miércoles, 1 de abril de 2015

Electrodos ayudan a anoréxicos a modificar sentimientos de rechazo a la comida

Médicos británicos insertaron electrodos en el cerebro de una mujer para tratar de curar su anorexia, una operación que está en fase experimental, indicaron expertos del hospital John Radcliffe de Oxford, en el sur de Inglaterra.

A la paciente, cuya identidad no ha sido facilitada, le colocaron los electrodos en una zona profunda del cerebro que registra lo que siente cuando come, por lo que el tratamiento está diseñado para modificar sentimientos de rechazo de la comida.

Tipu Aziz, profesor de neurocirugía del citado hospital, dijo hoy a los medios locales que el estudio está en sus primeras etapas, pero que de tener éxito puede cambiar la vida de las personas con anorexia, un trastorno de la alimentación por el que el enfermo se niega a comer y tiene una idea obsesiva de que está gordo.

"Los anoréxicos tienen un nivel de mortalidad 40 veces mayor que la población normal", dijo Aziz, y añadió que "la comida se convierte en un objeto doloroso" para los afectados.

Según explicó, la parte del cerebro que hace que la gente disfrute de la comida no funciona en el caso de los anoréxicos.

"Éste es un estudio muy preliminar para mostrar que si uno coloca electrodos en el lugar correcto, se puede alterar la reacción de las personas hacia la comida", añadió el experto.

A la mujer se le colocaron diminutos cables que llevan electricidad y las señales eléctricas están pensadas para provocar un cambio en lo que el anoréxico siente con la comida.

"Esto supone apartarse bastante del tratamiento de este problema.

Pues en el pasado a la gente se le forzaba a comer", dijo Aziz, que ha puntualizado que hay que observar a la persona durante meses para conocer la evolución.

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