viernes, 5 de julio de 2013

Los adultos que trasnochan tienden a aumentar de peso

También se vio que los hombres suben más de peso que las mujeres cuando duermen poco. El apetito por caramelos, pan, galletas y comidas saladas sube un 24% con la falta de sueño

Rt, Muy, H.Post,BBC - Estados Unidos De Norteamerica

Un estudio publicado esta semana en la revista Sleep revela que los adultos sanos que se acuestan habitualmente tarde son más susceptibles de ganar peso.

Andrea Spaeth y sus colegas de la Universidad de Pensilvania (EE UU) realizaron un experimento en el que estudiaron en el laboratorio la respuesta de una serie de individuos con edades comprendidas entre 22 y 55 años de edad, cuyo descanso se limitó a dormir de 4 de la madrugada a 8 de la mañana durante cinco noches seguidas.

Comprobaron que engordaban más si se los comparaba con quienes dormían una media de 10 horas el mismo número de días (de 10 de la noche a 8 de la mañana).

La razón fundamental de estas diferencias, según concluyen los investigadores, es que los individuos que dormían menos consumían más cantidad de comida, especialmente durante la noche, y que la proporción de grasas ingerida a esas horas era mayor que a cualquier otra hora del día.

Los experimentos revelaron que, en condiciones de restricción de horas de sueño, los hombres aumentan más de peso que las mujeres.

Más pruebas

Otro estudio realizado en la Universidad de Columbia fue presentado durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Estudio de la Obesidad en Las Vegas.

El estudio analizó los datos de 18.000 personas entre los 32 y 59 años de edad, que participaron en una investigación a escala nacional llevada a cabo en los años 80.

Se encontró que, aún después de considerar factores como la depresión, la actividad física, consumo de alcohol, raza, nivel de educación, edad y género, las personas eran más propensas a engordar entre menos dormían.

El Dr. James Gangwisch, que dirigió la investigación, explica que los resultados tienen que ver con lo que le sucede al cuerpo privado de sueño, no con la mayor actividad cuando se está despierto

PARADOJAS DE QUEDARSE DESPIERTO

Menos calorías al dormir
Los humanos queman menos calorías cuando duermen, por lo tanto puede parecer contradictorio que engorden si están más tiempo despiertos.

73% MÁS PROPENSAS
Las personas que duermen cuatro horas o menos de noche son un 73% más propensas a la obesidad, tal vez debido a las hormonas del apetito.

JUGO DE CEREZA
No ayuda a conciliar el sueño, pero una vez conseguido hace que sea más profundo, según la Universidad de Rochester. Se trata del jugo de cereza.

LEPTINA Y GRELINA
La leptina le dice al cerebro que al cuerpo no le hace falta más comida. La grelina es la hormona que nos provoca la sensación de hambre.

LOS NÚMEROS LO MUESTRAN
Al dormir cuatro horas por noche hubo un descenso del 18% en la leptina y un aumento del 28% en los niveles de grelina de 25 adultos.

TRABAJAR MÁS Y ENGORDAR
Desde hace 40 años, las sociedades llamadas ‘avanzadas’ disminuyen sus horas de sueño. En todas ellas la obesidad se ha convertido en un problema.

UNA RAZÓN PREHISTÓRICA TRAS LA GORDURA

Aparentemente la falta de sueño está relacionada con la reducción en los niveles de la hormona leptina, que regula el apetito y el peso y le informa al cerebro cuánta energía queda disponible en el cuerpo.

El investigador James Gangwisch sugiere que la razón de esto podría encontrarse en nuestros antepasados prehistóricos.

"El sistema de regulación metabólica pudo haberse desarrollado para motivar a los humanos a almacenar grasa durante el verano, cuando las noches son cortas y la comida es abundante para así preparar el cuerpo para resistir los meses parcos de invierno", dice.

Como resultado, entonces, el dormir menos envía un impulso al cuerpo para que empiece a comer más y almacene grasa.

Los voluntarios de este experiemento, tras dormir las citadas cuatro horas por noche durante dos días, experimentaron un incremento del 24% en su apetito y un aumento del deseo de dulces, como caramelos y galletas; comidas saladas, como patatas fritas y frutos secos, y alimentos harinosos, como pan y pasta.

El deseo de fruta, verduras o productos lácteos no aumentaba mucho.

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