jueves, 6 de junio de 2013

Mi pareja está engordando



Si ves que tu pareja está engordando y esto perjudica su apariencia, pero sobre todo su salud, lo mejor es que hables con él muy sutilmente y organicen una dieta que deben seguir ambos, pues de nada servirá que mientras él coma frutas o verduras, tú disfrutes delante suyo de un trozo de torta o de una hamburguesa con queso y jamón.

Debes hacerle entender que se trata de un tema muy importante y que, fundamentalmente, es cuestión de salud. No cometas el error de burlarte de su estado, enojarte con él o llamarlo ¡gordo! Sólo conseguirás que se ponga ansioso, triste o decepcionado y ésto podría hacer que coma más sin darse cuenta. Cuando él reconozca que está pasado de peso y tome el tema con seriedad, podrán empezar a trabajar juntos.

La psicóloga Mónica Soliz aconseja a las parejas conversar muy claro sobre lo que les está pasando. “Cuando uno ama a alguien, no debe dudar al momento de hablar sobre los defectos o las virtudes de la otra persona”, sugiere.

Ya que la cosa es de a dos, es vital que evites las golosinas, chocolates y otros manjares en frente suyo porque harás que su dieta tambalee, más aún si apenas comienza con el régimen.

El sexólogo Winston Uzín advierte que la obesidad puede predisponer serios riesgos en la salud física como problemas de diabetes (lo que incluye lesiones irreversibles en los riñones y la vista), mala circulación sanguínea en los dedos de las manos y los pies, cicatrizaciones lentas e infecciones urinarias de difícil curación, incluso de daños en los genitales. Pero además hace hincapié en que la gordura puede llevar a los varones a sufrir trastornos en la erección, que también es una de las causas de la infertilidad.

“El sobrepeso puede derivar, además, en un trastorno en los huesos y las articulaciones de las rodillas, caderas, tobillos y, por tanto, dificultad al caminar, hacer deporte, subir y bajar gradas y otras actividades”.

La nutricionista Aidé Romero aconseja avanzar poco a poco. Por ejemplo, empezar ofreciéndole un vaso de leche y una fruta en lugar de invitarlo a la mesa a cenar.

“Luego puedes ir quitándole el té. Chau sándwich y masitas, y darle yogur y galletas. Al otro día puedes darle su cena pero en un plato más pequeño o sólo una sopa. Lo importante es que lo hagas de a poco y no de golpe”, recomienda Romero.

No esperes a que dejar de comer sea su iniciativa, al menos no al principio. “Es ahí cuando debes estar presente en horarios clave: desayuno, almuerzo, té y cena. No permitas que pique comida a media mañana o a media tarde. Al principio le costará, pero se irá acostumbrando y su estómago se irá reduciendo”, agrega.

La clave es que tú hagas lo mismo, y si en algún momento sientes que te pones débil por la falta de tu ración acostumbrada de alimento, puedes llevarte algo a la boca, pero no delante de tu pareja, no vaya a ser que por ayudarlo resultes perjudicada en tu propia alimentación.

Perjuicios en la intimidad

En cuanto al componente social y las relaciones íntimas, Uzín aclara que el sobrepeso dificulta ambas. “No es fácil soportar 80 kilos o más sobre una persona y el adoptar ciertas posiciones sexuales se hace más dificultoso para la pareja. Además, los reflejos disminuyen, hay más desequilibrio físico y la persona suele cansarse con mucha facilidad”, reflexiona el sexólogo.

En cuanto a los efectos en la parte social, se complican las relaciones con los amigos y el entorno familiar y laboral, pues debido al sobrepeso, la persona está impedida de realizar ciertas acividades o es blanco de burlas. Lo que viene después es el aislamiento y con ello el mal humor y la depresión. Incluso incomoda el tener que subir al transporte público y el sólo hecho de vestirse con dificultad.

“Si amas a tu pareja, debes tocar estos temas; son incómodos, pero será mejor que los escuche de ti y no de terceros que podrían lastimar su autoestima”, recomienda Soliz. No te quedes callada si vez que cada mes debes soltar algunas pinzas del pantalón de tu amado. Si no hablas a tiempo, perderán el control del problema y en algún momento la relación podría sufrir una fractura y estar en riesgo.

Coman sano

Es importante integrar vegetales y frutas a la dieta. Si no le gustan, trata de hacer jugos y zumos. Disminuye de a poco el azúcar, así como todos los hidratos de carbono.

Planifiquen ejercicios

Organicen su tiempo de modo que tengan un horario para hacer ejercicios. Tu compañía será muy importante a la hora de cumplir con esta disciplina que merece dedicación.

Estimulen el cuerpo

Además de hacer ejercicios hay otras formas de mantenerse en forma, por ejemplo ir a clases de baile o hacer caminatas. El conseguir una figura saludable causará gran impacto en sus vidas.

Fuentes: Mónica Soliz, psicóloga; Winston Uzín, sexólogo, y Aidé Romero, nutricionista


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