jueves, 30 de julio de 2015

10 razones para eliminar al azúcar

No contiene nutrientes esenciales y es mala para los dientes Los azúcares agregados, como la sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa, contienen muchas calorías sin ningún nutriente esencial. No tiene proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas o minerales, sólo pura energía. Cuando una persona consume hasta 10 o 20 % (o más) de calorías de azúcar, esto puede convertirse en un gran problema y contribuir a deficiencias en nutrientes. El azúcar es también mala para los dientes porque provee energía fácilmente digerible para las bacterias nocivas en la boca. Es alto en fructosa, la cual sobrecarga al hígado Antes de entrar al torrente sanguíneo desde el aparato digestivo, el azúcar se divide en dos azúcares simples: glucosa y fructosa. La glucosa se encuentra en cada célula viva del planeta. Si no la incorporamos mediante la dieta, el cuerpo la produce. La fructosa es diferente. El organismo no la produce en ninguna cantidad significativa y no hay ninguna necesidad fisiológica de ella. Y sólo puede ser metabolizada por el hígado en cantidad limitada. Esto no es problemático si se consume poca (por ejemplo, la que contienen las frutas) o recién se finaliza una sesión de ejercicios. En ese caso, la fructosa se transformará en glucógeno y será guardada en el hígado hasta que se necesite. Sin embargo, si el hígado está lleno de glucógeno (lo cual es mucho más común) consumir mucha fructosa lo sobrecarga, forzando a convertirla en grasa. Y cuando se consumen grandes cantidades de azúcar de manera repetida, este proceso puede llevar a desarrollar hígado graso y una larga serie de problemas serios. Hay que tener en cuenta que nada de esto se aplica a las frutas, ya que es casi imposible consumir fructosa en exceso comiendo fruta. Sobrecargar el hígado con fructosa puede causar hígado graso Cuando la fructosa se convierte en grasa dentro del hígado, es transportada hacia el exterior en forma de partículas de colesterol VLDL. Sin embargo, no toda la grasa se expulsa del hígado, parte de ella puede quedar alojada. Y esto puede causar hígado graso no alcohólico, un problema creciente en países occidentales, el cual se asocia fuertemente con enfermedades metabólicas. Los estudios muestran que los individuos con hígado graso consumen entre dos y tres veces más fructosa que una persona estándar. Produce resistencia a la insulina La insulina es la hormona que permite al azúcar ingresar a las células desde el torrente sanguíneo mientras les ordena que comiencen a quemar glucosa en vez de grasa. Tener demasiada glucosa en la sangre es altamente tóxico y una de las razones detrás de ciertas complicaciones de la diabetes, como la ceguera. Y uno de los principales rasgos de la disfunción metabólica causada por la dieta occidental es que la insulina deja de trabajar como debería y las células se vuelven resistentes a ella. Esto se conoce como resistencia a la insulina, y se cree que es una causa clave detrás de varias enfermedades, incluyendo el síndrome metabólico, la obesidad, los problemas cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Y muchos estudios muestran que el consumo de azúcar está asociado con la resistencia a la insulina, especialmente cuando se consume en grandes cantidades. La resistencia a la insulina puede progresar a diabetes tipo 2 Cuando las células se vuelven resistentes a los efectos de la insulina, las células beta en el páncreas comienzan a producir más. Esto es crucial, porque los niveles crónicamente elevados de azúcar en sangre pueden causar problemas severos. Eventualmente, mientras la resistencia a la insulina se vuelve peor, el páncreas no puede sostener la demanda de producir la insulina suficiente para mantener los niveles de azúcar bajos. En este punto, el azúcar en sangre se eleva súbitamente y un diagnóstico de diabetes tipo 2 es inminente. Y considerando que el azúcar puede causar resistencia a la insulina, no sorprende que las personas que consumen bebidas endulzadas pueden tener un riesgo hasta 83 % mayor de sufrir diabetes tipo 2. Favorece al cáncer El cáncer está causado por la multiplicación y el crecimiento descontrolado de células. Y la insulina es clave en la regulación de este comportamiento celular. Por esta razón, muchos científicos piensan que los niveles de insulina altos (una consecuencia del consumo de azúcar) podría contribuir al cáncer. Adicionalmente, los problemas metabólicos asociados con el consumo de azúcar son una causa probada de inflamación, la cual también favorece potencialmente la aparición del cáncer. En este sentido, estudios múltiples muestran que las personas que consumen demasiado azúcar tienen un riesgo mucho más elevado de sufrir cáncer. Tiene efectos promotores de la acumulación de grasa Alimentos diferentes pueden tener efectos diferentes en el cerebro y en las hormonas que controlan la ingestión de comida. Y los estudios muestran que la fructosa no tiene la misma clase de efectos en la saciedad que la glucosa. En un estudio, un grupo de personas bebió alternativamente bebidas endulzadas con fructosa o con glucosa. Luego, los que bebieron fructosa tuvieron una actividad mucho menor en los centros de saciedad del cerebro y se sintieron más hambrientos. Hay también un estudio en el cual la fructosa no hizo descender la hormona ghrelina, reductora del apetito, de la misma manera en la que sí lo hizo la glucosa. Con el tiempo, y como las calorías del azúcar no sacian, esto puede traducirse en un consumo elevado de calorías. Causa una emisión masiva de dopamina en el cerebro Al igual que muchas drogas, el azúcar causa que se libere dopamina en el cerebro. El problema con el azúcar y con muchas comidas chatarra es que causa una emisión masiva de esta hormona, mucho mayor a la que el organismo está usualmente expuesto de manera natural. Por esta razón, las personas susceptibles a la adicción pueden volverse fuertemente adictas al azúcar y a otras comidas chatarra. Así, el mensaje “consumir con moderación” podría ser una mala idea para la gente adicta a la comida chatarra, porque lo que realmente funciona contra la verdadera adicción es la abstinencia. Contribuye a la obesidad en niños y adultos La manera en la que el azúcar afecta a las hormonas y el cerebro es una receta para ganar peso. Lleva a disminuir la saciedad y puede hacer que las personas pierdan el control sobre su consumo. Así, no sorprende que las personas que consumen mucha azúcar son las que más tienden a volverse obesas. Esto se aplica a todos los grupos etarios. Muchos estudios han examinado el vínculo entre consumo de azúcar y obesidad, encontrando una fuerte asociación estadística. Este vínculo es especialmente fuerte en niños, en quienes cada porción de bebidas endulzadas con azúcar está asociada con un 60 % de aumento en el riesgo de obesidad. Así, una de las elecciones más importantes que se pueden tomar para perder peso es reducir significativamente el consumo de azúcar. Eleva el colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas Por varias décadas, se ha culpado a las grasas saturadas por problemas cardíacos. Sin embargo, nuevos estudios muestran que las grasas saturadas son inocuas. Y la evidencia muestra que es el azúcar, no la grasa, una de las causas principales detrás de las enfermedades del corazón, y la causa son los efectos de la fructosa en el organismo. Algunos estudios muestran que las grandes cantidades de fructosa pueden elevar los triglicéridos y el colesterol LDL denso y pequeño y el LDL oxidado (ambos nocivos), además de subir la glucosa en sangre, los niveles de insulina y la obesidad abdominal. Y todo esto en apenas 10 semanas. No sorprende, entonces, que muchos estudios observacionales hayan encontrado una fuerte asociación estadística entre el consumo de azúcar y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Té de jengibre para perder peso

El jengibre tiene más beneficios de los que te imaginas, y tomarlo en té ayuda a bajar de peso además de mantenerte sana. Antes de darte la receta te vamos a decir todas las maneras en las que este té va a mejorar tu salud. 1. Nuevos estudios han demostrado que el jengibre ayuda a prevenir y combatir el cáncer, especialmente el de ovario. 2. Si padeces del síndrome de intestino irritable el jengibre te ayuda a aliviar los síntomas. 3. También ayuda a prevenir la pérdida de células cerebrales que provoca el Alzheimer. ¿CÓMO ME AYUDA A BAJAR DE PESO? 1. Ayuda a digerir mejor la comida si lo tomas antes de cada alimento. Estimula los jugos gástricos para que todo pase más rápido y no se fermente en tu tracto digestivo. 2. Funciona como un quemador de grasa natural. Tomar jengibre ayuda a que el peso que pierdas sea de grasa y no simplemente agua. 3. Te ayuda a sentirte más llena. 4. Ayuda a manejar los niveles de glucosa. Esto no sólo te permite bajar de peso, también te mantiene más despierta durante el día. 5. Disminuye la inflamación y el gas para que tu abdomen se vea más plano casi instantáneamente. 6. Mejora tu metabolismo. Por si fuera poco, como el jengibre mejora tu circulación también le da un empujón a tu vida sexual. CÓMO PREPARAR EL TÉ Puedes comprar el jengibre natural en el súper. Lávalo bien para quitarle toda la tierra y pélalo si lo deseas (si está bien lavado puedes dejarlo sin pelar). 100 gramos de jengibre te rinden para aproximadamente 3 tazas de agua (si te parece muy fuerte el sabor lo puedes diluir después). Una vez que esté limpio pica o ralla el jengibre. Hierve las tres tazas de agua y agrega una cucharada de lo que picaste. Reduce el fuego para que no burbujee y déjalo reposar por 15 minutos. Apaga la flama, espera otros 5 minutos y usa un colador para quitar los pedacitos antes de servir. El té se puede tomar caliente o frío y lo puedes guardar en el refrigerador hasta por tres días. Te recomiendo tomar un vasito de agua antes de cada comida o, si es demasiado para ti, con el desayuno. Vuélvelo parte de tu rutina, le puedes agregar limón y un poquito de miel de abeja si lo deseas. Como tip extra, también reduce los cólicos menstruales.

miércoles, 22 de julio de 2015

La obesidad se ha convertido en mal emergente en China

China, un país que hasta hace pocas décadas tenía problemas para alimentar a gran parte de su población, observa con preocupación cómo el sobrepeso y la obesidad se han convertido en males emergentes que cada vez inquietan más a las autoridades.
Y es que los chinos cada vez pesan más, concretamente una media 3,5 kilos más que hace una década los hombres y 2,9 kilos más las mujeres, según un estudio de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, que compara datos de 2012, los últimos disponibles, con los de 2002. "Las tasas de sobrepeso y obesidad están creciendo a un ritmo preocupante en China”, afirma el representante en el país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bernhard Schwartländer.
Un 11,9 % de los adultos chinos sufre de obesidad (frente al 7,1 por ciento de 2002) y un 30,1 % sobrepeso (ante el 22,8 % de hace una década), de acuerdo el informe de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar.
"Como en otros países, el aumento de las tasas de sobrepeso y obesidad de China son el resultado de cambios en el estilo de vida: por una parte, las dietas ahora tienen más grasas y azúcares y, por otra, la gente no hace suficiente actividad física”, apunta Schwartländer.
"En el campo a lo mejor la vida no ha cambiado tanto y la gente lleva una vida más normal, pero los jóvenes de las ciudades no comen con regularidad, a veces no desayunan y toman demasiada comida por la noche”, corrobora Guo, médica de un hospital de Pekín que prefiere identificarse sólo por su apellido.
Guo subraya también los efectos negativos de la implantación de las cadenas de comida rápida, cada vez más habituales en las urbes chinas y muy populares entre los más jóvenes.
El responsable de la OMS indica, por su parte, que la vida se ha vuelto más sedentaria por la naturaleza de muchos empleos y porque en las ciudades se dedica mucho tiempo a ir y volver del trabajo y no siempre andando o en bici, lo que hace que se practique menos ejercicio.
" La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en China ya supone grandes riesgos para la salud del país, ya que son los principales factores de riesgo de enfermedades no contagiosas como las cardíacas, la diabetes o algunos tipos de cáncer”, advierte Schwartländer.

Y la doctora Guo abunda: "Hay muchas enfermedades relacionadas, como la hipertensión, el colesterol y problemas en los huesos y las articulaciones debido a la mayor presión que ejerce el sobrepeso”. (EFE)

Un asunto preocupante de salud pública

Tasa Las tasas de China son todavía inferiores a los promedios mundiales (un 13% en lo referente a la obesidad y un 39% en el sobrepeso, conforme a las estadísticas de la OMS), aunque lo que más preocupa a los expertos es su rápido crecimiento, sobre todo en los niños y niñas.
Niños El estudio de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar muestra que la tasa de obesidad infantil se ha triplicado en una década y alcanza el 6,4%, mientras que el sobrepeso se duplicó hasta el 9,6%. "De mantenerse las tendencias, China alcanzará la media mundial en breve”.



martes, 21 de julio de 2015

Científicos proponen un nuevo tipo de cirugía para combatir la obesidad



Un grupo de científicos ha probado con éxito en ratones una nueva técnica quirúrgica que podría llegar a sustituir a las "complicadas" e "invasivas" operaciones de reducción de estómago en humanos, publica hoy la revista británica "Nature".

Este nuevo procedimiento, desarrollado por expertos del Vanderbilt University Medical Center de Nashville (EE.UU.), consiste en desviar flujo de bilis hacia la parte final del intestino delgado -el íleon-.

El resultado sobre la pérdida de peso en roedores obesos es comparable al que ofrecen métodos más tradicionales, como la gastrectomía vertical o la cirugía bariátrica.

En esta última, que requiere una mínima incisión al ser por vía laparoscópica, se usan corchetes quirúrgicos para reducir el estómago del paciente, que se une a un asa de intestino delgado mediante el denominado by-pass gástrico.

Por contra, la gastrectomía vertical extirpa hasta el 90 por ciento del estómago del paciente y el órgano queda reducido a una especie de conducto con una capacidad de absorción aproximada de 50 a 60 gramos.

En ambos casos, el resultado es que el paciente come menos y, al mismo tiempo, absorbe menos del alimento que ha ingerido, por lo que figuran entre los métodos quirúrgicos "más efectivos" para lograr "una pérdida de peso duradera" y "revertir los síntomas de la diabetes en humanos", apuntaron los autores de la citada investigación, con el experto Naji Abumrad a la cabeza.

Estudios anteriores, recuerdan, también han demostrado que los ácidos biliares potencian los "efectos metabólicos positivos" que generan los by-pass gástricos.

Teniendo en cuenta este conocimiento, Abumrad y sus colegas conectaron la vesícula biliar de ratones obesos a diferentes partes del intestino delgado y compararon después los "beneficios metabólicos" que tuvo esta intervención con los de un by-pass durante un periodo de hasta ocho semanas.

Los expertos descubrieron que la simple inyección de flujo de ácido biliar en el íleo es suficiente para obtener efectos similares a los que generan "procedimientos quirúrgicos tradicionales más complicados".

Al parecer, esos efectos son consecuencia de una reducción en la absorción de grasa en el intestino delgado y a cambios en la microbiota o flora intestinal, según el estudio.

Aunque este nuevo procedimiento es "menos invasivo" y más sencillo desde el punto de vista técnico, los autores advierten de que su seguridad y eficacia a largo plazo no han sido aún determinados.

Además, sostienen, esta técnica podría ser inviable para pacientes obesos o diabéticos cuyas vesículas biliares han sido extirpadas para combatir los cálculos biliares.

También es aún pronto para conocer con exactitud hasta qué punto esta nueva intervención quirúrgica es reversible.

sábado, 18 de julio de 2015

6 frutas que nos ayudan a adelgazar

Todas sabemos que es la mejor manera de quemar grasa, pero junto a buena alimentación, y investigando un poco conoceremos cuáles son las seis frutas que nos ayudan a adelgazar, ojo que hay frutas que nos ayudan a estimular el apetito, y eso no queremos, como es el caso de la mandarina, manzana y el melón, lo ideal es tomarlos solamente en forma de jugo o licuados hechos con agua.

Si quieres aprender un poco más en cómo adelgazar comiendo saludablemente, y añadiendo a tu dieta más frutas, te damos la siguiente información...

1.- La sandía: Es rica en minerales y vitaminas, es diurética y energética Se puede hacer un puré con la pulpa o beber un té hecho con las semillas trituradas en medio litro de agua. No tiene ningún sabor y se toma frío o caliente.

2.- La piña: Si tienes una digestión lenta, toma piña, también tiene propiedades antiinflamatorias, y es una de las frutas baja en azúcar. Tómalo en jugo bien frío en el verano.

3.- La pera: Es rica en hierro y potasio, estimula la producción del jugo gástrico, activando la digestión, es ligeramente laxante y combate la hinchazón corporal tan típica del calor. Las podemos consumir haciendo una rica compota, la cual puedes preparar al horno con agua y miel (o edulcorante).

4.- El limón: Reduce los niveles de colesterol y es eficaz en dietas de adelgazamiento. Úsala en ensaladas, jugos y carnes, quedan muy buenos.

Por su alto contenido en vitamina C fortalece nuestro sistema inmunológico, también reduce la presión arterial, ayuda a la digestión.

5.- El pomelo o toronja: Es un buen diurético natural y purifica el hígado. Podemos usar las cáscaras del pomelo y hacer una infusión hirviéndola en medio litro de agua o con las hojas de la planta en un litro de agua. Un vaso después del almuerzo y la cena, y adiós al colesterol.

6.-El durazno: Tiene múltiples propiedades, combate el estreñimiento, elimina toxinas que causan celulitis y acné, inclusive es buena para el mal aliento. Prepáralo poniendo agua hirviendo sobre las hojas de esta planta, se deja descansar y enfriar para tomarlo cada cuatro horas.

viernes, 17 de julio de 2015

Lanzan campaña contra la obesidad y el sobrepeso

Convocan a la tercera versión de la campaña contra la obesidad y sobrepeso denominada “Por amor a la vida”, organizada por la primera empresa Catering de Alimentos Nutricionales (FOODVAL) y Premier Fitness Club Megatlon.

La gerente del gimnasio Megatlon, Carla Mariscal, informó que en el lapso de seis meses las personas seleccionadas deberán proponerse bajar de peso dependiendo del grado de obesidad en el que se encuentren.

Por su parte, la gerente de FOODVAL, Carmen Alba anunció que a partir del registro de inscripción, previsto entre el 20 y 23 de julio, habrá una pre evaluación de las personas inscritas que consistirá en el examen gratuito de laboratorio, físico y nutricional para luego abrir la nueva temporada.

jueves, 16 de julio de 2015

Bypass Gástrico bioenergético para perder peso



El programaintegral Bypass Gástrico Bionergético (BGB) para bajar de peso no es invasivo y evalúa la salud tratando el cuerpo, la mente y el espíritu, explica el experto Arturo Acuña Jaramillo, quien llegó desde México para dictar un taller de dos días basado en sus 25 años de experiencia como terapeuta alternativo.

Según Acuña, este programa utiliza la tecnología holística contemporánea que consiste en trabajar el área bioenergética (chacras, energía) de la persona y la reprogramación cognitiva-conductual con respecto a la comida e hipnosis consciente para controlar la calidad y cantidad de lo que la persona ingiere. “Éste se lleva a cabo durante tres meses con sesiones semanales el primer mes y luego quincenal hasta cumplir los tres meses de programa para dar el alta”.

Todas las personas mayores de 18 años con sobrepeso u obesidad moderada pueden someterse a este tratamiento, según Acuña. También es indicado para quienes tienen patologías como la diabetes, problemas de tiroides, cardiovasculares e hipertensión arterial. No es recomendable para quienes sufren de anorexia o bulimia.

El programa BGB toma tres meses para el logro del objetivo. “Es una terapia, no un régimen. Lo que se busca es instaurar nuevas pautas conductuales con respecto a la comida, así como busca crear conciencia sobre el autocuidado personal y el ejercicio físico”, precisa el experto.

Los resultados se ven a la semana, pues se pierden dos kilos, y al mes se disminuyen hasta seis. Todo depende de la respuesta del paciente, ya que todos los organismos y metabolismos son distintos. También depende de la edad y del género, hay clientes que han bajado 25 kilos en los tres meses de programa.

El éxito radica en que se consideran otras terapias anexas, como ejercicio físico, drenaje linfático corporal y/o masajes reductivos. “Se orienta a la persona para que complemente el proceso con toda la tecnología estética vigente (radiofrecuencia y cavitación). Aún así, el precio del tratamiento es un décimo del quirúrgico y no tiene efectos secundarios ni de rebote”, afirma Acuña.

El BGB tiene una efectividad de 90% en los pacientes que han seguido las indicaciones, según el experto.

En los días en que permaneció en Bolivia, Acuña preparó a terapeutas para que puedan aplicarlo a personas que lo requieran. El seminario contempló un 50% de teoría y un 50% de práctica. La visita de este experto fue promovida por Ilse Franck, maestra en Reiki Usui de la Escuela de Reiki La Paz.

Origen

Algunas causas de la obesidad son genéticas y psicológicas, además de hábitos de vida no saludables. Es un factor de riesgo que deriva en diabetes, hipertensión, afecciones cardiacas y cáncer.

Fuente: Arturo Acuña Jaramillo e Ilse Franck (escuela de Reiki La Paz).


Descubre cómo evitar la grasa según la zona del cuerpo

Un gesto habitual de las personas cada mañana es eligir la ropa que mejor le sienta y rechazar aquellas que no favorecen o ponen en evidencia esas formas que no se corresponden con el prototipo de cuerpo deseado. El objetivo para unos es esconder los michelines, para otros disimular las cartucheras... Pero, ¿por qué cada persona acumula grasa en unas zonas más que en otras? ¿A qué se debe y de qué manera se puede controlar?

Según Miguel Ángel Peraita, médico especializado en Medicina Biológica y Antienvejecimiento, explica que, a muy grandes rasgos se puede establecer la siguiente clasificación en función de en qué parte del cuerpo se localice la grasa. «Se trata de un repaso muy general de nuestras malas curvas, pues lo normal es que las obesidades vayan combinadas y las causas pueden ser aún más variadas».

Tórax, nuca y cara

Explica que la grasa acumulada en la parte superior del cuerpo se corresponde a la obesidad llamada alimentaria. Aparece con motivo de una ingesta calórica alta y mantenida. «¡Como todas!, pensará el lector. ¡Pues no! —asegura Peraita—. Es una grasa dura, localizada en tórax, nuca y cara. Por ello, se podrá combatir con una paulatina disminución de las calorías de nuestra dieta (no es aconsejable retirar más de 500 calorías de golpe, y que éstas deben repartirse entre carbohidratos, proteínas y grasas). Este tipo de acumulación es frecuente cuando se padecen problemas suprarrenales o de hormonas tiroideas».

Obesidad abdominal

Según este doctor especializado en Medicina Biológica, la obesidad abdominal (la típica del cervecero barrigón y de piernas delgaditas), está relacionada con problemas cardiovasculares. Aparece en relación a malas digestiones por deficiencias en el hígado y en el páncreas. Es frecuente en los casos de hiperinsulinismo; es decir, cuando se abusa de arroz, pan, dulces, cerveza, zumos, refrescos, etc.

En la mujer se suele dar cuando se padece estreñimiento severo. Solución:disminuye la cantidad de carbohidratos llamados rápidos, busca los de menor índice glicémico y utiliza suplementos que ayuden a regular la insulina (cromo, garcinia, vanadio, zinc, glutamina, fibra, etc.). Para el estreñimiento, la más sencilla de las soluciones es tomar antes de desayunar un kiwi más un vaso grande de agua, y otro antes de merendar si no resulta suficiente. Las semillas de lino suelen ser también muy efectivas.

Cuando la grasa abunda en la región de los «michelines», en los laterales de la cintura, tan frecuente en los hombres, estamos ante la obesidad sedentaria. «Cualquier tipo de entrenamiento, tanto aeróbico (cardiovascular) como anaeróbico (pesas) puede ser útil para luchar contra ella. Es habitual cuando se deja de hacer deporte y se sigue comiendo igual, o peor», asegura.

Obesidad circulatoria

La obesidad circulatoria es más típica de las mujeres. Cuando es por debilidad capilar, la grasa se localiza en piernas y brazos en forma de bota y la mujer no tolera bien el frío. Cuando afecta al sistema venoso, se localiza sobre todo en las piernas, y suele empeorar con los embarazos.

La linfática también afecta a las piernas, pero es dura, lisa y no se altera con los cambios de temperatura. «Son complicadas de tratar —puntualiza—, puesto que no se deben a la alimentación (aunque pueden empeorar con el consumo de alcohol, tabaco, azúcares, etc.). Aquí es muy importante la herencia (cómo estaba el sistema circulatorio materno). El ejercicio con cambios de ritmo va a mejorar el aspecto, pero necesitamos también recurrir a productos como aesculus, hamamelis, etc., para mejorar la circulación, drenajes linfáticos y descongestivos del hígado y del intestino».

Miguel Ángel Peraita advierte que ingerir menos calorías, en este caso, puede ser muy perjudicial, pues la mujer tiene un organismo muy preparado para la supervivencia, de manera que responde en contra de cualquier cambio a la que se sienta sometida. «Comer menos se compensa con un metabolismo más lento y una disminución en la capacidad de manejar las grasas como combustibles».

Obesidad genital

También corresponden a la mujer las obesidades genitales. Se localiza en las caderas. Del mismo modo que en el caso anterior, no es recomendable comer menos para quitar esta grasa puesto que se debe a factores hormonales, no dietéticos. «Es decir, las hormonas femeninas convierten este tejido en una grasa de reserva y no permiten que se eliminen. La mala utilización de píldoras anticonceptivas, situaciones de estrés y problemas emocionales, también pueden ocasionarla. Comer menos, sólo eliminará grasa en cara, cuello, pecho y cintura. Las caderas apenas cambiarán. Muchas mujeres se aburren de perder el tiempo con la dieta y cuando vuelven a comer normalmente, se "ganará” mucha grasa y en todo el cuerpo. La mejor forma de eliminar grasa en esa "molesta” zona (sólo se ha considerado "molesta” en los últimos 20 años), y posiblemente la única fórmula efectiva, es el ejercicio aneróbico. Es decir, hacer cardios en picos y pesas».

«Esto se debe —prosigue— al hecho comprobado de que la práctica de aeróbic o deportes de resistencia, quema grasa de todo el cuerpo, excepto de las caderas, pues en esta zona hay pocos receptores de adrenalina, que es la sustancia que moviliza los lípidos cuando se hace este tipo de ejercicio. El ejercicio anaeróbico, con cambios de ritmo intensos, por el contrario, es seguido por un periodo de varias horas en las que se quema bastante grasa, pero en reposo, con baja adrenalina. En ese momento se pierde grasa de todo el cuerpo, incluida la de las caderas».

miércoles, 8 de julio de 2015

Cinco mentiras que no ayudan a bajar de peso

Con la llegada del verano, son muchos los que buscan perder esa «barriguita» tan molestosa a la hora de ponerse el bañador. No obstante, también son otros tantos los hacen uso de trucos recurrentes para eliminar kilos, muchos de los cuales son mentiras que –incluso- pueden generar problemas al organismo. Entre los mismos destaca la creencia errónea de que, cuanto más sudas, más grasa quemas y que no hay mejor deporte para empezar a adelgazar que correr (puesto que, además, es barato). Así lo afirma, al menos, la versión digital del «Daily Mail» en base a una entrevista a Aj Odudu, un conocido entrenador personal británico.
1-Correr en verano

Correr en verano puede ser peligroso. En primer lugar, debido a que las altas temperaturas pueden afectar negativamente en nuestro organismo. A su vez, empezar desde cero a hacer carrera puede causar severas lesiones en las articulaciones si el peso que debemos desplazar es alto. La razón es sencilla: los huesos no están acostumbrados a moverse y, cada vez que se pisa sobre el suelo, sufren un leve impacto que puede ser dañino. Como alternativa, lo mejor es ponerse a las órdenes de un entrenador que –dependiendo de nuestra condición física- pueda establecer una rutina de ejercicios.
2-Cuanto más sudas, más grasa quemas

No existe mayor falacia que la que afirma que, cuanto más se suda, más grasa se está quemando. Nada más lejos de la realidad. Y es que, cada persona pierda líquido en más o menos medida dependiendo de varios factores como su herencia genética, la temperatura ambiente o la ropa.

Así pues, si escuchas a alguien decir que ha bajado de peso simplemente por el hecho de haberse puesto ropa gruesa (que los hay) no le creas ni una palabra. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, cuando se suda, lo que se está perdiendo es agua, y no grasa, lo que puede provocar deshidratación.
3-No hay que comer hidratos de carbono después de las seis de la tarde

Una mentira recurrente es la que afirma que ingerir hidratos de carbono a partir de las seis de la tarde engorda mucho más que hacerlo durante el día. No obstante, la realidad es que el cuerpo necesita la energía que transmiten los alimentos que cuentan con esta sustancia independientemente de la hora a la que se ingieran.

