sábado, 24 de octubre de 2015

UN ESTUDIO REVELA QUE SU CONSUMO EN LAS DIETAS PERMITE LA PÉRDIDA DE PESO EN IGUAL MEDIDA QUE EN LOS REGÍMENES QUE LO EXCLUYEN.

El pan es un alimento básico que forma parte de la dieta más tradicional y con mayor renombre mundial, la dieta Mediterránea. Una dieta que destaca por ser saludable y equilibrada.

Es un producto alimentario rico en hidratos de carbono. Un nutriente esencial que debe aportar entre un 50-55% de las calorías ingeridas diariamente.

Aunque muchos se molesten en sacar aspectos negativos al pan, nos podemos basar en estudios científicos para indicar los beneficios que aporta la ingesta diaria de pan.

Para empezar los elogios hacia el pan, podríamos indicar que un nuevo estudio realizado por la Unidad de Nutrición del Hospital de La Paz de Madrid, afirma que la gran mayoría de los españoles ingieren una elevada cantidad de proteínas y una baja ingesta de hidratos de carbono. El consumo prolongado de proteínas, se relaciona con un gran número de enfermedades, como un mayor riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares y también un mayor riesgo mortalidad y de enfermedades renales.

En la dieta

Por lo tanto y teniendo en cuenta los estudios realizados, una mayor ingesta de pan provoca un menor consumo de pescado, huevo y sobretodo carne, en definitiva se disminuye la ingesta de alimentos fuente de proteínas. Evitando así, la aparición de las enfermedades nombradas anteriormente.

Como segunda característica positiva del pan, podríamos seguir haciendo referencia al mismo estudio realizado por el Hospital madrileño. Esta vez han comparado a dos grupos de personas que realizaban dietas hipocalóricas (dietas para bajar de peso). Al grupo A le han prohibido la ingesta de pan, en cambio, al grupo B le han permitido el consumo de pan para poder comparar los progresos y los resultados finales entre ambos grupos.

Como dato sorprendente para aquellas personas que no comen pan porque aseguran de que engorada, el grupo B (que come pan) ha disminuido de peso a igual medida que el grupo A (que no podía consumir pan) y además de esto, en el grupo B hay un menor número de abandonos de la dieta.

Otro factor importante que ayuda a las personas que desean bajar de peso, es que el pan está demostrado de que el pan tiene efecto saciante. Esto quiere decir que ingiriendo menor cantidad de alimentos, el pan va a provocar que esa persona se sienta más “llena”, evitando la sensación de ansiedad, factor esencial para el seguimiento de una dieta.

Para adelgazar

El consumo de pan en las dietas de adelgazamiento permite la pérdida de peso en igual medida que en los regímenes que lo excluyen y reduce a su vez el riesgo de abandono de la dieta, según un estudio de la Unidad de Nutrición del Hospital de La Paz de Madrid. Debido a “falsos mitos” muy arraigados entre la población, el pan y los alimentos ricos en hidratos de carbono se eliminan o restringen cuando se quiere perder peso, asegura una de las autoras, la doctora Viviana Loira.

Sin embargo, la comparación entre dos dietas hipocalóricas con pan y sin pan en mujeres con sobrepeso u obesidad ha demostrado que su consumo no interfiere en la pérdida de peso y facilita el seguimiento de la dieta. Al analizar los resultados obtenidos con las dos dietas, los investigadores observaron que en ambos grupos se redujo por igual el peso corporal y la masa grasa, y que el porcentaje de abandonos fue significativamente menor entre las mujeres que hicieron la dieta con pan. Al comparar los resultados antropométricos de los dos grupos, no se observaron diferencias en la evolución del peso corporal y, tras dieciséis semanas, las mujeres de ambos grupos perdieron una media de cuatro kilos.

En el grupo de mujeres que siguió la dieta con pan, el cumplimiento de la dieta se mantuvo estable, mientras que en el de aquellas que excluyeron el pan, las trasgresiones a la dieta fueron aumentando a medida que transcurrían las semana, indicó Loira. Incluir una ración de pan en las comidas también puede aumentar la sensación de saciedad, según se desprende de los resultados de un test de motivación-saciedad al comer realizado entre las mujeres que participaron en el estudio.

Reducir el porcentaje calórico

Así, se obtenía una mayor sensación de saciedad tras la ingesta de un menú hipocalórico con pan a los 60 y 90 minutos de la ingesta, respecto a la sensación que tuvieron las mujeres que comieron el mismo menú con otras fuentes de hidratos de carbono, como arroz o pasta el grupo con pan también se acercó al número de raciones recomendadas para el grupo de los cereales, mientras que el grupo sin pan incrementó la discrepancia con la recomendación.

La exclusión del pan en la dieta puede desplazar las ingestas hacia los grupos de las carnes y las grasas

Además, se observó un aumento del consumo de carnes en el grupo sin pan y, a pesar de que el consumo de azúcares y grasas se redujo en ambos grupos, la disminución sólo fue significativa en el grupo con pan. Los investigadores concluyeron que la exclusión del pan en la dieta puede desplazar las ingestas hacia los grupos de las carnes y las grasas y repercute negativamente en el equilibrio de la dieta y el perfil calórico.

El grupo que siguió la dieta con pan mejoró significativamente su perfil calórico y se aproximó a las recomendaciones nutricionales estipuladas por los expertos, con lo que redujo el porcentaje de grasa y aumentó el aporte de hidratos de carbono. Esta aproximación a los objetivos nutricionales no la alcanzó el grupo sin pan, en el que a pesar de lograr la reducción calórica buscada, el perfil calórico no sufrió modificaciones, según conclusiones del estudio.

EFECTOS AL DEJARLO

La revista española Women’s Health hizo un listado con cinco cosas que le pasan al cuerpo cuando dejamos el pan.

Pierdes agua: El primer efecto que notarás es que bajas de peso muy rápido, pero no te ilusiones, ya que no estás perdiendo grasa, sino que agua. Cuando se termina el consumo de carbohidratos y el cuerpo utiliza las reservas de glucógeno, se pierde gran cantidad de agua.

En el corazón y la diabetes: El tipo de grano que consumes en el pan tiene directa relación con el efecto que produce. Por ejemplo, los carbohidratos refinados aumentan el riesgo de problemas al corazón y de poseer diabetes de segundo tipo. De forma contraria, la Asociación Americana del Corazón indica que los cereales integrales pueden mejorar los niveles de colesterol en la sangre y reducir las enfermedades del corazón, derrames cerebrales, obesidad y diabetes del tipo dos.

Menos energía: Los granos enteros poseen hierro, magnesio y vitamina B, todos ellos necesarios para mantener la fuerza en el cuerpo.

Estreñimiento: Los granos ayudan a equilibrar los niveles de fibra en el cuerpo, los que además de ayudarte a ir al baño, permiten estabilizar el azúcar en la sangre, prevenir la obesidad y las enfermedades crónicas.

Los antojos se reducen: Un estudio publicado por American Journal of Clinical Nutrition, indica que el consumo carbohidratos produce una dependencia y adicción a ciertos alimentos, por lo que más ganas se tienen de comer ciertos productos. Si se eliminan de tu dieta, no tendrás antojos de ellos.

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