A pocas personas les gusta la espinaca, en especial por su sabor amargo; sin embargo, los especialistas en nutrición la recomiendan en dietas de adelgazamiento pues ayudan a mantener la línea, ya que contiene mucha agua y bajo nivel calórico.
Las espinacas previenen y mejoran el estreñimiento. Interviene en la reducción del colesterol y en la velocidad de paso de los azúcares a la sangre, por lo que las hace beneficiosas en caso de riesgo cardiovascular y diabetes.
El organismo transforma la provitamina A que contienen las espinacas, en vitamina A, conforme el cuerpo lo requiere.
La provitamina A sirve para mantener un buen estado en el cabello, la piel, las mucosas, los huesos, la visión y un perfecto funcionamiento del sistema inmunológico.
Intervienen en la prevención de numerosas enfermedades al ser portadoras de sustancias antioxidantes como la vitamina C, E y provitamina A. Un bajo nivel de estas sustancias constituye un factor de riesgo cardiovascular, cáncer y enfermedades degenerativas.
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