jueves, 30 de mayo de 2013

Trastornos alimenticios

Anorexia. Cuando se trata de anorexia nerviosa estamos ante personas que lo que hacen es restringir, evitar por todos los medios que entren calorías en su cuerpo. “Les aterra engordar. Para que nos hagamos una idea de lo que sufren, pensemos en el miedo que sentiríamos si nos atacase por ejemplo un tiburón. Así de potente y de ‘físico’ es el miedo que ellas sienten cuando se enfrentan a un plato de comida”, explica el Dr. Francisco Ferre. La anoréxica posee una personalidad básicamente obsesiva. Son personas perfeccionistas y les gusta tenerlo todo bajo control absoluto. “En la psicología de estas personas predomina el sentimiento de control. Esa capacidad de vigilar cada caloría y de bajar peso les produce un ‘subidón’ enorme que contribuye a perpetuar esa conducta, hasta convertirse en un trastorno casi delirante”, dice el Dr. Ferre. Para adelgazar utilizan una serie de conductas denominadas purgativas o de compensación, tales como estar 24 horas sin comer, provocarse vómitos esporádicos y utilizar laxantes o diuréticos.

Bulimia nerviosa. En el caso de la bulimia nerviosa, la situación es muy distinta. “Nos encontramos con una personalidad de gran ansiedad. No tan restrictiva, sino impulsiva, que canaliza su angustia comiendo de forma desmesurada. Eso le proporciona cierto alivio. Pero luego se siente horriblemente culpable y decide compensarlo vomitando. Después de vomitar también se siente fatal, con lo cual entra en un círculo vicioso del que no sale”.

Trastorno por atracón. Ante una situación de gran ansiedad la persona decide aliviarlo con la comida, pero lo hace de una forma desordenada. Es decir, utiliza la alimentación como automedicación. “Un atracón, para considerarlo patológico, tiene que ser desordenado y verdaderamente aberrante”, explica el Dr. Francisco Ferre.

Estos son algunos de los TCAs más desconcertantes y menos conocidos:

Vigorexia. Es la obsesión por el ejercicio para aumentar la musculatura con la ayuda de dietas restrictivas y suplementos proteicos y anabolizantes. Quienes padecen este desorden perciben sus características físicas de forma distorsionada.

Seudorexia. Consiste en un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas como tierra, tiza, yeso, bicarbonato, algodón, pegamento, moho o ceniza de cigarrillo. El nombre del trastorno puede variar según el tipo de sustancia que se ingiera.

Sadorexia o “dieta del dolor”. Este síndrome procede de la anorexia, la bulimia y la ortorexia (obsesión patológica por la comida biológicamente pura) y se combina con el maltrato corporal y el empleo de métodos de adelgazamiento masoquistas.

Permarexia. Quien la sufre piensa que todo lo que come engorda y eso le lleva a probar diferentes regímenes, muchos de ellos poco saludables, como las “dietas milagro”. Hay expertos que consideran que es el paso previo a la anorexia o a la bulimia.

Bulimarexia. Es un proceso que alterna situaciones de hiperactividad y negaciones a comer, típicas de la anorexia, con los atracones y las purgas características de la bulimia.

Síndrome del comedor nocturno. Este síndrome consiste en ingerir de noche más del 25 por ciento de las calorías que hay que tomar a diario, e incluye la anorexia matutina (poca o nula ingesta de alimentos en el desayuno) y la hiperfagia (comer en exceso) vespertina.

Síndrome del descontrol alimentario. Es una forma incompleta de bulimia, y quien lo padece incurre en atracones de comida, pero sin tener conductas compensatorias o purgativas, y con una menor alteración perceptiva del propio cuerpo.

Manorexia. Es la anorexia referida a los hombres que tienen pánico a engordar y se ven gordos, los cuales suelen hacer deporte exagerado y restringir la dieta. Suelen ser sujetos de este desorden los bailarines, modelos o presentadores de televisión.

Pregorexia. Aparece en las mujeres embarazadas a quienes horroriza engordar y, por ello, hacen dietas y a veces inducen su propio vómito, lo cual es muy peligroso para la madre y su hijo.

Otras. Además, según el doctor Villarino, existen otros trastornos no especificados, como la masticación de una gran cantidad de comida que luego se escupe para así no engordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario