viernes, 24 de mayo de 2013

A bajar pero sin hambrear

La mayoría de los hombres no les gusta hacer dieta, pero el aumento de peso cada vez presenta más riesgos para su salud.

La buena noticia es que una dieta saludable para hombres puede ser relativamente fácil. De todas maneras, recomendamos consultar a un profesional en nutrición antes de hacer cambios radicales en tu dieta.

En teoría, adelgazar debería ser más sencillo para los hombres porque tienen una tasa metabólica mayor que las mujeres y una menor propensión a acumular grasa.

El problema para los hombres tiende a ser la acumulación de las grasas alrededor del abdomen, característica de los cuerpos de manzana. Se sabe que esta forma de cuerpo se relaciona con mayores probabilidades de contraer enfermedades del corazón: infartos, arterias tapadas, etc. también con la hipertensión arterial y diabetes además de las consecuencias que estas enfermedades traen.

DIETA. El problema de la relación de los hombres con la dieta, es que la asocian con las mujeres, "es cosa de chicas", de hecho los hombres no deben seguir una dieta diseñada para las mujeres, porque necesitan más calorías y tienen otras preferencias en cuanto a la alimentación.

Los hombres generalmente prefieren las comidas saladas a las dulces, lo contrario de muchas mujeres que pueden consumir una ensalada como almuerzo, pero se mueren por un postre.

Los hombres prefieren las carnes con grasa, alimentos salados y las bebidas alcohólicas, que aportan tantas calorías como un almuerzo.

PARA HOMBRES. La mejor estrategia para adelgazar para los hombres es no hacer dieta. Pequeños cambios sutiles en tu forma de comer, beber y hábitos de ejercicio, que no te avergüencen delante de sus colegas y amigos. El énfasis debe estar puesto en el cuidado de la salud y la autoestima.

Esto se resuelve con conocer cuántas calorías deberías consumir por día y así podrás ver dónde puedes hacer los ajustes que se adapten a tus gustos y estilo de vida.

EQUILIBRIO. De nada sirve realizar las rutinas diarias de ejercicios si es que al cruzar la puerta del gimnasio te diriges hacia un centro de comida rápida. Aprende a comer saludablemente sin tener que morir de hambre. El nutricionista peruano Miguel Ángel Valle, declaró en el diario El Comercio que el único secreto radica en saber priorizar algunos nutrientes y abstenerse de otros.

“Una dieta es necesaria porque cuando uno hace ejercicios bota líquidos extras, así que lo que uno consume no es suficiente.

Una dieta sin ejercicios no solo hace que bajes de peso, también logra flacidez en el cuerpo”, asegura.

Por ello es necesario que cuando decidas hacer dieta también realiza una actividad física diferente que te permita tonificar la masa muscular.

Entre los tipos de dietas figuran la que contiene una alta cantidad de proteínas, necesarias para aquellos que quieren subir de peso; y, la hipocalórica, que es empleada por aquellos que desean bajar.

En la búsqueda de la reconciliación con la balanza, resulta imprescindible evitar las grasas. Por ello, se debe aprender a diferenciar las grasas buenas de las malas. Las primeras se encuentran en el aceite de oliva, nueces y avellanas. Las malas están en la margarina, manteca y otros productos derivados del aceite vegetal. Puede que al principio no seas fan número uno de tu dieta pero, como todo en el mundo, te acostumbrarás a la rutina. Poco a poco ese malestar se irá y comerás sano sin ningún esfuerzo. Recuerda que una dieta saludable es parte de un estilo de vida que te ayudará a sentirte mejor contigo.

1. Desayuno

Ralla queso curado sobre una tostada integral. El combinado proteína-fibra te llenará. Y asegúrate de que no pasen más de ocho horas entre el desayuno y la comida anterior. Un estudio de la Universidad de Laval (Canadá) demuestra que el ayuno aumenta las ganas de comer azúcar y el riesgo de engordar.

2. Palta

Los azúcares naturales, como los de la palta, evitan que tengas necesidad de otros no naturales. También contienen grasas monosaturadas, que aumentan tu ritmo metabólico hasta velocidades que ninguna banda ancha puede superar. Entonces las grasas buenas acaban con las malas.

3. Aceite de oliva

Usa siempre en tus ensaladas, (sí debes comer ensaladas), un poco de aceite de oliva virgen extra, que potencia la combustión de las grasas y combate las ansias de comer. Así que quemarás esos rollitos molestosos, sin quedarte con esa sensación de vacío interior que provoca ansiedad.

4. Tranquilo

De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Appetite, comer lentamente al mediodía puede ayudarte a picar menos a media tarde. Los participantes del estudio que masticaban cada bocado durante 30 segundos, por la tarde picaban menos de la mitad que las personas que masticaban a su ritmo normal.

5. Más fibra

Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, determinados nutrientes pueden ayudarte a mantenerte en tu peso. Los alimentos que te recomendamos tienen menos calorías y más fibra, como los garbanzos, espinacas, higos secos, avena, manzanas, peras, naranjas y vegetales.

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