martes, 19 de agosto de 2014

Anorexia sexual, un trastorno que es cada vez más frecuente

Cuando se habla de trastornos relacionados con el sexo, se suele pensar exclusivamente en la adicción al acto amoroso. Al fin y al cabo, la tradición enseña que el sexo únicamente es malo en exceso, y nunca por defecto. De hecho, la castidad era identificada con el virtuosismo de la persona.
Sin embargo, no siempre ésta emerge de una elección personal tomada libremente. En muchas ocasiones, la abstinencia sexual es la consecuencia de miedos sociales, problemas psicológicos y otras circunstancias que provocan que el coito y el encuentro con los demás sean percibidos como una amenaza.
Es la conocida como anorexia sexual, que al igual que la anorexia relacionada con la comida, tiene un origen más profundo.

Aunque se cree que el primero en hablar de ella fue el doctor Patrick Carnes en su libro de 1997 Anorexia sexual (Hazelden), existen referencias previas en estudios realizados por los psicólogos y sexólogos británicos Nathan Hare o Ellen Goodman.
Patrick Carnes define dicha situación en su volumen como "un estado obsesivo en el cual la tarea física, emocional y mental de evitar el sexo domina la vida de alguien. Como morirse de hambre, la privación del sexo puede hacer a alguien sentirse más poderoso y protegido contra amenazas”, cita El Confidencial.
No se trata únicamente de carecer de deseo sexual, sino más bien, de evitar el contacto con otras personas de todas las maneras posibles. En algunos casos, ello se manifiesta mostrando preferencia por personas que no se encuentran al alcance de la persona y con las que nunca se podrá establecer una relación.

El origen del trastorno

Las raíces de la patología son similares a las de la anorexia nerviosa, con las que comparten algunas de las siguientes emociones: alienación respecto a uno mismo, soledad, perfeccionismo, autodesprecio, sentimiento de inferioridad (pero también delirios de grandeza), emociones no resueltas y, sobre todo, un comportamiento marcado por el principio de "si no se arriesga, no se puede perder”.
En algunas ocasiones, el trauma infantil ocasionado por los abusos sexuales puede ser la causa velada detrás del problema. Y ahí hay otro problema.

A veces, se trata de la consecuencia de la dismorfia corporal que tan frecuente resulta en la anorexia, y por la cual, la persona percibe su propio cuerpo de manera diferente a la que realmente es o se presenta.
Los miedos más comunes son los que aluden a la conexión con los demás, a los sentimientos intensos, a la propia sexualidad, a ser visibles o al reto de comenzar o terminar con una relación.

Ello provoca que se lleven a cabo diversas estrategias que tienen como objetivo mantener el sexo al margen de sus vidas, pero que afectan a otras relaciones de su día a día, como por ejemplo, el evitar conversaciones que puedan tener un componente erótico o escandalizarse en exceso.

Patología sexual
Problemática Como explica Sex and Love Addict Anonymous, una página destinada a que los que sufren diversos problemas de índole sexual puedan compartir sus experiencias, los anoréxicos sexuales suelen vivir de forma aislada y consumir altos niveles de pornografía.
Rigidez Como explica la psicóloga Alexandra Katehakis en Psychology Today, la rigidez y la vergüenza guían su vida, y son capaces de tomar decisiones drásticas o dejar su trabajo para evitar alcanzar cierto grado de indeseable intimidad.

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