domingo, 19 de marzo de 2017

Pastillas para adelgazar pasan factura a la salud



Con nombres impronunciables y prospectos en chino, los medicamentos para adelgazar abundan en Santa Cruz y prometen hacer realidad los sueños estéticos más exigentes: queman la grasa, reducen el apetito, curan el estreñimiento, no tienen efecto rebote, son naturales y te hacen perder hasta una docena de kilos en un mes sin hacer ningún sacrificio. Varios milagros por el precio de uno.

La publicidad de los adelgazantes es tentadora y muchas personas se animan a hacer la prueba. Samanta León (nombre ficticio) tiene 39 años y ha pasado más de la mitad de su vida consumiendo píldoras para bajar de peso. “Tomo un mes, descanso unos tres o cinco meses y vuelvo a empezar”, explica y calcula que ha probado al menos diez tipos diferentes de medicamentos y que muchos de ellos le han dado buen resultado.

Pero no todo siempre ha sido color de rosa en ese péndulo de pastillas y abstinencia. Algunas veces tomó adelgazantes recetados por un médico, otras veces repitió el mismo tratamiento por su cuenta y otras probó lo que alguien de confianza le recomendó.

Una vez, cuando tomó unas pastillas cuyo nombre no recuerda (pero eran “las que tomaba todo el mundo”), tuvo que dejarlas después de tres días porque le dolía mucho la cabeza, se sentía mareada y le provocaban náuseas: tres síntomas que alertan el daño de estos productos.

Daños colaterales
Patricia Castillo, nutricionista de la Clínica Foianini, explica que este tipo de tabletas puede provocar enfermedades cardiovasculares, hepáticas, dolores de cabeza, hipertensión, náuseas, aumento del ritmo cardíaco, entre otros males, y que el riesgo se incrementa cuando los pacientes tienen una enfermedad. Por ello, recomienda visitar un especialista y realizarse chequeos médicos previos al tratamiento porque el paciente puede no saber que tiene alguna enfermedad o cuánto podría complicarse con las pastillas.

Pese a que esa advertencia está escrita en las cajas de algunos medicamentos, muchas personas la pasan por alto. Simplemente escuchan la recomendación de alguien a quien le sentaron bien, hacen una revisión rápida de sus propiedades en internet (ese lugar donde se dice de todo) y las compran.
Incluso en farmacias

Las pastillas de nombre raro, alfabeto ilegible y algunas con fotos que a los ojos de un conservador rozarían lo pornográfico, se venden en mercados y a través de redes sociales donde se hace el contacto por mensaje y la entrega es a domicilio sin cargo adicional.
Muchos de estos productos no están autorizados para su venta, señala Delia Corrales, responsable del Programa de Farmacia y Medicamentos del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Si bien se realizan controles casi a diario en farmacias, las ferias y el Facebook son la pata coja de la entidad encargada de decomisar remedios ilegales porque ese tipo de operativos requiere la presencia de varias instituciones (como del Senasag, la Fiscalía, la Alcaldía, el Sedes y el Comando Policial). Por falta de coordinación y el frecuente cambio de autoridades en algunas de estas entidades, no se realizan con tanta frecuencia como se debería, explica Corrales.

El año pasado decomisaron 2.800 tabletas adelgazantes de sibutramina en la feria de Barrio Lindo y, aunque han intentado agarrar desprevenidos a otros vendedores, no han podido sacar del mercado más pastillas.
La única forma de saber que un producto está aprobado es ver que cuente con el registro sanitario, pero ni las farmacias son garantía. Hay algunas, explica Corrales, que compran en la feria y venden en la farmacia, admitiendo que “cada vez se dan menos estos casos”

Si no cambias hábitos, es batalla perdida
El culto a la belleza está lleno de ‘vende humos’. “No existe una pastilla mágica”, dice tajante Patricia Castillo, nutricionista de la Clínica Foianini.
Si bien asegura que hay algunos fármacos que pueden ayudar en tratamientos contra la obesidad, deben ser recetados individualmente para cada paciente tomando en cuenta sus antecedentes médicos, dolencias y patologías.

La especialista señala que los productos que se venden por internet pueden reducir el peso, pero que el efecto es a corto plazo y que si no se cambia el estilo de vida la batalla contra el sobrepeso está perdida.
Para gozar de buena salud, la dieta debe ser variada: tiene que contener verduras, frutas, legumbres, proteínas, carbohidratos y grasas saludables (como las de los frutos secos, el pescado o el aceite de oliva) y disminuir el consumo de azúcar y sal.

Una dieta equilibrada, combinada con ocho horas de sueño diarias y ejercicio físico regular y moderado, garantizan que no vas a necesitar acudir a pastillas, oraciones ni milagros para perder los kilos demás.
Si pese a todo, el sobrepeso es un problema, la doctora Castillo recomienda visitar un médico para identificar el origen del problema y encontrar una solución saludable.

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