lunes, 23 de septiembre de 2013

TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN ADOLESCENTES La detección temprana salva vidas

Delgadez.

Canón de belleza

REVISTA VIVIR MÁS,

CLÍNICA LAS CONDES

“Estamos en una sociedad que se trastornó con el tema del peso y la figura, donde el cuerpo delgado está dentro de los requisitos para ser exitoso, en especial si se es mujer, sostiene la doctora Verónica Gaete, jefa de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Centro de Adolescentes y Jóvenes de Clínica Las Condes de Chile y miembro de su Unidad de Trastornos Alimentarios

Este mensaje, según la doctora Gaete, está contribuyendo a producir una preocupante alza de los trastornos alimentarios en el país, sobre todo entre los adolescentes: “Estos son problemas que son relativamente nuevos en nuestra sociedad y han ido en aumento progresivo. Y lo más probable, es que sigan aumentando cada vez más. Incluso hay escolares que están con este problema actualmente. Niños menores de 10 años”. Sin embargo, la más alta prevalencia se da durante la adolescencia, edad en la que los padres deben estar muy atentos ante cualquier señal sospechosa.

Los cambios de conducta

La psicóloga de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Centro de Adolescentes y Jóvenes de CLC, Carolina López, explica que los padres deben estar muy atentos al comportamiento de sus hijos en esta etapa de la vida.

Ante cualquier señal sospechosa, lo indicado es consultar, ya que mientras antes se detecte un trastorno alimentario mejor es el pronóstico: “La tasa de recuperación entre los adolescentes es de hasta 80 por ciento de los casos. Por lo tanto, lo fundamental es la detección temprana y ahí todos pueden colaborar. Es fundamental que la familia pueda intervenir tempranamente, que los lleven a consultar, que no esperen a que esto se agrave”.

La primera señal que debiese alertar a los padres es la presencia de una insatisfacción importante con el propio cuerpo. Como explica la doctora Gaete, “todo adolescente que manifieste una insatisfacción significativa con su cuerpo o figura y se perciba con más peso del que debiese tener está en riesgo de presentar un trastorno alimentario y con esa persona hay que tener especial cuidado con lo que empieza a hacer con su alimentación. Si comienza a tener conductas que son dañinas para su salud, para el control de su peso, pero que él ve como una solución para ser feliz, se debe consultar de inmediato”.

¡MAMÁ, ESTOY GORDA!

La insatisfacción con el propio cuerpo se refleja en constantes quejas y comentarios del tipo “mira mamá este rollo que tengo en la cintura” o “que estoy barrigona acá”, cuando es obvio que no lo

están o, muchas veces sí lo están, pero hay una preocupación mucho más allá de lo esperable para el rollo que existe.

Es en ese momento, explica la doctora Gaete, donde se debe poner especial atención en cómo comen, si comen todas sus comidas al día, si empiezan a restringir la alimentación. La repetición constante de frases como “No mamá, ya comí”, es una señal de alerta. Lo mismo si no quieren comer en familia en forma reiterada, si buscan sólo productos light, si empiezan a contar las calorías de todo, si comienzan a prohibirse un tipo determinado de alimentos, “eso es un clásico que nosotros vemos en los trastornos alimentarios, lo que llamamos los alimentos prohibidos, que son todos aquellos alimentos que se evitan porque producen mucho temor, o por el temor a que las vayan a hacer subir de peso o por el temor a que les desencadenen atracones”, explica la especialista.

Cuando ya aparece una anorexia también se alteran las reglas: las niñas muchas veces comienzan a vestirse con ropas más sueltas, empiezan a botar comida.

También se debe prestar atención si aparecen evidencias de vómitos, o que, por ejemplo, como explica la doctora Gaete, “si a la hora de almuerzo comen más de lo que esperaban, se levantan rápidamente al baño, hay que estar especialmente atentos como padres y familia. También en las niñas que tienen atracones, que muchas veces la gente lo ve como lo más normal, porque en los adolescentes la impulsividad es normal. Pero que hay que tener ojo si se junta insatisfacción corporal, tratar de hacer régimen y terminar en un atracón”.

La práctica de ejercicio excesivo para el control del peso es otro síntoma sospechoso. Todas aquellas que sean finalmente conductas que son dañinas, conductas que son excesivas, con el fin de controlar el peso, indican situaciones sobre las que hay que estar alertas y consultar oportunamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario