viernes, 29 de julio de 2016

10 claves para perder peso

“Uno de los problemas más comunes asociado al estilo de vida actual es el exceso de peso”, señala el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC). Esta entidad subraya que el sobrepeso y la obesidad están entre los principales factores de riesgo de muchas enfermedades, como patologías respiratorias y cardiacas, diabetes tipo 2, hipertensión, algunos tipos de cáncer e, incluso, de muerte prematura. No obstante, “el sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles”, precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ello, entre otras medidas, esta entidad recomienda: limitar la ingesta de grasa y azúcares; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos y realizar actividad física de forma periódica. Pero si ya se ha llegado a una situación de exceso de peso, es fundamental ponerse en manos de un profesional acreditado para buscar una solución. En este sentido, los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido indican que el propio médico de cabecera o personal de enfermería pueden evaluar si el peso de un paciente es o no saludable. “Esto significa pesarlo y medirlo para calcular su Índice de masa corporal”, detallan. También valorarán la dieta actual y los niveles de actividad física de ese paciente para establecer objetivos personalizados. Con esta información, pueden proponerle cambios sencillos en el estilo de vida. Junto al personal sanitario, el paciente “trabajará en un plan para perder peso de manera saludable y a largo plazo. Será un plan hecho a medida, teniendo en cuenta su estilo de vida y sus preferencias”, exponen. Además, los expertos de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro de Madrid manifiestan que, para perder peso de una forma saludable y mantenida en el tiempo, es necesario establecer, junto a un plan de alimentación hipocalórica y a la actividad física, un programa que incorpore nuevos hábitos. Se trataría de restringir voluntariamente la ingesta de comida, reducir los estímulos que pueden hacer fallar el plan (estrés, ansiedad, síntomas depresivos, hambre, consumo de alcohol) y reforzar emocionalmente a la persona para que desempeñe este proceso con éxito. “Es incuestionable que, para abordar el sobrepeso o la obesidad, es necesario un enfoque multidisciplinar. Por ese motivo, en nuestra unidad contamos, junto al equipo médico, con profesionales que ayudan a identificar y tratar los factores psicológicos que impiden bajar peso y, sobre todo, establecen cómo pueden los pacientes modificar su conducta alimentaria, adquiriendo las estrategias y habilidades necesarias para conseguir y mantener un peso saludables, precisa Gontrand López-Nava, director de esta unidad y especialista en Aparato Digestivo y Endoscopia. Las 10 claves Así, los miembros de la unidad que dirige el doctor López-Nava proponen 10 claves emocionales para perder peso con éxito:. CLAVE 1 Cambia tu actitud ante la dieta “Antes de empezar una dieta es importante fijarse en los aspectos positivos que se van a conseguir y prestar menos atención a los alimentos que no se podrán comer en un tiempo. Hay que resaltar las cosas buenas que este cambio de alimentación aportar· a nuestra vida: conseguiremos adelgazar, mejorar· nuestra autoestima, nos sentiremos más ágiles, nos sentar· mejor la ropa, etc. Piensa en ello a diario. Te motivaría”, recomiendan. CLAVE 2 Ponte pequeños objetivos alcanzables y realistas “Es mucho más gratificante marcarse un pequeño objetivo y comprobar que lo hemos conseguido que fijar una meta a largo plazo y no obtener ningún ‘feedback’ hasta el final. Esta forma de enfrentarte a la dieta te ayudará a confiar más en ti y a conseguir mejores resultados”, afirman. Lleva un cuaderno donde anotes tus logros y dificultades “Te ayudará a conocer tus puntos fuertes y débiles y así te comprometerás más con tu tratamiento. Escribe a diario”, aconsejan. CLAVE 3 Haz cinco comidas “Márcate unos horarios estables de comidas, cada 3 horas, e intenta cumplirlos de lunes a domingo. Sentirás que llevas una vida más ordenada, te anticiparás al hambre y, por lo tanto, tendrás menos ansiedad”, precisan. CLAVE 4 Come despacio “Intenta comer de una forma consciente, teniendo presente lo que estás haciendo. Mastica y saborea cada alimento. Olvídate de las prisas. Si comes despacio, necesitarás menos cantidad de alimento. Además, estarás aprendiendo a concederte un tiempo a ti mismo que te ayudar· a reducir el estrés”, indican. CLAVE 5 Cambia de recetas “No comas siempre lo mismo. Busca recetas nuevas que te motiven y te ayuden a disfrutar más con la comida. Comparte esas recetas con amigos y familiares, te gustará ver que a los demás también les agrada la comida saludable. Disfruta cocinando”, expresan. CLAVE 6 No te obsesiones con el peso Los especialistas de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro recomiendan pesarse una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora. En este sentido, subrayan que el peso hay que vigilarlo toda la vida, no sólo cuando se está haciendo una dieta. Asimismo, recuerdan que los extremos no suelen ser buenos, es decir, no hay que pesarse todos los días pero tampoco olvidarse del peso. CLAVE 7 Haz ejercicio. “Busca un deporte que te guste, que te resulte fácil incluir en tu vida cotidiana y, si es en compañía, mejor. Márcate de nuevo pequeñas metas, alcanzables. Empieza con poco y ve aumentando a medida que te vayas haciendo con la rutina. No te sobrecargues, pues abandonarás pronto si te supone un sobreesfuerzo”, manifiestan. CLAVE 8 Diviértete “Cuida tu tiempo libre, haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a evadirte de los problemas. Cuando uno está feliz segrega endorfinas, que son las “hormonas del bienestar”. El deporte o las aficiones te ayudarán a segregar endorfinas. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás estar llenando tu estómago a todas horas”, puntualizan. CLAVE 9 Tolera la frustración “No te rindas ante el menor fracaso en la dieta. No necesitas hacerlo de manera perfecta, lo que necesitas es mantenerlo en el tiempo. Permítete algún fallo y aprende a resolverlo retomando tu dieta cuanto antes”, destacan.

jueves, 28 de julio de 2016

¿La manzana baja el azúcar?

Las personas que padecen diabetes deben cuidar su dieta diaria y llevar una alimentación sana y equilibrada que asegure unos buenos niveles de glucosa en sangre. Por este motivo, cuando se sufre de esta condición es normal que surjan muchas dudas respecto a cuáles son los alimentos recomendados y cuáles, por el contrario, conviene evitar para no registrar niveles elevados de azúcar. Y uno de los grupos alimenticios que más dudas genera en este sentido es el de las frutas, pues muchas de ellas contienen altas cantidades de azúcar por lo que no son muy aconsejables para los diabéticos. Pero, ¿y la manzana?, ¿si se trata de una fruta tan beneficiosa y completa, también es buena para reducir la glucosa en sangre? Si quieres descubrir la respuesta a la cuestión de si la manzana baja el azúcar y si es un alimento saludable para los pacientes con diabetes, continúa leyendo este artículo. La manzana ayuda a bajar el nivel de glucosa en sangre La manzana es una fruta muy completa y altamente recomendada por los médicos y nutricionistas, pues son muchísimas las propiedades beneficiosas que posee para la salud del organismo. Entre otras, es excelente para evitar problemas intestinales y mejorar las funciones digestivas, proteger el corazón, mantener el colesterol controlado, reducir la presión sanguínea, prevenir el cáncer, desintoxicar el organismo, mejorar el aspecto de la piel, etc. Sin embargo, además de todo lo anterior, según los especialistas, la manzana es una fruta que ayuda a bajar el azúcar y a mantener los niveles de glucosa en sangre estables, motivo por el cual es un alimento recomendado para aquellas personas que padecen diabetes, quienes cuentan con un páncreas que no produce suficiente insulina, sustancia que ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre, motivo por el que pueden sufrir subidas de azúcar durante el día. A continuación, explicamos con más detalle por qué la manzana es buena para la diabetes y para disminuir el azúcar en sangre: Contiene antioxidantes La manzana es una fruta que posee un elevado contenido en componentes antioxidantes, los cuales la convierten en un gran alimento para proteger la salud de las células y prevenir los daños en las mismas que puede causar la acción de los radicales libres. Estos antioxidantes le otorgan a la manzana un efecto anticancerígeno muy significativo, pero también hacen que sea excelente para prevenir el padecimiento de diabetes y regular la glucosa, pues los radicales libres pueden causar también niveles de azúcar elevados. Además, es buena para eliminar la placa que se acumula en los vasos sanguíneos y que puede acabar causando enfermedades cardíacas. Es rica en fibra dietética Además de los antioxidantes, la manzana es muy rica en fibra dietética, un nutriente que permite ralentizar el proceso de absorción de azúcar en la sangre. Con ello, se consigue una mayor energía y se evitan las subidas repentinas y rápidas de glucosa en sangre debido al consumo de otros alimentos. Además, al ser rica en fibra, ofrece una mayor sensación de saciedad, lo cual es ideal para evitar ese picoteo entre horas y la ingesta de alimentos ricos en azúcares. Ayuda a eliminar toxinas La manzana destaca también por su acción desintoxicante y esto quiere decir que su consumo ayuda a eliminar aquellos líquidos y sustancias nocivas que se van acumulando en el cuerpo y que, a largo plazo, pueden perjudicar su salud. Al favorecer la eliminación de esas sustancias nocivas, se consigue la eliminación de las toxinas almacenadas que son grasas saturadas y que si no son expulsadas se acabarán convirtiendo en azúcar en la sangre. imagen Cómo consumir la manzana para bajar el azúcar Por todo lo anterior, la manzana es un buen alimento para la dieta de las personas con diabetes, para prevenir el desarrollo de esta enfermedad y para beneficiar la salud en general del organismo. Puedes incorporar la manzana a tu dieta diaria y consumir una manzana mediana al día, comiéndola lavada y cruda, u optar por otras recetas que son buenos remedios para bajar el nivel de glucosa en sangre y para los diabéticos, estas son las siguientes: Agua de manzana: corta una manzana grande en trozos pequeños y ponlos en una olla junto a 4 tazas de agua. Luego, enciende el fuego, deja que hierva y espera a que el agua de la olla se reduzca hasta la mitad. Por último, cuela el líquido obtenido y deja que se enfríe. Este será el agua de manzana que podrás tomar todos los días. Avena con manzana y canela: en una olla pon a hervir 1/2 taza de copos de avena, 1/2 cucharada pequeña de canela y 2 tazas de agua. Una vez que hierva, baja el fuego y tras 5 minutos, agrega añade 2 manzanas cortadas a trozos pequeños, remueve y deja cocinar durante unos 5 minutos más. Jugo de manzana: lava las manzanas, córtalas en trozos pequeños e introduce los trozos en una olla con un poco de agua. Deja que las manzanas se cocinen un poco hasta que se reblandezcan. Luego, vierte el puré de manzana en un recipiente y finalmente cuélalo para obtener un jugo más suave. Compota de manzana sin azúcar: pela las manzanas y córtalas en cuadros pequeños. Pon una olla en el fuego con 1 vaso de agua, agrega un poco de canela y de jugo de limón al gusto. Deja que todo se cocine durante unos 20 minutos y, pasado este tiempo, retira del fuego, espera a que se enfríe un poco y procesa en la batidora. imagen Otros alimentos buenos para bajar el azúcar Además de la manzana, hay otros alimentos que destacan por ser buenos para bajar los niveles de azúcar en sangre. Entre ellos, se encuentran ingredientes como los aguacates, las nueces, la canela, el vinagre de manzana, las legumbres y algunas infusiones como el té de naranja o la infusión de ortiga.

lunes, 25 de julio de 2016

10 claves para bajar de peso

“Antes de empezar una dieta es importante fijarse en los aspectos positivos que se van a conseguir y prestar menos atención a los alimentos que no se podrán comer. Hay que resaltar las cosas buenas que este cambio de alimentación aportará a nuestra vida”. A la hora de deshacernos de los kilos de más que hemos acumulado con el tiempo nos damos cuenta de que el factor psicológico tiene un papel determinante. Un equipo médico especializado en sobrepeso y obesidad ofrece un decálogo con claves emocionales necesarias para remodelar la silueta. “Uno de los problemas más comunes asociado al estilo de vida actual es el exceso de peso”, señala el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC). Esta entidad subraya que el sobrepeso y la obesidad están entre los principales factores de riesgo de muchas enfermedades, como patologías respiratorias y cardiacas, diabetes tipo 2, hipertensión, algunos tipos de cáncer e, incluso, de muerte prematura. No obstante, “el sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles”, precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ello, entre otras medidas, esta entidad recomienda: limitar la ingesta de grasa y azúcares; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, y realizar actividad física de forma periódica. Pero si ya se ha llegado a una situación de exceso de peso, es fundamental ponerse en manos de un profesional acreditado para buscar una solución. ¿Es o no saludable? Los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido indican que el propio médico de cabecera o personal de enfermería pueden evaluar si el peso de un paciente es o no saludable. “Esto significa pesarlo y medirlo para calcular su índice de masa corporal”, detallan. También valorarán la dieta actual y los niveles de actividad física de ese paciente para establecer objetivos personalizados. Con esta información, pueden proponerle cambios sencillos en el estilo de vida. Junto al personal sanitario, el paciente “trabajará en un plan para perder peso de manera saludable y a largo plazo. Será un plan hecho a medida, teniendo en cuenta su estilo de vida y sus preferencias”, exponen. Nuevos hábitos Los expertos de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro de Madrid dicen que para perder peso de una forma saludable y mantenida en el tiempo es necesario establecer, junto a un plan de alimentación hipocalórica y a la actividad física, un programa que incorpore nuevos hábitos. Se trataría de restringir voluntariamente la ingesta de comida, reducir los estímulos que pueden hacer fallar el plan (estrés, ansiedad, síntomas depresivos, hambre, consumo de alcohol…) y reforzar emocionalmente a la persona para que desempeñe este proceso con éxito. “Es incuestionable que, para abordar el sobrepeso o la obesidad, es necesario un enfoque multidisciplinar. Por ese motivo, en nuestra unidad contamos, junto al equipo médico, con profesionales que ayudan a identificar y tratar los factores psicológicos que impiden bajar peso y, sobre todo, establecen cómo pueden los pacientes modificar su conducta alimentaria, adquiriendo las estrategias y habilidades necesarias para conseguir y mantener un peso saludable”, precisa Gontrand López-Nava, director de esta unidad y especialista en Aparato Digestivo y Endoscopía. “Es mucho más gratificante que te marques un pequeño objetivo y compruebes que lo has conseguido, antes que fijarte una meta a largo plazo y no obtener ningún ‘feedback’ hasta el final”. Las 10 claves emocionales Los miembros de la unidad que dirige el doctor López-Nava proponen 10 claves emocionales para perder peso con éxito: 1. Cambia tu actitud ante la dieta. Antes de empezar una dieta es importante fijarse en los aspectos positivos que se van a conseguir y prestar menos atención a los alimentos que no se podrán comer en un tiempo. Hay que resaltar las cosas buenas que este cambio de alimentación aportará a nuestra vida: conseguiremos adelgazar, mejorará nuestra autoestima, nos sentiremos más ágiles, nos sentará mejor la ropa, etc. Piensa en ello a diario. Te motivará. 2. Ponte pequeños objetivos alcanzables y realistas. Es mucho más gratificante que te marques un pequeño objetivo y compruebes que lo has conseguido, antes que fijarte una meta a largo plazo y no obtener ningún ‘feedback’ hasta el final. Esta forma de enfrentarte a la dieta te ayudará a confiar más en ti y a conseguir mejores resultados. 3. Lleva un cuaderno donde anotes tus logros y dificultades. Te ayudará a conocer tus puntos fuertes y débiles y a comprometerte más con tu tratamiento. Escribe a diario. 4. Haz cinco comidas. Márcate unos horarios estables de comidas, cada tres horas, e intenta cumplirlos de lunes a domingo. Sentirás que llevas una vida más ordenada, te anticiparás al hambre y, por lo tanto, tendrás menos ansiedad. 5. Come despacio. Intenta comer de una forma consciente, teniendo presente lo que estás haciendo. Mastica y saborea cada alimento. Olvídate de las prisas. Si comes despacio, necesitarás menos cantidad de alimento. Además, estarás aprendiendo a concederte un tiempo a ti mismo que te ayudará a reducir el estrés. 6. Cambia de recetas. No comas siempre lo mismo. Busca recetas nuevas que te motiven y te ayuden a disfrutar más la comida. Comparte esas recetas con amigos y familiares, te gustará ver que a los demás también les agrada la comida saludable. Disfruta cocinando. 7. No te obsesiones con el peso. Pésate una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora. El peso hay que vigilarlo toda la vida, no solo cuando estás haciendo una dieta. Los extremos no suelen ser buenos, es decir, no te peses todos los días pero tampoco te olvides del peso. 8. Haz ejercicio. Busca un deporte que te guste, que te resulte fácil incluir en tu vida cotidiana y, si es en compañía, mejor. Márcate de nuevo pequeñas metas, alcanzables. Empieza con poco y ve aumentando a medida que vayas siguiendo una rutina. No te sobrecargues, pues abandonarás pronto si te supone un sobreesfuerzo. 9. Diviértete. Cuida tu tiempo libre, haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a evadirte de los problemas. Cuando uno está feliz segrega endorfinas, que son las ‘hormonas del bienestar’. El deporte o las aficiones te ayudarán a segregar endorfinas. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás estar llenando tu estómago a todas horas. 10. Tolera la frustración. No te rindas ante el menor fracaso en la dieta. No necesitas hacerlo de manera perfecta, lo que necesitas es mantenerlo en el tiempo. Permítete algún fallo y aprende a resolverlo retomando tu dieta cuanto antes. Fuente: Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro de Madrid “Márcate unos horarios estables de comidas, cada tres horas, e intenta cumplirlos de lunes a domingo. Sentirás que llevas una vida más ordenada, te anticiparás al hambre y, por lo tanto, tendrás menos ansiedad”.

