Cuatro meses después de dar a luz a su primogénita, Kim Kardashian reveló a la revista People que su embarazo no fue fácil, debido al peso que subió en esos nueve meses.
La figura de "Keeping Up With The Kardashians" aumentó 22 kilos, por lo que tras el nacimiento de la menor tuvo que empezar una dieta y una rutina de ejercicios.
La celebridad fue estricta con lo que comía y con sus sesiones en el gimnasio, por lo que ya bajó 19 kilos. En este periodo, siguió la dieta Atkins, la cual consiste en consumir altas dosis de proteínas y un mínimo de carbohidratos. Tampoco se permiten frutas y verduras ricas en fibras.
Kardashian confesó a la revista que le "dolieron" las críticas que emitía la prensa de farándula sobre su aspecto, por lo que incluso llegó a pensar en retirarse de la escena pública por un tiempo.
"El embarazo fue para mi mucho más difícil de lo que la gente pudo ver en mi programa o en las revistas. Así es que volver a sentirme yo misma otra vez, me hace estar bien", aseguró la futura esposa de Kanye West.
"Siempre pensé que mi embarazo sería fácil, que sólo crecería mi vientre. Y simplemente no ha sido así para mi, pero a veces sólo tienes que tomar la vida como es y disfrutar del viaje", afirmó.
La revista "People" publicó hoy un extracto de la conversación con Kardashian en su sitio web, pero los detalles de su embarazo serán expuestos el viernes.
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