miércoles, 25 de junio de 2014

REDUCE EL RIESGO DE OBESIDAD Y SOBREPESO INFANTIL EN UN 15 POR CIENTO

Un estudio realizado en ocho países europeos y presentado durante el Congreso Europeo de la Obesidad (ECO, por sus siglas en inglés) muestra que los niños que consumen una dieta más acorde con las recomendaciones de la dieta mediterránea son un 15 por ciento menos propensos a tener sobrepeso o ser obesos que aquellos que no lo hacen.

La investigación, dirigida por el doctor Gianluca Tognon, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, y colegas, fue realizada en ocho países: Suecia, Alemania, España, Italia, Chipre, Bélgica, Estonia y Hungría.

Los investigadores utilizaron los datos del estudio Idefics (Identificación y prevención de los efectos sobre la salud de la dieta --y el estilo de vida-- en niños y lactantes), financiado por la Comisión Europea.

Los autores del trabajo tomaron los datos sobre el peso, la altura, la circunferencia de la cintura y el porcentaje de masa grasa corporal en niños de estos ocho países.

Además se entrevistó a los padres de estos niños mediante un cuestionario diseñado específicamente para el estudio Idefics sobre la frecuencia de consumo de 43 alimentos y se obtuvieron datos adicionales con una entrevista telefónica hecha a una submuestra de progenitores.

Los investigadores consideraban la adherencia a la dieta mediterránea en función de la puntuación obtenida a través de una tabla: un punto por el consumo elevado de cada grupo de alimentos que se consideran típicos de la dieta mediterránea (verduras, frutas y frutos secos, pescado y granos de cereales), así como un punto por el bajo consumo de alimentos atípicos de la dieta mediterránea (como productos lácteos y carnes).

Niños suecos y mediterráneos

Curiosamente, la prevalencia de la alta adherencia a una dieta similar a la mediterránea resultó ser independiente de la distribución geográfica; de hecho, los niños suecos encabezaban la lista, seguidos por los italianos, y paradójicamente los niños de Chipre eran los peores situados.

El equipo encontró que los niños con una alta adherencia a una dieta parecida a la mediterránea eran un 15 por ciento menos propensos a tener sobrepeso u obesidad que los niños de poca adherencia.

Los hallazgos fueron independientes de la edad, sexo, nivel socioeconómico o país de residencia.

Los niños con alta adherencia al inicio del estudio eran un 10-15 por ciento menos de probabilidades de estar entre aquellos que pasaron por importantes aumentos en el IMC (Indice de masa corporal), la circunferencia de la cintura y la grasa corporal.

"La promoción de un patrón de dieta mediterránea ya no es una característica de los países mediterráneos. Teniendo en cuenta sus potenciales efectos beneficiosos en la prevención de la obesidad, este patrón de dieta debería ser parte de las estrategias de prevención de la obesidad de la Unión Europea y su promoción debería ser especialmente intensa en los países en los que se detectan bajos niveles de adherencia", recomienda Gianluca Tognon, investigador de la Academia sueca Sahlgrenska.

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