jueves, 21 de julio de 2016

Agua para bajar de peso en 7 días

Todas las mujeres deseamos adelgazar incluso teniendo un peso saludable, y si lo haces con esta agua para bajar de peso será más fácil y sin exponer tu salud. Solo necesitas jengibre, menta y pepino. Estos tres productos cuentan con muchas propiedades para promover la quema de grasa acumulada, iniciando el proceso de adelgazamiento desde el primer día. Si lo haces así, podrás eliminar toxinas para bajar de peso más rápidamente y tu piel se limpiará de granos y espinillas. NECESITAS Un litro de agua natural Jengibre (20 gramos) Menta (1 ramita) Un pepino (en rodajas) PREPARACIÓN Pon todos tus ingredientes en un recipiente de vidrio (no uses plástico para evitar bacterias) y deja que reposen de 5 a 10 minutos. Ahora sí, pasando este tiempo bébela y disfruta sus beneficios. No olvides que además de beber esta agua para bajar de peso, es básico que cuides tus hábitos alimenticios y realices ejercicio durante la semana.

domingo, 17 de julio de 2016

Comer pasta no engorda

Todos hemos escuchado más de una vez que no debemos comer pasta si queremos evitar un aumento de peso, pero un nuevo estudio descubrió que esto es falso. Contrario a las creencias populares, un estudio del Instituto Mediterráneo Neurológico, Neuromed, trae muy buenas noticias para los amantes de la pasta: este alimento no genera aumento de peso, sino al contrario, contribuye a la reducción de la obesidad. Según el estudio publicado el pasado 4 de julio en la revista científica Nutrition & Diabetes el consumo de pasta en Italia disminuyó “a medida que emerge el concepto de una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas”. Sin embargo, dice el estudio, el consumo de la pasta está asociada con una reducción de la obesidad y del Índice de Masa Corporal (IMC). “Nuestros datos muestran que la pasta, de acuerdo a las necesidades individuales, contribuye a un índice de masa corporal saludable, menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera”, según explicó George Pounis, autor del estudio en un comunicado en la página de Neuromed. El estudio fue realizado en 23.000 italianos que participaron en dos grupos de investigación: el del proyecto Moli-sani y en la Encuesta Italiana de Nutrición y Salud (INHES) que fue realizado entre 2005 y 2010. En el estudio Moli-sani se demostró que el consumo de pasta no contribuyó al aumento de la relación entre la medida de la cadera y la cintura y también que el consumo de este alimento estuvo "negativamente asociado" con el índice de masa corporal en modelos de ambos sexos. El Instituto Neurológico Mediterráneo de Italia insistió en los beneficios de la dieta mediterránea “por sus beneficios para la salud, incluyendo el control de peso”. “El mensaje que se desprende de este estudio, al igual que en otros trabajos científicos ya surgió en el contexto del Proyecto Moli-sani y INHES, es que siguen la dieta mediterránea, la moderación en el consumo y en la variedad de todos sus elementos es un beneficio para su salud”, explicó Licia Lacoviello, jefe del Laboratorio de Epidemiología Molecular y Nutricional del Instituto Neurológico Mediterráneo. ¿Cuál es la mejor hora para comer? Un estudio hecho por científicos de España y de Estados Unidos encontró que la mejor hora para consumir alimentos y no subir de peso es el medio día pues en ese horario los carbohidratos no producen tanta resistencia para ser procesados. Otro estudio analizó también que el momento en el que se consume la comida predice el éxito en la pérdida de peso. En este se demostró que las personas que estaban en un régimen alimentario para bajar de peso y tomaban el almuerzo antes de las tres de la tarde, bajaron más rápido de peso que quienes comían la comida principal del día después de esa hora. De a poco y con aliados Los expertos en nutrición indican que el estudio solo muestra la relación que hay entre el consumo de pasta y la reducción de grasa abdominal, pero no que sea precisamente por la pasta que esto suceda. Deben tomarse en cuenta otros aspectos como los hábitos saludables. Por ejemplo, los italianos comen menores porciones de pasta y lo hacen como entrada y no como plato principal, publicó Time. Por eso no hay que perder de vista el contexto. Si un plato de spaghetti se consume en una dieta que incluye solo grasas y nada de verduras, el resultado no es el mismo que el que tiene una dieta italiana tradicional. Una comida mediterránea puede incluir pasta como entrada, seguida de un plato de pescado, con vegetales y aceite de oliva. En una alimentación balanceada, demonizar a los carbohidratos es incorrecto. Licia Lacoviello, miembro del Instituto Neuromed que realizó la investigación, explicó que lo que los guió fue la tendencia "injustificada" de muchos de sacar la pasta de la dieta para así perder ; pero bien acompañada y con moderación, parecería ser una buena aliada. Los nutricionistas también recomiendan que, además de tener un consumo moderado de carbohidratos, se opte por aquellos ricos en fibra como el pan integral y la pasta integral. Aporte de las pastas Las pastas tienen muy mala fama, sin embargo, existen varias razones para disfrutarlas sin remordimientos: 1. Son fuente de carbohidratos, son un componente clave para una alimentación sana. Hay que tener en cuenta que para una dieta saludable es recomendable dividir las calorías de la siguiente manera: 50-60 por ciento de carbohidratos, 25-30 por ciento de grasas y 15-20 por ciento de proteínas. 2. Permiten una buena digestión: por su composición, la pasta seca es digerida más lentamente que otras comidas. Este es un beneficio saludable porque las comidas con carbohidratos de lenta digestión ayudan al cuerpo a obtener todos los beneficios nutricionales. 3. Las pastas aportan beneficios nutricionales para el rendimiento intelectual, porque el cerebro se nutre de glucosa (y la glucosa está en los hidratos de carbono y, por lo tanto, en las pastas). 4. Permiten un buen rendimiento físico. Los deportistas más importantes las consumen antes y después de cualquier desempeño deportivo.

Diez consejos para prevenir la obesidad en casa

Prevenir la obesidad no es algo imposible, con cambios graduales en la alimentación y actividad física, podemos blindar a nuestra familia, ayudándolos a tener un estilo de vida más saludable. Nunca es demasiado tarde para cuidar lo que comes, adoptar los mejores hábitos alimenticios y practicarlos día a día. Sin duda, ese es el mejor camino para combatir el sobrepeso y construir, a partir de hoy, un futuro más sano. Por lo general, hacerlo no implica sacrificios titánicos, y las más de las veces sólo exigen adoptar unas cuantas y fáciles buenas costumbres: 1. Toma por lo menos 2 litros de agua al día, sin saborizantes, ni azúcar. 2. Es preferible beber un jugo natural que un refresco; el primero tiene más fibra. 3. Come 5 veces al día: desayuno, colación matutina, comida, colación vespertina y cena. En cada ocasión, toma tiempo suficiente para cada una de tus comidas, al menos 30 minutos. 4. Mastica cada bocado al menos 20 veces; lo ideal es masticarlo 30 veces. 5. Haz ejercicio (1 hora diaria): usa las escaleras, toma un paseo después de comer, corre, haz yoga, meditación o el ejercicio de tu preferencia. 6. Planea tu alimentación con un día de anticipación, pues el hambre es nuestro mayor enemigo para lanzarnos sobre los “antojos”. 7. Prefiere alimentos asados o al vapor, en lugar de alimentos capeados, fritos o empanizados. 8. Realiza un check-up con tu médico y nutriólogo. Además. pide una solicitud para realizarte unos análisis clínicos (de sangre) y averiguar tu nivel de lípidos (colesterol, triglicéridos, etc.) 9. Selecciona, cada vez que sea posible, alimentos naturales en lugar de industrializados o procesados. 10. Evita los aderezos en las ensaladas, prefiere el limón y el aceite de oliva. Si tiene más dudas, acércate a un especialista, o mejor aún, conoce nuestra oferta educativa en Nutrición, donde podrás estudiar una licenciatura y hacerte experto en estos temas.