Eso sí, hay que encontrar un equilibrio y no comer hidratos de carbono en exceso. Nuevamente, lo mejor es acudir a un nutricionista que nos señale cuál es la cantidad idónea que necesita nuestro cuerpo a lo largo del día (la cual se calcula atendiendo a varios factores como el gasto de energía que tenemos en nuestro trabajo).
4-Un plato de cereales es un buen sustituto de una comida

Nada más lejos de la realidad. Los cereales del desayuno son alimentos procesados que tienen un alto índice glucémico (lo que significa que aumenta enormemente la glucosa en tu sangre, un fenómeno que, posteriormente, provoca que aumente tu cansancio de forma drástica). A su vez, la mayoría no contienen proteínas ni vitaminas, sino una ingente cantidad de azúcar, hidratos de carbono y –con algo de suerte- un poco de fibra. Por lo tanto, no hay mejor sustituto que una dieta equilibrada.
5-«Si no duele, es que no adelgaza»

Al hacer ejercicio, muchos siguen la norma de «si duele, es que adelgaza», pero la realidad es bien diferente. Y es que, el sobreentrenamiento puede provocar lesiones severas que nos hagan acabar en el hospital. Así pues, lo mejor que puedes hacer este verano es relajarte, ponerte en manos de un profesional y –poco a poco- ir perdiendo esos «kilitos» de más.

lunes, 6 de julio de 2015

Opciones para tratar la Obesidad

LA OBESIDAD Y LAS ENFERMEDADES QUE SURGEN A CONSECUENCIA DE ELLA SON, EN GRAN PARTE, PREVENIBLES | SI YA ESTÁ MUY EXCEDIDO DE PESO Y NO PUEDE BAJAR CON UNA DIETA SALUDABLE Y EJERCICIOS, LA CIRUGÍA PUEDE SER UNA OPCIÓN.

La obesidad es hoy en día muy frecuente en todas partes del mundo, incluyendo en nuestro país, por ello se la denomina la “Pandemia del siglo”.

Según estimaciones mundiales recientes de la Organización Mundial de la Salud en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años padecen de sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones son obesos. En Santa Cruz de la Sierra hace algunos años se realizó una pesquisa y se encontró que en la capital de departamento había cerca de un 30 por ciento de incidencia de sobrepeso y obesidad en adultos. Es decir que 3 de cada 10 personas padecía de este problema que no es un asunto meramente estético sino que afecta a la salud de las personas.

Las razones que explican de alguna manera esta elevada incidencia, que por cierto va en aumento progresivo, son la transformación en la cualidad de los alimentos que se consumen que son altamente refinados, muy fáciles de digerir y absorber desde el intestino hacia la sangre y con alto contenido calórico. El segundo factor se debe a una disminución progresiva de la actividad física al aire libre sobre todo en niños y jóvenes con grados de sedentarismo cada vez mayores y el tercero se debe a que existe en la actualidad hay una oferta de alimentos muy pobres en fibra y de alto contenido calórico como líquidos azucarados o harinas refinadas.

“La obesidad es el depósito excesivo de grasa en el organismo y que trae consigo otras enfermedades serias, denominadas comorbilidades, que terminan disminuyendo la expectativa y la calidad de vida de quienes tiene exceso de peso”, asegura el Dr. Sergio Aparicio Yuja, cirujano general de la Clínica Los Olivos y Presidente del Comité Nacional de Cirugía de Obesidad de la Sociedad Boliviana de Cirugía.



ÍNDICE DE MASA CORPORAL

El especialista asegura que se puede determinar que una persona está con algún grado de obesidad cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) supera los 30 kg/m2. Es justamente en base a este índice que se puede clasificar el grado de sobrepeso de una persona:

El IMC es normal entre 18 y 25.

Sobrepeso de 25 a 30

Obesidad grado I, de 30 a 35

Obesidad grado II, de 35 a 40

Obesidad grado III, de 40 a 45

Obesidad grado IV, mayor a 45.

“También se utiliza la circunferencia abdominal para determinar la cantidad de grasa corporal de un individuo. En las mujeres debe ser menor a 80 cm y en los varones debe ser menor de 94 cm”, dice Aparicio.

Existen tablas de peso ideal respecto a la talla de cada persona. Para determinar el grado de sobrepeso puede utilizar el Índice de Masa Corporal, que se calcula de la siguiente manera:

IMC=peso/ talla2

El especialista asegura que pese a que no es una medida del todo precisa sirve para hacer pesquisas masivas de manera sencilla. También se pueden encontrar fácilmente aplicaciones para teléfonos móviles que hacen el cálculo en forma automática.



ALTERNATIVAS ANTE LA OBESIDAD

Por supuesto que lo primero es educar a la población y tomar conciencia que se trata de una enfermedad seria, que disminuye la expectativa y la calidad de vida de las personas, por tanto se debe llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio.

Cuando ya hay obesidad existen alternativas actuales para el tratamiento van desde medicamentos que deben ser indicados y monitorizados por médicos endocrinólogos, hasta cirugías sobre el aparato gastrointestinal que alteran la cantidad y/o la absorción de lo que se ingiere o que llevan alimento sin digerir más rápidamente al final del intestino delgado, logrando así que se disparen los mecanismos normales que desencadenan la sensación de saciedad.

En cuanto a los tipos de cirugía que se realizan en todas partes del mundo, incluyendo en nuestro país, el Dr. Aparicio dice que se cuenta con:

La banda gástrica que consiste en la aplicación de un anillo restrictivo al inicio del estómago.

La manga gástrica que es la extirpación de la curvatura mayor del estómago, dejando un nuevo estómago en forma de un tubo muy delgado. Este procedimiento es el que se realiza con más frecuencia

El bypass gástrico con algunas variantes que consiste en crear un estómago muy pequeño, con una salida muy angosta, además de crear un puente de intestino delgado donde no se absorba el alimento ingerido, entre otros (switch duodenal, plicatura gástrica, bipartición intestinal).



¿CUÁNDO SOMETERSE A UNA CIRUGÍA?

