jueves, 22 de enero de 2015

Claves para una dieta vikinga

El régimen cretense largamente publicitado como la mejor forma de alimentarse para mantenerse sano comienza a ser desbancado por una dieta llegada de Escandinavia: la dieta nórdica o vikinga. Lo que se conoce como la nueva dieta nórdica es la alimentación de referencia desarrollada en un proyecto de investigación danés llamado OPUS. Su objetivo es estudiar el efecto de la alimentación escandinava en la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños daneses en edad escolar. La alimentación no es realmente ‘nueva’ porque se basa en el consumo de alimentos tradicionalmente presentes en la dieta de los países nórdicos: Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia. Esta alimentación, basada en productos escandinavos, contempla el bienestar del individuo, la protección del medio ambiente y los principios de la agricultura sostenible. No se trata propiamente de una dieta para adelgazar, sino de un modo de consumo y un estilo de vida.

Un estudio llevado a cabo durante 12 años con 57.053 daneses de edad comprendida entre los 50 y los 64 años, determinó los beneficios en la salud de la alimentación escandinava. Las conclusiones confirmaron el postulado de partida: la alimentación basada en el estilo nórdico está ligada al descenso de la tasa de mortalidad entre los daneses de mediana edad, sobre todo entre los hombres. La alimentación de base estudiada estaba compuesta de pescado, repollo, pan de centeno, avena, manzanas, peras y raíces (remolachas).

Pérdida de peso

Con esta dieta no debe esperarse una pérdida de kilos espectacular. No se trata de una dieta milagrosa sino de una alimentación equilibrada para adoptar de forma permanente. Los efectos sobre la silueta se verán a largo plazo. Claude Mona, del equipo de Arne Astrup y quien ha trabajado en el proyecto OPUS, explica que los primeros resultados provisionales de la nueva dieta nórdica es la pérdida de kilos. Las personas que consumieron más productos de los incluidos en la dieta nórdica perdieron más kilos que los que consumieron otro tipo de alimentos. Los resultados definitivos de los efectos en la obesidad se publicarán cuando el estudio haya concluido.

Otros estudios

Según informa ‘The Huffington Post’, los científicos han descubierto que la dieta nórdica puede detener el crecimiento de la inflamación del tejido graso (las células de grasa que se encuentra debajo de la piel), que por su parte causa muchos problemas de salud: diabetes y presión arterial alta, y enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares como ataques al corazón o derrames cerebrales.

Así, el estudio, publicado por los investigadores de la Universidad de Copenhague a principios del año pasado, descubrió que los daneses con sobrepeso que empezaron a seguir una dieta nórdica sana perdieron tres veces más peso que los que se alimentaban a base de albóndigas, pizzas y espaguetis.

Por otro lado, investigadores de la Universidad del Este de Finlandia quisieron averiguar si la dieta nórdica tenía algún efecto sobre la inflamación sin conllevar una pérdida de peso. Una serie de experimentos demostró que el grupo de personas que tenían que mantener su peso mientras seguían la dieta nórdica de 18 a 24 semanas igualmente mostraron un menor número de genes asociados con la inflamación que los que seguían una dieta más habitual.

Los científicos afirman que el potencial de la dieta ‘vikinga’ para controlar la función de los genes asociados con la inflamación sin comportar una pérdida de peso podría ser un factor clave en la lucha contra este síndrome metabólico y otras condiciones parecidas.





Ecológicamente responsable

La dieta nórdica nos invita a comer de forma más razonable. Sus preceptos se basan en una cocina local y de temporada que utiliza al máximo los productos biológicos. Se trata de un estilo de vida y consumo que favorece un modo de producción más racional.





En casa

Con la dieta nórdica vuelve con fuerza la cocina casera. Lejos de boicotear la comida industrial, este modo de consumo anima a cocinar en casa y limitar las comidas preparadas. La forma más segura de saber lo que uno come es preparando la comida en casa y utilizando productos frescos de la región.



ESTRELLAS DE LA DIETA

El régimen vikingo se compone principalmente de productos escandinavos. Estos se encuentran en nuestros mercados y pueden fácilmente adaptarse a nuestras recetas.

Frutas y frutos del bosque de temporada: ciruelas, peras, arándanos, zarzamoras, rosa mosqueta, grosellas negras.
Verduras, incluidas las familias de raíces y tubérculos (rabanitos, remolachas)
Legumbres (judías verdes)
Hierbas aromáticas (perejil, berro, eneldo
Hongos
Cereales integrales
Frutos secos (nueces, avellanas)
Pescados y crustáceos (arenque, mejillones, langostinos, platija o acedia)
Algas
Carne (preferentemente de animales que viven en libertad)



EL PESCADO EN EL CENTRO DEL PLATO

El pescado, como el arenque, o los mariscos como el langostino se encuentran en el corazón de la alimentación nórdica. La presencia de sustancias tóxicas en el pescado, sobre todo mercurio, requiere cierto cuidado a la hora de comprarlo y consumirlo. Se recomiendan 300 gramos de pescado por semana. Al comprarlo hay que verificar el origen y cómo ha sido criado. El mercurio es problemático si se consumen pescados carnívoros, grandes y añosos, explica Claude Mona de la Universidad de Copenhague. También hay que pensar en consumir variedad: pescados grasos, semigrasos y magros. La aportación de vitaminas, minerales y ácidos grasos varía en las especies.



10 MANDAMIENTOS

Para vivir mejor, más años y mantener o recuperar la línea, sigue estas reglas de la dieta escandinava:

CLAVE 1. Consumir más frutas, verduras y fotos del bosque

CLAVE 2. Aumentar el consumo de cereales integrales (avena, cebada y centeno)

CLAVE 3. Consumir más productos marinos (pescados, crustáceos y algas).

CLAVE 4. Limitar la carne. Cuando se consuma, buscar la mejor calidad.

CLAVE 5. Incrementar el consumo de alimentos que crezcan naturalmente

CLAVE 6. Elegir productos biológicos siempre que sea posible

CLAVE 7. Evitar los aditivos

CLAVE 8. Comer productos de temporada

CLAVE 9. Cocinar más en casa

CLAVE 10. Limitar el despilfarro

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