martes, 3 de noviembre de 2015

¿Mi hijo tiene exceso de peso?

El número de niños obesos continúa en aumento. A lo largo de las dos últimas décadas, este número creció en más del 50%, y el número de niños "extremamente" obesos prácticamente se duplicó. Los médicos y profesionales de la salud determinan si un niño/a es obeso/a midiendo el peso y la altura. A pesar de que los niños registran menores problemas relacionados con el peso que los adultos, los niños obesos tienen un elevado riesgo de convertirse en adolescentes y adultos obesos. A su vez, los adultos con problemas de peso pueden tener varias complicaciones de salud, incluyendo enfermedades coronarias, diabetes, problemas de corazón, presión arterial elevada e incluso ciertas formas de cáncer.

Los niños pueden convertirse en obesos por varias razones. Las más comunes son: por factores genéticos, por falta de actividad física, por hábitos de alimentación poco saludables, o por una combinación de todos estos factores. En casos excepcionales, un problema de índole médica, como un desorden endocrinológico, puede llevar a que un niño se convierta en obeso. Su médico puede realizar un examen físico y análisis sanguíneos para excluir esta hipótesis.

Si cree que su hijo/a puede ser obeso/a, hable con un pediatra o médico especializado. Un profesional está capacitado para determinar si existe de hecho un problema, o si la variación de peso es algo natural de la edad, relacionado con los patrones de crecimiento como la edad, el peso y la altura. Este es el modo en el que se determinará si su hijo/a es o no obesa. Aumento de la actividad física de la familia

La actividad física regular, en combinación con una alimentación sana, es la forma más eficiente de control del peso que existe. Es también una parte fundamental de un estilo de vida saludable. A continuación, indicamos algunas formas simples de aumentar la actividad física de su familia:

• Sea un modelo para su hijo. Si ve que usted es físicamente activo y se divierte siéndolo, lo más probable es que imite este comportamiento, aprenda a disfrutar del deporte y continúe practicándolo a lo largo de toda su vida.

• Planee ejercicios conjuntos con varios miembros de la familia, como paseos, bailar, andar en bicicleta o natación. Por ejemplo, puede fijar un calendario para dar un paseo nocturno con su familia en vez de sentarse a ver televisión. Con todo, asegúrese de que estas actividades en familia pueden ser realizadas en un ambiente seguro.

• Sea sensible a las necesidades particulares de su hijo. Los niños con exceso de peso pueden sentirse poco cómodos al participar en determinadas actividades. Es fundamental, para desarrollar el gusto por el deporte, ayudar a su hijo a encontrar actividades que no sean particularmente difíciles o embarazosas.

• Reduzca la cantidad de tiempo que usted y su familia dedican a actividades sedentarias, como juegos de video, navegar por Internet o ver televisión.

• Sea más activo a lo largo del día y anime a toda la familia a adoptar los mismos hábitos. Suba y baje escaleras en vez de ir en el ascensor, o camine hasta el trabajo y deje el coche en casa.

• El objetivo es no convertir el ejercicio físico en una obligación o en algo indeseable, sino todo lo contrario, mostrar al niño que puede divertirse con eso y hacer de ello, una parte integrante de su vida cotidiana.

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