabólica, favoreciendo la pérdida de calorías. Además, el aumento en el número de pruebas por semana previene lesiones y te volverá un corredor mejor.

Esta estrategia, sin embargo, es menos importante que la duración o la intensidad de los entrenamientos, así que empieza con ellos y luego ve agregando más días de carreras de la semana.

Recuerda que el objetivo es alcanzar el peso ideal y no quedarse por debajo de él. Estar demasiado delgado no ayuda a nadie durante una carrera y también aumenta el riesgo de lesiones.

Obtén un vientre plano con inulina

La inulina es una fibra vegetal soluble que se extrae de la raíz de la achicoria. Sin embargo, otras verduras como el ajo, espárrago, puerro, alcachofa y cebolla también la contienen.

Este tipo de fibra tiene un efecto prebiótico, es decir que permite mantener una flora intestinal equilibrada y prevenir diversos trastornos gastrointestinales. Asimismo, fomenta el crecimiento de las bacterias benéficas para el intestino, lo que mejora la digestión y evita la formación de gases en el vientre. También fortalece el sistema inmunológico y elimina correctamente los residuos y sustancias nocivas del cuerpo.

Se recomienda añadir aproximadamente 6 gramos de inulina en la alimentación cotidiana para garantizar un proceso de digestión óptimo y prevenir la sensación de estómago hinchado. Además, puedes combinar su consumo con la práctica regular de ejercicios con lo que lograrás tener una silueta perfecta.

La inulina también permite bajar el nivel de glucosa en la sangre y reducir la tasa de los lípidos sanguíneos como los triglicéridos. Éstos se ubican en el tejido adiposo y suelen concentrarse mayormente en la grasa abdominal, lo que incrementa el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares. De esta manera, la inulina coadyuva a tener un vientre plano y estar más saludable.

ESPÁRRAGOS

AFINA TUS CADERAS

GRACIAS A SUS SUSTANCIAS NATURALES

El espárrago posee diversas sustancias que ayudan a reducir las acumulaciones de grasa en las caderas. Entre éstas, encontramos la asparagina, la cual descompone el ácido oxálico que se prende a la grasa de nuestras células. Además, esta verdura es rica en potasio, lo que contribuye a tonificar nuestros músculos y neutralizar los ácidos responsables de la atrofia muscular.

Por otro lado, el espárrago contiene inulina, la cual regula el tránsito intestinal y permite tener un vientre plano.

martes, 19 de agosto de 2014

Anorexia sexual, un trastorno que es cada vez más frecuente

Cuando se habla de trastornos relacionados con el sexo, se suele pensar exclusivamente en la adicción al acto amoroso. Al fin y al cabo, la tradición enseña que el sexo únicamente es malo en exceso, y nunca por defecto. De hecho, la castidad era identificada con el virtuosismo de la persona.
Sin embargo, no siempre ésta emerge de una elección personal tomada libremente. En muchas ocasiones, la abstinencia sexual es la consecuencia de miedos sociales, problemas psicológicos y otras circunstancias que provocan que el coito y el encuentro con los demás sean percibidos como una amenaza.
Es la conocida como anorexia sexual, que al igual que la anorexia relacionada con la comida, tiene un origen más profundo.

Aunque se cree que el primero en hablar de ella fue el doctor Patrick Carnes en su libro de 1997 Anorexia sexual (Hazelden), existen referencias previas en estudios realizados por los psicólogos y sexólogos británicos Nathan Hare o Ellen Goodman.
Patrick Carnes define dicha situación en su volumen como "un estado obsesivo en el cual la tarea física, emocional y mental de evitar el sexo domina la vida de alguien. Como morirse de hambre, la privación del sexo puede hacer a alguien sentirse más poderoso y protegido contra amenazas”, cita El Confidencial.
No se trata únicamente de carecer de deseo sexual, sino más bien, de evitar el contacto con otras personas de todas las maneras posibles. En algunos casos, ello se manifiesta mostrando preferencia por personas que no se encuentran al alcance de la persona y con las que nunca se podrá establecer una relación.

El origen del trastorno

Las raíces de la patología son similares a las de la anorexia nerviosa, con las que comparten algunas de las siguientes emociones: alienación respecto a uno mismo, soledad, perfeccionismo, autodesprecio, sentimiento de inferioridad (pero también delirios de grandeza), emociones no resueltas y, sobre todo, un comportamiento marcado por el principio de "si no se arriesga, no se puede perder”.
En algunas ocasiones, el trauma infantil ocasionado por los abusos sexuales puede ser la causa velada detrás del problema. Y ahí hay otro problema.

A veces, se trata de la consecuencia de la dismorfia corporal que tan frecuente resulta en la anorexia, y por la cual, la persona percibe su propio cuerpo de manera diferente a la que realmente es o se presenta.
Los miedos más comunes son los que aluden a la conexión con los demás, a los sentimientos intensos, a la propia sexualidad, a ser visibles o al reto de comenzar o terminar con una relación.

Ello provoca que se lleven a cabo diversas estrategias que tienen como objetivo mantener el sexo al margen de sus vidas, pero que afectan a otras relaciones de su día a día, como por ejemplo, el evitar conversaciones que puedan tener un componente erótico o escandalizarse en exceso.

Patología sexual
Problemática Como explica Sex and Love Addict Anonymous, una página destinada a que los que sufren diversos problemas de índole sexual puedan compartir sus experiencias, los anoréxicos sexuales suelen vivir de forma aislada y consumir altos niveles de pornografía.
Rigidez Como explica la psicóloga Alexandra Katehakis en Psychology Today, la rigidez y la vergüenza guían su vida, y son capaces de tomar decisiones drásticas o dejar su trabajo para evitar alcanzar cierto grado de indeseable intimidad.

Sedentarismo complica toda patología y crece a nivel social

El sedentarismo en nuestras vidas complica todo diagnóstico médico y se constituye en enfermedades que complican la salud de las personas dentro de la sociedad.

Una persona sedentaria es aquella que suele encontrase siempre sentada y con poco movimiento, es decir que tiene un modo de vida en el cual la actividad física que realiza es mínima o prácticamente nula, según explicó a este medio la auxiliar en docencia de la Facultad de Medicina del departamento de salud pública de la Universidad Mayor de San Andrés, Ingrid Mamani Prado.

LUCHA CONTRA EL SEDENTARISMO

En el municipio paceño los estudiantes de Medicina del departamento de Salud Pública de la UMSA impulsan una campaña de lucha contra el sedentarismo en la feria dominical del Paseo de El Prado por las consecuencias que genera este mal y las complicaciones médicas que se presentan a lo largo de la vida de aquellas personas que no tiene mucha actividad física.

El ejemplo más claro está en esa persona que se levanta por la mañana, acude al trabajo dónde está sentado, al terminar su jornada laboral se va a casa en coche y se sitúa delante del televisor hasta la hora de acostarse y pasa el resto de los días con esa actitud sedentaria, olvidando los 30 minutos de ejercicio que puede cambiar la vida.

Si una persona sufre de sedentarismo, los primeros síntomas que siente en su cuerpo son muestras de cansancio intenso al subir las gradas o realizar pequeños trotes muestra un cansancio significativo debido a la falta o ausencia de ejercicios.

El organismo se desarrolla en función de aquello que realizamos. Es decir, si uno no obliga a su cuerpo a realizar acciones de fuerza, jamás desarrollará esa cualidad, los sistemas tendrán cada vez menos posibilidades de realizar menos actividades físicas.

El sedentarismo agrava más aún la situación si durante la ausencia de actividad se agrega el consumo de alcohol, tabaco o la sobrealimentación. “Nos encontramos con individuos cuya salud se ve seriamente perjudicada y, en consecuencia, su esperanza y calidad de vida”.

Otro aspecto es que los efectos de este mal en una persona sedentaria se manifiestan a muy largo plazo por lo que se percatan de su deterioro hasta la aparición de alguna enfermedad.

Alguno de los efectos que pueden ocasionar el sedentarismo es la generación enfermedades de hipertensión arterial e infarto de miocardio, diabetes, sobrepeso y obesidad, osteoporosis.

RECOMENDACIONES

Entre las recomendaciones está el realizar ejercicios por lo menos cinco días a la semana durante media hora, una caminata o trote moderado para aquellas personas que no sufren problemas de rodillas es lo más óptimo.

Realizar actividades físicas trae como beneficios la reducción de riesgos cardiovasculares, diabetes incluso cáncer de colón en un 50 por ciento, a ello se suma el lograr incluso un bienestar psicológico en el entendido de que la actividad reduce el estrés, la ansiedad y ayuda a mantener los huesos músculos y articulaciones sanas.

Un aspecto importante es inculcar actividades físicas a los niños desde muy pequeños y a los adolescentes se constituye en vital para el desarrollo de la vida en el entendido de que si este se hace un hábito se pueden prevenir muchas complicaciones.

domingo, 17 de agosto de 2014

“Hay que combatir la obesidad infantil”

“Ahora es mucho más fácil comprar comida chatarra que preparar los alimentos saludables en casa”, afirma el médico nutricionista

Marco Antonio Canedo Maldonado, quien luego de lanzar su libro “Terapia definitiva contra el sobrepeso y la obesidad” es uno de los profesionales más destacados en el tema de control de peso.

De acuerdo a este profesional uno de los factores negativos más importantes es la alimentación incorrecta que está adquiriendo

la población, por los cambios de hábitos de alimentación moderna.

“Es un cambio importante que está ocurriendo, principalmente en estas dos últimas décadas, donde la comida rápida ha ganado un espacio privilegiado. “Es más sencillo comprar una hamburguesa, pizza con su respectiva gaseosa, que preparar los alimentos en casa” asegura Canedo.

“Los niños de ahora están prácticamente condicionados a comer ese tipo de alimentos. Las consecuencias derivan en problemas de sobrepeso y

a futuro esto trae consecuencias en la salud”, afirma Marco Canedo,

El nutricionista también señala que no se trata de estética, sino de complicaciones en el área de la salud, que se van presentando en los niños.

“Hoy por hoy, vemos

familias enteras consumiendo una alimentación inadecuada que tiene como consecuencia el acúmulo de grasa; personas que por diversos motivos como el tiempo, la ansiedad de comer, los conflictos internos no superados o el estrés, mantienen una dieta desorganizada y transmiten esas conductas incorrectas a sus hijos, perpetuando y fortaleciendo una verdadera epidemia de sobrepeso y obesidad”, explica Marco Antonio Canedo.

Entre los primeros problemas que se detectan son la resistencia a la insulina, -la cual ya es considerada una prediabetes-, también problemas de pubertad precoz, ovarios poliquístiquicos, problemas de infertilidad; sin tocar otros temas de igual trascendencia como los problemas cardiológicos, problemas de colesterol y triglicéridos.

“La problemática de la alimentación actual no son solo los desnutridos sino que esta naciendo una generación de obesos y gente con problemas de sobrepeso”, complementa el especialista.

Para combatir este problema el doctor sugiere realizar un cambio en el estilo de vida.

Científicos afirman que adelgazar no da felicidad

A pesar de que perder peso conduce a una mejora en la salud no sucede lo mismo con la salud mental, pues adelgazar no proporciona felicidad, según un estudio realizado por la University College London (Reino Unido). El trabajo se basó en el análisis de 1.979 adultos con sobrepeso que perdieron el 5% o más de su peso corporal durante un período de seguimiento de cuatro años. Según los investigadores, los participantes estaban más sanos, tenían una mejor salud física, pero eran más propensos a sentirse deprimidos, en comparación con los que se mantuvieron en su peso original.

jueves, 14 de agosto de 2014

Nutrientes...que ayudan a perder peso

NUTRIENTE 1: Proteínas: Favorecen la saciedad, la termogénesis y el mantenimiento de masa magra en nuestro cuerpo, lo que contribuye a mantener el metabolismo activo para perder peso.

NUTRIENTE 2: Omega 3: Un estudio comprobó que este tipo de ácidos grasos insaturados favorece la sensación de saciedad y además, sustituir grasas saturadas por insaturadas se asocia a una leve reducción de grasa y peso corporal.

NUTRIENTE 3: Calcio: Una investigación vinculó la mayor ingesta de calcio con una mayor pérdida de grasa, pero además, se cree que el calcio evita la acumulación de lípidos y favorece la sensación de saciedad.

NUTRIENTE 4: Vitamina C: Estudios demostraron que esta vitamina ayuda a quemar grasas de forma efectiva, quizá porque es necesaria para la formación de carnitina, sustancia imprescindible para que los lípidos se oxiden en nuestro cuerpo.

NUTRIENTE 5: Vitamina D: Se ha probado que a menores niveles de vitamina D mayores son los porcentajes de grasa corporal, y que esta vitamina junto al calcio, ayudan a controlar mejor la ingesta de alimentos.

Come para perder peso

Huevo, aliado de la dieta

Aunque ha sido despreciado por las dietas para perder peso, el huevo es rico en proteínas que sacian, no tiene muchas calorías y ofrece nutrientes esenciales. Además, se lo ha vinculado a la pérdida de peso en un estudio que lo incluía como parte del desayuno. Recuerda usar las nuevas toallas de papel SCOTT Calorie Absorb para eliminar el exceso de grasa al hacerte unos deliciosos huevos fritos, o cualquier otra comida que cocines en aceite ¡absorbe hasta 102 calorías de grasa!

lunes, 11 de agosto de 2014

Para bajar de peso, ¡muévase!

Uno de los requisitos que se deben cumplir cuando se tiene el propósito de bajar de peso, es moverse. Esto debido a que, el sedentarismo es de los factores que más han influido en el crecimiento de la epidemia de obesidad y sobrepeso padecida en el mundo, la cual, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, se ha más que doblado en el mundo desde 1980 hasta hoy. Después de lograr cambiar los malos hábitos alimenticios por unos saludables, la actividad física es el segundo paso más importante para bajar de peso. Y claro, es que comer proporciona calorías, pero si usted se mueve, es decir, realiza actividad física, las puede quemar. Entre más actividad física realice, incluyendo cosas sencillas como caminar o levantarse de una silla, más calorías quemará.

De esta manera le será mucho más fácil bajar de peso o mantenerse en él, pues así como lo señala la OMS, "la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas".

Si se mueve y se ejercita, no solo mantendrá un peso ideal, sino que se protegerá las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), la diabetes, trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante) y algunos cánceres.

Uno de los factores de riesgo para desarrollar estas patologías, es la obesidad.

Pero si usted no tiene sobrepeso ni obesidad, también deben ejercitarse para prevenir estas enfermedades que lo pueden llevar a la muerte.

Desafortunadamente, la falta de tiempo es la mayor excusa para no realizar ejercicio. Sin embargo, recuerde que el mejor momento para ejercitarse, es el momento en el que usted pueda.

Cualquier actividad es buena: caminar a la tienda, podar las plantas de su casa o limpiarla. Todo cuenta.

Tres sesiones de 10 minutos de caminata enérgica, pueden proporcionar casi los mismos beneficios de una sesión de 30 minutos.

Invente pretextos para realizar mayor actividad física. Incluya lapsos de actividad regular en su día para estirarse y caminar, tome las escaleras en lugar del ascensor y camine cuadras adicionales desde donde parquea su carro.

Cuando llegue a su casa, en lugar de sentarse a ver televisión o a revisar el correo, póngase zapatos cómodos y salga a caminar y a dar un paseo. Si tiene una máquina para ejercitarse en casa, puede usarla mientras ve televisión e incluso mientras lee.

No vea el ejercicio como un enemigo y al contrario, vuélvalo agradable. Programe tiempo para ejercitarse con un amigo, escuche música mientras lo realiza o combine las dos cosas. No se sienta atacado por una actividad.

Si ha estado inactivo físicamente, comience despacio y dele la oportunidad a su cuerpo de acostumbrarse al aumento de actividad. Un error común es, empezar un programa de ejercicio a muy alta intensidad.

¡Sí se puede!

Comenzar. Esa es la parte más difícil de dar entrada a la actividad física en su vida.

En vez de decir "estoy cansado", piense en que cuando termine de ejercitarse se sentirá más lleno de energía.

No se culpe a sí mismo por tener algunas limitaciones y mejor piense que cada día progresará más, en la medida en que no deje de moverse.

En lugar de decir "si no lo hago no importa", piense que cada pequeño paso hace la diferencia.

Confíe en que sí podrá cumplir con el programa de ejercicio y que poco a poco lo logrará.

miércoles, 6 de agosto de 2014

No existe lo 100% light no te confiés se debe comer con medida

Si estás a dieta o en plan de mantenimiento leé con atención las verdades y mentiras de los alimentos light. ¿Qué tan cierto es que no engordan o que contribuyen a adelgazar?
Tené en cuenta que los alimentos etiquetados como ligeros (ligth) solo tienen un porcentaje del 25 al 35 menos de calorías que los productos normales. “Tienen menos calorías, no cero, lo que significa que igual podés engordar si los consumís en exceso”, dice la dietista Litcy Becerra.

El principal peligro de este tipo de alimentos procesados es que las personas al ingerirlas se creen ‘blindadas’ para no engordar y amparadas en esa falsa creencia (de que los alimentos light no engordan), consumen más de lo normal y terminan ganando peso.

Dietético, diet o light
Los productos dietéticos están destinados a satisfacer las necesidades particulares de nutrición y alimentación de determinados grupos poblacionales (celíacos, hipertensos, diabéticos, con colesterol alto, lactantes, etc.). Diet es dietético en inglés y ligth establece que el producto tiene un 25% menos de su valor energético o de contenido de carbohidratos, azúcares, grasas totales, grasas saturadas, colesterol o sodio con respecto al producto original.

Si querés lograr tu objetivo de mantener un peso saludable o adelgazar, debés incorporarlos como parte de una alimentación sana y combinarlos con ejercicio físico regular.

Un alimento para ser light, en teoría debe tener un 30% menos de calorías que su equivalente nutricional e incluir en su etiquetado la información nutricional de ambos alimentos (ligero y no ligero).
Asumiendo que los alimentos light no son la alternativa para consumir más cantidad, sino para reducir el número de calorías, surge otra interrogante ¿son saludables?

“No hay nada más saludable que lo natural, las verduras, las frutas y mucha agua. Eso no le hace daño a nadie”, responde Becerra.

¿Aún te quedan dudas? ¿Querés saber si podés tomar un refresco light al día? La respuesta es un no rotundo, solo eventualmente; nada mejor que un vaso de agua o un jugo natural.

¿Lo light adelgaza? Nuevamente no. ¿En cantidades, hasta la lechuga engorda? La dietista dice que las verduras verdes y de hojas livianas llenan más pero no engordan, mientras que las que contienen azúcares como las carnosas (zanahorias, remolachas, berenjenas) hay que consumirlas con medida, igual que las frutas como la uva y el guineo

domingo, 3 de agosto de 2014

El motivo del porqué no resultan la mayoría de las dietas

La dieta de la Zona, la paleolítica, la de los alimentos verdes, la macrobiótica, la Atkins, la disociada, la hipocalórica de toda la vida... da igual el régimen que se siga, la mayoría de ellos terminan fracasando. “Y por lo general, no es por falta de voluntad”, asegura la doctora Reina García Casas, autora, junto a Alejandro Lorente, del libro EmoDieta.

Según estos dos especialistas, lo que muchos de nosotros no sabemos es que a menudo la causa de ese círculo vicioso (dieta-fracaso-efecto yoyó- dieta) es el factor emocional, ya que las emociones tienen un papel crucial en nuestra forma de comer.

“De poco sirve seguir una dieta perfecta si no sabemos por qué comemos mal, y si nos faltan las herramientas o los recursos necesarios para manejar la ansiedad, los nervios, el estrés, la soledad o los estados depresivos.

Las emociones mal manejadas -y no otros factores, remarca García Casas- suelen ser quienes nos inducen a comer de forma incorrecta e incontrolada, y motivo por tanto de que la mayoría de los regímenes fracase”.

En las emociones está, pues, la clave, coinciden estos dos especialistas en Nutrición. Y para ello habría que comenzar por mirar el recorrido vital único y los antecedentes personales, familiares, sociales y clínicos que han marcado la relación de la persona obesa o con tendencia a engordar con la comida, desde su más tierna infancia.

“No se puede mirar para otro lado. Debemos identificar nuestros patrones de conducta alimentaria y de dónde vienen nuestras peculiaridades... ¿De nuestra madre, de nuestro padre, de nuestro estrés en el trabajo, de nuestra forma de ser excesivamente complaciente? Solo de este modo será posible abordar con éxito las raíces del sobrepeso, como comento, frecuentemente asociado a factores emocionales”, explica Lorente.

Si la clave de por qué estamos gordos está en las emociones, ¿cómo detectamos cuál es nuestro motivo personal?

Deberíamos empezar por valorar nuestras propias características personales, nuestro estilo de vida y nuestros problemas en la esfera de lo social, laboral y familiar.

Se trata de aprender a comer bien, pero también de poner énfasis en el conocimiento de la persona. No se puede generalizar. Los nutricionistas están acostumbrados a tratar a sus clientes como si todos respondieran a un mismo patrón.

Es decir, lo que suelen hacer es aconsejar una reducción calórica, que variará según el tipo de dieta, y ejercicio. Todo eso, ciertamente, es adecuado. Pero deberían considerar también las singularidades mentales y vitales de las personas que acuden a sus consultas.

De poco sirve suministrar al paciente unas normas dietéticas, por muy acertadas que estas sean si, además, no se le ofrecen herramientas, instrumentos y habilidades para enfrentarse a las emociones con el fin de evitar recurrir a la comida como forma de consuelo, premio o recompensa fácil e inmediata si tiene un contratiempo. Mente y cuerpo: hay que atacar desde los dos frentes.

Adelgazar es una de las tareas más difíciles que existen en este mundo.

Es difícil sí, pero por eso mismo hay que empezar por despedirse definitivamente de todo tipo de excusas y autoengaños.

Hay que saber reconocer los distintos tipos de excusas, como cuando nos decimos a nosotros mismos frases del tipo “trabajo mucho, ahora no puedo, estoy muy estresado, estoy agobiado, mejor el mes que viene...”; o familiares... “con los niños, mi pareja, mis padres... es muy difícil”; sociales: “con los niños, mi pareja, mis padres, me es muy difícil”.

O existenciales: “la comida rápida es más barata y me la preparo en un momento”, “adelgazar es caro”, “de algo hay que morir, quiero ser feliz”, “mi abuela murió a los 95 años y siempre fue obesa”, “total, si ya nadie me mira, es el único placer que me queda”...

Este diálogo interno debe desaparecer poco a poco de nuestra cabeza.

Si nos centramos en las emociones, ¿qué ocurre con las calorías, las cantidades, las mezclas, o las separaciones en el plato?

Más que de la proporción de nutrientes, nos hemos de preocupar de la calidad de los mismos. Es decir, lo importante es que aprendamos a diferenciar entre las diversas fuentes de nutrientes: grasas "malas" y de grasas buenas, de proteínas malas y de proteínas buenas, de hidratos de carbono malos y de hidratos de carbono buenos.

De forma general, ¿cuáles serían sus recomendaciones sobre los alimentos buenos?

A grandes rasgos, es esencial seguir las siguientes pautas alimenticias: escoger alimentos integrales y mínimamente procesados, vegetales (de gran variedad de colores, pero no patatas), tomar cereales integrales (trigo integral, avena no procesada, arroz integral y quinua), y frutas enteras (no zumos); frutos secos, legumbres (incluida la soja) y otras fuentes saludables de proteínas (pescado y carnes blancas, como el pollo, el pavo o el conejo), y utilizar aceite de oliva, preferiblemente extra y de la primera presión en frío.