sábado, 16 de julio de 2016

Edulcorantes aumentan las ganas de comer

El consumo de edulcorantes artificiales sustitutivos del azúcar para hacer dieta provocan el aumento del apetito, según un estudio publicado en la revista especializada Cell Metabolism. Los edulcorantes artificiales estimulan la sensación de hambre, de acuerdo con una investigación del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney y del Instituto Garvan de Investigación Médica, también con sede en esa ciudad australiana. Los edulcorantes generan un efecto en la parte del cerebro que estimula el apetito y altera las percepciones del gusto, según el estudio. Así, a pesar de tener menos calorías, los edulcorantes hicieron incrementar el peso en los animales estudiados, algo que los científicos dicen poder extrapolar a los humanos. "Después de la exposición crónica a una dieta que contenga como edulcorante la sucralosa, vimos que los animales empezaron a comer más", dijo el profesor Greg Neely de la Universidad de Sydney. Pero la principal aportación de los científicos australianos es que explican por qué sucede tal fenómeno, con la identificación de un sistema en el cerebro que siente y vincula el componente dulce y energético de los alimentos. "Encontramos que en el interior del cerebro, la sensación de dulce se asimila a la de contenido energético. Cuando se pierde el equilibrio entre el dulce y la energía por un cierto periodo de tiempo, el cerebro recalibra e incrementa el total de calorías consumidas", explicó Neely. Resultados El estudio se llevó a cabo en un primer momento con moscas de la fruta que, tras ser expuestas durante cinco días a edulcorantes artificiales, aumentaron su consumo de calorías en un 30 por ciento respecto a su anterior dieta a base de fruta con azúcar natural. Después se extrapoló el estudio a mamíferos con una muestra de ratones que, tras siete días de consumir edulcorantes artificiales, aumentaron significativamente su consumo de comida y mostraron secuencias neuronales similares. "El consumo crónico de edulcorante artificial incrementa la intensidad del dulce respecto del azúcar real y, en su momento, se incrementa también el incentivo del animal a comer más", dijo el profesor Neely. Miles de millones de personas consumen cada día edulcorantes artificiales en todo el mundo, también prescritos como tratamiento para tratar la obesidad, sin saber que su impacto en el cerebro puede tener un efecto contrario. Este es el primer estudio que identifica por qué los edulcorantes artificiales pueden estimular el apetito, con la identificación de la red neuronal que responde al endulzamiento artificial y que dice al animal que necesita comer más porque no ha obtenido suficiente energía.

El sobrepeso quita entre uno y 10 años de esperanza de vida

Las personas con sobrepeso pierden, en promedio, un año de esperanza de vida, un tributo que crece con los kilos y puede llegar a 10 años en caso de obesidad grave, según un estudio publicado este jueves en el semanario médico británico The Lancet. El trabajo fue realizado a partir de datos médicos de cuatro millones de adultos en cuatro continentes y "establece de forma concreta que el sobrepeso o la obesidad están asociados a un riesgo de muerte prematura”, explicó el principal autor del estudio, Emanuele Di Angelantonio, de la Universidad de Cambridge. "En promedio las personas con sobrepeso pierden un año de esperanza de vida y las moderadamente obesas tres años. En cuanto a las personas afectadas de obesidad severa pierden alrededor de 10 años” dijo Di Angelantonio a la AFP. " Los resultados de este estudio contradicen trabajos recientes según los cuales habría un factor positivo del sobrepeso sobre la esperanza de vida, algo así como una paradoja de la obesidad”, explica por su lado la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU) que participó del estudio. Angelantonio subraya que el sobrepeso "aumenta los riesgos de enfermedades coronarias, de accidentes cerebrovasculares, de cáncer y de enfermedades respiratorias”. Los riesgos de muerte prematura aumentan de "forma regular” a medida que se acumulan los kilos sobrantes. Además, el estudio detecta un efecto "tres veces mayor entre los hombres que entre las mujeres”. El número de casos de obesidad a nivel mundial casi se ha duplicado desde 1980. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1.300 millones de adultos, o sea un 39% de los mayores de 18 años, tienen sobrepeso. En cuanto a los obesos representan otro 13% de la población mundial adulta, es decir 600 millones de personas. Para definir las categorías de sobrepeso o de obesidad, la OMS utiliza el llamado Indice de Masa Corporal (IMC). Este surge de dividir el peso de la persona (medido en kilogramos) por el valor de la altura (expresada en metros) al cuadrado. Una persona tiene una corpulencia normal cuando su IMC oscila entre 18,5 y 24,9. A partir de 25 se considera sobrepeso, desde los 30 obesidad, y a partir de 40 obesidad severa. De acuerdo con el trabajo, el riesgo de morir antes de los 70 años es, para un hombre de corpulencia normal, del 19%, y del 11% para las mujeres. Pero en caso de obesidad moderada (a partir de un IMC de 30) el riesgo sube de forma muy fuerte, hasta 29,5% entre los hombres y 14,6% para las mujeres. El trabajo tomó historias clínicas de Europa, América del Norte, Asia, Australia y Nueva Zelanda y excluyó los casos de fumadores y exfumadores y los afectados de otras enfermedades crónicas, para evitar desviaciones estadísticas.

Consejos para no aumentar de peso en el invierno

Llegó el invierno y con él las ganas de comer alimentos más calóricos e ingerir porciones más grandes. Empanadas, masitas, chocolates y alimentos ricos en grasa, suelen ser la comida favorita para esta época de frío. Todo esto es muy rico y tentador, pero comerlos indiscriminadamente puede ser riesgoso. Se debe tener presente, que si bien las grasas son necesarias para la salud porque cumplen funciones esenciales en nuestro cuerpo, hay que poner atención en el tipo de grasas que se consume y para esto es muy importante leer la información de lo que comemos. Bien, empecemos ahora con aquello que no debemos consumir en cantidad. Las grasas saturadas son las más dañinas, ya que provienen de fuentes animales y favorecen el aumento del colesterol, que es uno de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estas grasas saturadas están presentes en masas, embutidos, quesos, pasteles, leches, mantequilla y carnes. Las personas sienten la necesidad de consumir más de estos alimentos en invierno porque hay un gasto energético mayor. Uno de los factores que produce un aumento del gasto energético es el frío, pero este aumento no es significativo, por lo tanto no se justifica comer porciones mucho más abundantes. Por otra parte, muchas personas durante la época invernal dejan de hacer ejercicios, disminuyendo el gasto energético diario promedio. Veamos algunos consejos para no aumentar de peso en este invierno: • No exagerar con el aporte extra de calorías en invierno, ya que sólo se necesita 100 o 150 calorías adicionales a lo que una persona consume normalmente. • No es recomendable dejar el consumo de frutas. El secreto está en convertirlas en postres de fruta cocida y endulzarlas con edulcorantes, además que podemos preparar deliciosas recetas con ellas y aportan con vitaminas para nuestro cuerpo. • Para mantener el peso durante el invierno se recomienda cambiar los dulces por los frutos secos, ya sean almendras, nueces o frutas deshidratadas. • Las ensaladas de preparación fría se pueden reemplazar por platos calientes, que incluyan verduras hervidas. • El aumento de peso es en promedio 2 a 3 kilos en la temporada invernal, pero varía en cada caso. Aquellos que se descuidan pueden subir mucho más. • Para poder cubrir la ingesta de líquidos recomendados en invierno, se puede recurrir a las infusiones: té, té verde, té de frutas, café, caldos, leche. Recuerda que el cuerpo de verano se lo trabaja en el invierno así que solo es decisión de nosotros cuidarnos y poder seguir estos consejitos para llegar al verano con un bonito cuerpo y sobre todo saludable.

jueves, 7 de julio de 2016

La pasta no engorda

La pasta ha sido popularmente rechazada por todo aquel que quiere perder peso. Los regímenes alimenticios bajos en carbohidratos han dotado de una mala reputación a este nutriente que es la base de la dieta mediterránea, según difunde la Agencia de noticias SINC. Un nuevo estudio devuelve a este alimento la etiqueta de saludable y demuestra que ayuda a mantener un índice de masa corporal sano. Ponerse a dieta es prescindir de ciertos alimentos que, aunque nos encantan, son considerados bombas de calorías. La pasta es uno de esos nutrientes que se ha ganado mala fama entre los regímenes alimenticios y que la mayoría de gente se esfuerza por eliminar de sus vidas. Ahora, un nuevo estudio realizado por el Instituto Neurológico Mediterráneo Neuromed en Pozzilli (Italia) hace justicia a este elemento fundamental de la dieta mediterránea y demuestra que el consumo de pasta está asociado, en realidad, con la reducción del riesgo a padecer obesidad general y abdominal. La investigación, publicada en la revista Nutrition and Diabetes, ha examinado más de 23.000 personas inscritas en dos grandes estudios epidemiológicos: el proyecto Moli-sani y la Encuesta de Nutrición y Salud italiana, llevada a cabo también por el Neuromed. "Mediante el análisis de los datos antropométricos de los participantes y sus hábitos alimenticios hemos visto que el consumo de pasta, al contrario de lo que muchos piensan, no se asocia con un aumento en el peso corporal”, explica George Pounis, autor principal del artículo. “Los resultados muestran que la pasta contribuye a tener un índice de masa corporal saludable, una menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera”, añade. La evidencia científica ya señalaba la dieta mediterránea –con el pan, la pasta, arroz y cereales en la base de su pirámide– como una de las más saludables. DIETA MEDITERRÁNEA "La pasta a menudo se considera poco adecuada cuando se desea bajar de peso y algunas personas la descartan por completo de sus comidas”, subraya Licia Iacoviello, jefe del laboratorio de biología molecular y epidemiología nutricional del Instituto Neuromed. “A la luz de esta investigación podemos decir que la dieta mediterránea es buena para la salud siempre que se respete toda la variedad que abarca su pirámide, con la pasta en primer lugar”, concluye Lacoviello.

lunes, 4 de julio de 2016

Diez consejos para prevenir la obesidad

Prevenir la obesidad no es algo imposible, con cambios graduales en la alimentación y actividad física, podemos blindar a nuestra familia, ayudándolos a tener un estilo de vida más saludable. Nunca es demasiado tarde para cuidar lo que comes, adoptar los mejores hábitos alimenticios y practicarlos día a día. Sin duda, ese es el mejor camino para combatir el sobrepeso y construir, a partir de hoy, un futuro más sano. Por lo general, hacerlo no implica sacrificios titánicos, y las más de las veces sólo exige adoptar unas cuantas y fáciles buenas costumbres: 1. Toma por lo menos 2 litros de agua al día, sin saborizantes, ni azúcar. 2. Es preferible beber un jugo natural que un refresco; el primero tiene más fibra. 3. Come 5 veces al día: desayuno, colación matutina, comida, colación vespertina y cena. En cada ocasión, toma tiempo suficiente para cada una de tus comidas, al menos 30 minutos. 4. Mastica cada bocado al menos 20 veces; lo ideal es masticarlo 30 veces. 5. Haz ejercicio (1 hora diaria): usa las escaleras, toma un paseo después de comer, corre, haz yoga, meditación o el ejercicio de tu preferencia. 6. Planea tu alimentación con un día de anticipación, pues el hambre es nuestro mayor enemigo para lanzarnos sobre los “antojos”. 7. Prefiere alimentos asados o al vapor, en lugar de alimentos capeados, fritos o empanizados. 8. Realiza un check-up con tu médico y nutriólogo. Además. pide una solicitud para realizarte unos análisis clínicos (de sangre) y averiguar tu nivel de lípidos (colesterol, triglicéridos, etc.) 9. Selecciona, cada vez que sea posible, alimentos naturales en lugar de industrializados o procesados. 10. Evita los aderezos en las ensaladas, prefiere el limón y el aceite de oliva.

viernes, 1 de julio de 2016

Ponen a dieta urgente al niño más obeso del mundo

“Siempre está hambriento", ha declarado Rokayah Permana a diversos medios de comunicación, al referirse a su hijo Arya, quien es considerado el niño más obeso del mundo. Arya tiene solo 10 años y pesa 192 kilos, los que ha ido ganando en gran parte debido a los cinco platos de comida que consume al día y que incluyen arroz, pescado, carne, vegetales, sopa y Tempeh, una hamburguesa de soya que alcanza para alimentar a dos adultos. Los padres del niño están preocupados y temen que muera. Y ante la nula ayuda que han recibido de los médicos del pueblo donde viven en Indonesia y la escasez de recursos para llevarlo a especialistas más costosos, decidieron ponerlo urgente a dieta. "Mi hijo está creciendo a un ritmo rápido y estoy preocupada por su salud. No conozco ninguna otra manera de evitar que siga ganando peso además de darle menos comida", ha señalado Rokayah. La mujer también ha contado a la prensa que su hijo -quien debido a su gran tamaño solo puede usar un pareo típico indonesio como vestimenta-, no asiste al colegio ya que no puede caminar hasta él, siempre está cansado, y se pasa el día comiendo, durmiendo o refrescándose en una tina. "Solo puede dar unos poco pasos antes de perder el equilibrio. Desearía ver a mi hijo estudiando y jugando con los otros niños del vecindario", ha declarado Rokayah. Por su parte, Ade Somantri, el padre de Arya, ha relatado que el niño nació pensando unos normales 3,2 kilos, pero que a los dos años comenzó a ganar peso y su tamaño era mayor al de otros niños de su edad. Sin embargo, sus padres comenzaron a preocuparse de verdad un par de años después, cuando su peso estaba fuera de control. Entonces buscaron ayuda entre los médicos locales, pero todos les decían que Arya estaba sano y que si deseaban hacerle análisis más exhaustivos, debían llevarlo a hospitales más grandes, algo económicamente imposible para ellos. "No tengo suficiente dinero para satisfacer su gran apetito. Pido prestado dinero para que él pueda comer. Por supuesto no puedo dejarlo morir de hambre", ha declarado Ade, quien solo gana unos 87 mil pesos al mes. "Estoy agotado y no puedo pagar hospitales caros. Pero tengo la esperanza de ver a mi hijo completamente sano algún día", ha agregado el padre de Arya. Es probable que el niño sufra del síndrome Prader-Willi una condición genética que incluye síntomas como hambre constante, débil tono muscular, restricción del crecimiento y dificultades de aprendizaje. Lamentablemente, se trata de una enfermedad que no tiene cura y sólo tiene un tratamiento paliativo, como poner a disposición de quienes la sufren alimentos bajos en calorías y alentarlos a hacer mucho ejercicio, todo con el fin de evitar el excesivo aumento de peso.