domingo, 19 de marzo de 2017

Obesidad afecta a mujeres, hombres y niños en Sucre


DEFINICIÓN

El sobrepeso y la obesidad es la acumulación anormal o excesiva de grasa, el IMC, es un indicador simple de la relación entre peso y talla, que se utiliza para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al sobrepeso con un IMC igual o superior a 25% y a la obesidad con un IMC igual o superior a 30%.



El 52% de 290 mujeres sufre sobrepeso, con obesidad de grado 1, 2 y 3; de 210 varones, el 37% de ellos presenta obesidad grado 2, y de 60 niños, el 11% tiene obesidad grado 1 y 2, según un estudio reciente en Sucre.

Los datos se desprenden de la campaña “Por dentro y por fuera cambia tu vida”, realizada por FOODVAL, el Centro Integral de la Mujer (CIM) Sucre, con el apoyo de la cadena de farmacias San Agustín.

El estudio se realizó entre diciembre de 2016 y enero de 2017, en 560 personas, entre hombres, mujeres y niños, entre los diez y 60 años de edad. Se aplicó la metodología cuantitativa con una ficha de evaluación, tomando en cuenta los indicadores de peso, estatura, índice de masa corporal (IMC) y porcentaje de grasa.

Según Carmen Alba, gerente general de FOODVAL y especialista en obesidad como couch nutricional, los casos de sobrepeso y obesidad se presentan por los malos hábitos alimenticios, trastornos hormonales y psicológicos, así como depresiones severas, estrés y crisis ansiolíticas. En el caso de los niños, la obesidad se presenta básicamente por carencias afectivas, falta de control, comida chatarra, consumo excesivo de azúcar, vida sedentaria y falta de actividad física.

Alba comenta que en los cuatro años consecutivos de campañas se aprendió a conocer cada una de las patologías y trastornos de los participantes con sobrepeso y obesidad.

“De acuerdo con nuestra experiencia y diagnóstico, las personas suben de peso por la calidad de vida que tienen, esta enfermedad ahora recae en personas con menos recursos económicos que ‘comen donde pueden o dejan de comer’, por falta de continuidad laboral y los problemas que aquejan a las familias. A los niños les afecta el divorcio de sus padres y las relaciones disfuncionales, por ello encuentran en la comida un sentimiento de seguridad, poniendo en riesgo su condición y salud”, lamenta.

Remarca que la mayor parte de las personas que se sometieron a la evaluación rápida, acudieron con el interés de ser parte de la campaña, por salud, prescripción médica, condición física y porque no habían encontrado una respuesta positiva a los esfuerzos realizados de manera empírica o de automedicación.

También se registraron personas que no pudieron entrar en las anteriores cuatro campañas por falta de tiempo y predisposición.

Para participar de la campaña cada paciente debe asumir su condición actual y decidir voluntariamente crear su propio cambio mental y físico, previa evaluación integral. La campaña ofrece nutrición personalizada, entrenamiento físico personalizado, atención antes, durante y post campaña con terapias psicológicas.

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