También, claro está, beber agua, y otras bebidas naturalmente sin calo-

rías (té, infusiones y café).

¿Y cuáles son los alimentos que, a su juicio, deberíamos evitar?

Mejor limitar el consumo de bebidas azucaradas (bebidas refrescantes, zumos de fruta, bebidas para deportistas), zumos de fruta naturales (no más de un vaso pequeño al día), cereales refinados (pan blanco, arroz blanco, pasta blanca, cereales refinados) y dulces; patatas, especialmente fritas.

Pero también de otro tipo; carnes rojas (cerdo, cordero) y, sobre todo, procesadas (tocino, salchichas, embutidos), y otros alimentos muy procesados del tipo de los snacks, precocinados industriales congelados, o comida rápida.

¿Se mantiene el dicho que reza lo siguiente: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”?

Sí, este dicho refleja una gran sabiduría popular. Parece ser que el organismo aprovecha más la energía de los alimentos que se consumen por la noche que los que se ingieren por la mañana. Es decir, si comemos más por la noche, tendremos más tendencia a engordar.

Tiene su lógica pensar que durante la mañana debemos comer más para disponer de la energía y los nutrientes necesarios para poder realizar eficientemente las actividades físicas e intelectuales que se tienen que realizar a lo largo del día y rendir al máximo.

Por contra, numerosos estudios muestran que saltarse el desayuno o desayunar poco y mal disminuye el rendimiento físico e intelectual por la mañana.

Pero para poder desayunar bien, se ha de cenar ligero, y si uno se acuesta tras una cena pesada, solo será capaz de tomarse un café (...).

¿Por qué se recomienda tantas veces comer despacio?

Porque la señal de saciedad tarda en llegar al cerebro desde el tubo digestivo por lo menos 20 minutos.

Por eso, si comemos rápido, probablemente tomaremos más alimentos de los que necesitemos antes de sentirnos saciados.

Por eso es importante tratar de comer conscientemente.

Es decir, lentamente, masticando bien y prestando plena atención al acto de comer, percibiendo el aspecto de los alimentos, su temperatura, su color, olor, sabor...

Un truco interesante es llevarse a la boca pequeños bocados y dejar los cubiertos sobre la mesa entre bocado y bocado, mientras se mastica lentamente.

¿Nos recomienda algún otro truco de buen comedor (en el mejor sentido de la palabra)?

Puede parecer irrelevante, pero lo cierto es que el ritual que acompaña al acto de la comida es también importante para comer menos, disfrutar más y no engordar.

En este sentido, es importante poner bien la mesa, presentar bien los alimentos que se vayan a tomar y no ponerlo todo en la mesa a la vez, sino ir trayendo los platos uno a uno.

Lo que de verdad aconsejamos es no comer en el sofá delante de la tele encendida. Es totalmente contraproducente.

sábado, 2 de agosto de 2014

Cambios en la comida para recortar calorías

Comer sano no siempre tiene que significar cambiar totalmente tu forma de alimentación. A veces con solo cambiar un ingrediente, puedes reducir las calorías o aumentar el valor nutricional.

Sustituye la granola por avena: Este desayuno aparentemente sano puede estar increíblemente lleno de azúcar. En su lugar, haz una gran olla de avena y disfruta de una pequeña porción durante toda la semana.

Reemplaza la crema por yogur: El yogur griego es un alimento muy versátil. Si le agregas fruta es dulce, y si incorporas una cucharada a los tacos es sabroso. Prefiere el yogur griego antes que la crema agria, que tiene mucha más proteína y menos grasa.

En lugar de los espaguetis corrientes, elige los de calabaza: Para disfrutar de unos fideos más saludables, prueba los espaguetis de calabaza, que son más bajos en calorías, pero ricos en fibra.

Opta por col rizada o espinaca en vez de la lechuga común y tendrás una comida perfectamente sana.