El especialista asegura que la indicación de cirugía se establece en cualquier paciente con IMC superior a 40 o con IMC de 35 o mayor, pero que además tengan alguna enfermedad asociada a la obesidad (denominadas comorbilidades) como diabetes, hipertensión arterial, apnea del sueño, problemas articulares, elevación del colesterol, entre muchas otras.

“Cualquiera de las cirugías que se realicen, como en otros procedimientos pueden presentar algunos riesgos, pero en general son menores a los propios de la obesidad. Los riesgos puede ser desde la dehiscencia de las suturas gastrointestinales, que requieren algunas veces reintervenciones para solucionar el problema hasta la formación de coágulos en las venas de las piernas. En otros casos puede haber deficiencias de vitaminas que, en general, son fácilmente solucionables con la administración de suplementos”, asegura Aparicio.



CUIDADOS ANTES Y DESPUÉS DE UNA CIRUGÍA

“Antes del procedimiento lo primero que se debe hacer es una evaluación interdisciplinaria del paciente entre varios especialistas (endocrinólogo, psicólogo—psiquiatra, cardiólogo, neumólogo, nutricionista, etc.). Se debe realizar una endoscopia alta, laboratorios y otros exámenes que se individualizan de acuerdo a cada caso”, explica Aparicio.

Desde el inicio del proceso el paciente recibe ciertas recomendaciones nutricionales que hacen que baje algo de peso hasta el momento de la cirugía. Después de la misma, la persona durante al menos un mes debe ingerir alimentos líquidos o semilíquidos en pequeñas porciones para cuidar las suturas.

Por otro lado, el paciente debe realizar muy precozmente actividad física moderada y sobre todo acudir disciplinadamente a los controles requeridos por el equipo médico-quirúrgico.

Cabe mencionar que en nuestro medio estos procedimientos se realizan desde hace más de 12 años en la mayoría de los casos por vía laparoscópica, lo que acelera el proceso de recuperación de los pacientes.

“Los resultados en nuestro medio evaluados por el equipo médico, son comparables a los presentados en el resto del mundo: se logran pérdidas de peso de más del 50 por ciento del exceso, durante el primer año posterior a la cirugía, suficiente para lograr una expectativa de vida similar al resto de la población, mejorando la calidad de vida de las personas. La pérdida de peso ha sido sostenida en el tiempo, es decir, que no hay una reganancia sustancial de peso después de varios años en más del 85 por ciento de los casos. Pero el 15 por ciento restante de los pacientes, después de los dos años, gana varios kilogramos, pero en ningún caso han alcanzado su peso anterior a la cirugía”, asegura.

Una de las causas por la que el paciente gana nuevamente peso se debe a la ingestión de abundante cantidad de líquidos azucarados.

viernes, 3 de julio de 2015

La obesidad en la tercera edad tiene sus riesgos

Antes se creía que estar gordito era una señal de que se tenía buena salud, hoy en día la obesidad es una de las enfermedades que más preocupa, por las consecuencias y complicaciones que acarrea. Desafortunadamente, entre los grupos más afectados está el de las personas de la tercera edad, pues su metabolismo va cambiando y por esa misma razón se requiere de una buena alimentación saludable, señaló la nutricionista Verónica Vargas.

¿Cuáles son las causas? Vargas indicó que hay muchas, pero entre las más relevantes está: los malos hábitos alimenticios, falta de ejercicios físicos, el factor económico (para elegir una alimentación más sana) yhasta los factores psicológicos, entre los que se destaca está la discriminación.

Síntoma. Uno de los síntomas que se presenta es la acumulación de grasa en la parte del diafragma (parte abdominal), provocando la dificultad para respirar, cansancio al caminar y sudoración excesiva con mal olor.

Alimentos que no se deben consumir. Evitar comer carnes que contengan mucha grasa, no exagerar con la sal o el azúcar, frituras, pastas, panes y otros. Cabe recordar que todo en exceso es malo, todo con medida, al cuerpo le hace bien.

Complicaciones. Son múltiples las enfermedades que se pueden presentar, causando más daño, como la hipertensión arterial, ácido úrico, cáncer de colon, enfermedades cardiacas, diabetes, problemas óseos, cálculos biliares y problemas del hígado, entre los principales.

Tratamientos. La mejor forma de combatir la enfermedad es cambiar el hábito alimenticio, hacer ejercicios físicos y terapias farmacológicas. "Siempre y cuando se tenga el asesoramiento de un especialista", apuntó Vargas.

Recomendación. Las personas de la tercera edad son más delicadas y por eso deben ser atendidas por especialistas como el cardiólogo, para ver la cantidad de grasa que tiene el corazón; psicólogos porque la obesidad los deprime; nutricionistas para una orientación sobre los alimentos que deben consumir y así bajar de peso.

jueves, 2 de julio de 2015

Dejaste la dieta? Todavía hay esperanza

La primera regla es saber cuál es la motivación que nos lleva a reducir las calorías de nuestra dieta diaria para perder los kilos que están de más. Normalmente obedecen a cuestiones de estética, bienestar y salud.

“Todas las razones son legítimas, pero hay que tenerlas bien claras para cuando aparezcan las dificultades en el transcurso de la dieta”, recomienda el psicólogo Rubén Pérez, que junto a otros especialistas en nutrición, ha participado en el libro “La dieta alea” (Editorial Zenith) que promueve una alimentación equilibrada basada en la dieta mediterránea.

Tener confianza dietética

Estos expertos manejan el concepto de “confianza dietética”, es decir, la confianza que una persona tiene en sí misma para cumplir la dieta. “Cuanto más estrictos somos con la dieta, mayor es nuestra confianza dietética y, a la vez, mejor es el cumplimiento”, apuntan.

Si una persona ha empezado diferentes dietas y ha fracasado, un nuevo intento irá unido a baja confianza y al escepticismo de conseguir el objetivo.

“Debemos evitar que se produzca el fenómeno de la “profecía autocumplida”, cuando la idea que temes, haces que se cumpla. Si pensamos que va a ser una dieta más, probablemente busquemos indicios que provoquen que no funcione”, señala el especialista.

¿Qué ocurre cuando de repente nos saltamos el régimen? Pues que al mermar la confianza aparece el sentimiento de culpa poniendo en peligro la continuidad.

“Nos podemos sentir culpables por haber trasgredido pero hay que revisar las motivaciones, anotarlas y retomar la confianza”, aconseja el psicólogo.

Comportamientos durante la dieta

Lo normal es que haya altibajos de comportamiento durante el proceso de adelgazamiento. Además del sentimiento de culpa cuando incumplimos la regla, es muy habitual que aparezca ansiedad y asaltamos la nevera de forma descontrolada.

También aparece la desmotivación generalmente ligada a que no se consigue el peso deseado en un tiempo concreto. “A lo mejor no se pierde lo pautado en seguida, la recompensa está a medio o largo plazo pero como está tan diferida cuesta mucho mantener la conducta”, indica el especialista.

Objetivo: aprender a comer

Para evitar muchas de esas conductas lo adecuado es plantearse la dieta, equilibrada y pautada por un especialista, como una forma saludable de aprender a comer.

“Insistimos mucho -explica el psicólogo- en que la dieta debe ser una técnica más de modificación de conducta. Lo que se cambia no es tanto el peso, sino los hábitos. Si el peso baja y se vuelve a la conducta inicial, se vuelve a ganar. Si lo que cambia son los hábitos, se mantiene el peso adecuado”.

Y eso es lo que ocurre con aquellas personas que han fracasado en las distintas dietas, su fin ha sido perder peso y una vez conseguido han vuelto a su conducta anterior sin cambiar los hábitos que, en líneas generales, consisten en una dieta equilibrada entre hidratos de carbono, proteínas y grasas; comer cinco veces al día; beber unos dos litros de agua al día y hacer ejercicio de forma regular.

“Hay que replantearse la dieta como un curso de cocina: aprender a comer y seguir unos hábitos sanos para mantener el peso saludable”, afirma Rubén Pérez.

LA REGLA DE LOS TRES PASOS

Para aprender de los errores, Rubén Pérez propone además otros recursos psicológicos y anímicos.

Hasta las personas más estrictas sucumben: Saltarse la dieta alguna vez, es algo natural. Incluso hay ocasiones en las que las circunstancias lo hacen inevitable. Una transgresión que no tiene mayor importancia si en la siguiente comida se aplican las normas.

“Si el usuario incumple la dieta en una toma, debe tener en cuenta que hay otras cuatro a lo largo del día para poder cumplirlas, pero a veces esto se utiliza para romperla y liberarse. Una excusa a nivel psicológico: como ya lo he hecho mal, ya hago todo mal”, según Rubén Pérez.

El psicólogo propone en “La dieta Alea” la regla de los tres pasos que, si nos saltamos el régimen, servirá como “cortafuego” para seguir cayendo en la tentación.

No te agobies: fuera el sentimiento de culpa, ni pienses que ya se ha estropeado todo.

Haz bien la siguiente toma: Siempre mirar hacia delante, hacia lo que vamos a seguir haciendo bien, y no hacia atrás, a lo que hemos hecho mal. Cumplir las siguientes tomas permitirán reconducir la situación.

Intenta no caer de nuevo: Controlar para no volver a repetir ese error. Es un proceso de aprendizaje que cuesta esfuerzo, pero que tiene resultados.

Y otro consejo es rechazar los pensamientos nocivos como “Total, por un día…” ; “O lo hago todo bien o lo hago todo mal” o

“De perdidos al río” que impiden reconducir la transgresión o también aquellos como “esto no engorda mucho” o “si me paso, luego lo compenso” que llevan al autoengaño.

miércoles, 1 de julio de 2015

ESTUDIO PUBLICADO EN PLOS ONE Grasas trans podrían afectar la memoria

Las grasas trans podrían ser un desastre para la memoria, como lo son para los niveles de colesterol, sugiere un estudio reciente.

Los hombres jóvenes que comían unos niveles altos de grasas trans rindieron menos en una prueba de memoria que los que comían unos niveles más bajos, encontraron los investigadores, informó HealthDay News.

En el estudio, los hombres con una ingesta alta de grasa trans recordaron entre 12 y 21 palabras menos, de una puntuación promedio de 86, señaló la autora líder, la Dra. Beatrice Golomb, profesora de medicina familiar y preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Diego.

"Es una relación bastante grande", dijo Golomb. "Amplía las evidencias de que las grasas trans no son algo que las personas deban meter en su boca".

Pero es importante anotar que el estudio no se diseñó para probar una relación causal de forma definitiva. Sólo puede mostrar una asociación entre un mayor consumo de grasas trans y una peor memorización.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 17 de junio de la revista PLOS One.

El estudio de Golomb ve la luz después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU anunciara una retirada paulatina de tres años de los aceites parcialmente hidrogenados del abasto de alimentos de Estados Unidos. Esos aceites son una fuente primaria de grasas trans.

"ANTICOMIDA"

Golomb llama a las grasas trans la "anti comida" y anota que aumentan los niveles de colesterol "malo" LDL y reducen los niveles de colesterol "bueno" HDL.



Características del estudio

En el estudio, los investigadores evaluaron datos de 645 hombres sanos a quienes se pidió que completaran una encuesta sobre los alimentos de su dieta y que participaran en una prueba de memoria.

La prueba consistía de un conjunto de 104 tarjetas, cada una con una palabra. Los hombres tenían que decir si cada palabra era nueva o se había mostrado antes.

En promedio, los hombres de 45 o menos años recordaron 86 palabras. Pero por cada gramo adicional de grasas trans consumido a diario, su rendimiento se reducía en 0,76 palabras, reveló el estudio.