jueves, 14 de enero de 2016

Las dietas milagro entrañan serios riesgos para la salud



Tras los excesos navideños, mucha gente se propone realizar alguna dieta para bajar esos kilos demás ganados a base de comilonas y de exceso de bebidas, más aún en época de verano, cuando el cuerpo se deja ver en piscinas o en balnearios naturales. Sin embargo, hay que tener cuidado con la dieta que se escoge y atender a las recomendaciones de los especialistas en nutrición para que el remedio no sea peor que la enfermedad.
Hoy, gracias al internet, existen un sinfín de dietas milagro que prometen bajar peso rápidamente si sigues al pie de la letra sus consejos y menús. Pero estas dietas milagro, explican los expertos, aportan menos energía de lo que el cuerpo necesita y además empeoran los hábitos alimentarios.
“Todas tienen un contenido energético muy bajo. Algunas lo atribuyen a que intentan evitar un grupo de macronutrientes concreto. Es el caso de las monodietas”. En general, no modifican hábitos alimentarios incorrectos, sino todo lo contrario. Los perjudican. Por ejemplo, en los casos en los que desaconsejan el consumo de frutas y verduras”, explica en el informe ‘Dietas y productos mágicos’ Carmen Cuadrado, profesora en el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Las dietas restrictivas no solo no son la mejor manera de bajar y mantener el peso ideal sino que son perjudiciales y aumentan nuestras posibilidades de desarrollar obesidad, de acuerdo al nutricionista Andrés Canedo para quien la clave está en una dieta balanceada y apropiada para cada individuo.
Ana es una mujer de 38 años que desde que cumplió los 30 ha tenido problemas para mantener su peso, en especial luego de dar a luz a su último hijo cuando tenía 29 años.
“Yo me quedé gordita, subí 15 kilos en el embarazo, y llegué a pesar 73 kilos. He hecho de todo para bajar, dejar de cenar, tratamientos con productos para reemplazar comidas y baje un poco pero volví a subir porque me costaba mucho no comer pan, dulces y cosas así”.
Ana pesa actualmente 69 kilos, 11 kilos más de lo que pesaba cuando tenía 25 años y que fue el peso habitual durante casi toda su vida. Ha practicado deportes como el wally y también ha intentado correr por las mañanas y asistir regularmente al gimnasio pero siempre lo ha dejado porque no observaba resultados.
“Por mi trabajo yo camino mucho ya que me dedico a las cobranzas, siempre procuro ir a pie de un lugar a otro pero eso no ayuda y aunque trato de comer poco no he bajado ni un kilo desde hace 8 años que llevo tratando”.
La historia de Ana es muy común y muchas mujeres y hombres también se pueden identificar con ella ya que no solo el sobrepeso sino el deseo de adelgazar son parte de la vida de muchos tarijeños.
Según Canedo, hay estudios que muestran que cinco de cada diez mujeres entre los 16 y 22 años sufren patologías alimentarias como la anorexia y la bulimia, o desórdenes alimentarios en una búsqueda permanente por verse delgadas.
Para Canedo la clave es la educación de las familias en temas nutricionales ya que las dietas que comúnmente se hacen en Tarija consisten en comer menos, reemplazar comidas por algún producto o simplemente eliminar algunas comidas, nunca tendrán como resultado una bajada de peso permanente.
Esto se debe a que “el cuerpo tienen una sincronía para todas sus funciones de una manera increíble, miles de células trabajan de una forma simétrica y perfecta, y nada de lo que el cuerpo crea en uno lo crea por un desastre de la naturaleza”.
En el caso de la grasa, que muchas veces quisiéramos retirar como con un estilete, también tiene su razón de ser.
“El cuerpo construye células adiposas por una simple razón que es crear almacenes de energía pero además la grasa tiene muchas funciones dentro del cuerpo. Es parte de nuestro sistema inmunológico, de nuestro sistema hormonal, parte de nuestra piel que es el órgano más grande del cuerpo, las grasas ayudas en la formación de ciertos compuestos y mucosas que van a ayudar a la formación de ciertos compuestos”.
Para entender el problema de las dietas es necesario entender que cuando se hacen dietas restrictivas se motiva al cuerpo para que construya depósitos adicionales que guarden algo que en ese momento le está faltando y que son los nutrientes que eliminamos al dejar de comer. “Uno de los primeros perjuicios de las dietas es que cuando las hago genero periodos largos de escasez”, afirma Canedo.
Cuando hacemos esto repetidamente el cuerpo construirá más y más depósitos para almacenar, es decir, creará más células adiposas, por ello cuando dejamos una dieta tendemos a recuperar el peso rápidamente e incluso engordar más, porque hay más células de grasa.
Canedo explica que cuando restringimos nuestra dieta consumimos menos calorías, perdemos peso porque no le damos al organismo el alimento necesario pero este al mismo tiempo va creando más depósitos de grasa para enfrentar una posible escasez futura.
El problema es que las dietas restrictivas tienen un inicio y un final, duran un periodo de tiempo, no pueden ser un régimen para toda la vida.

Disciplina alimentaria y deporte

Por ello para Andrés Canedo la única forma de mantener un peso ideal y la salud es crear una disciplina alimentaria que consiste en hacer una dieta equilibrada que le proporcione al cuerpo todos los nutrientes que este necesita para mantener el peso, lo que no implica no comer nunca lo que nos gusta.
“Se debe mantener un equilibrio en las comidas, saber que si me excedo en algo luego debo restringirlo en las comidas posteriores. De este modo se evitará el circuito vicioso de las dietas en el que empiezas una dieta y comes menos, luego la abandonas y comes el doble”.
Pero además, una mala dieta conlleva una serie de problemas en el sistema hormonal e inmunológico así como falta de ácido fólico o de vitamina B y la pérdida de masa muscular. Asimismo puede provocar gastritis, acidez, estreñimiento severo porque no hay una buena flora intestinal.
Lo importante para Canedo es trabajar en la educación con las familias y que la dieta sea balanceada. Se debe hacer un plan alimentario equilibrado, explica, ya que las frutas y verduras por si solas no tienen todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano durante el día, por lo que se deben incluir alimentos de todos los grupos a modo de dotar al organismo de todos los elementos que le ayuden a funcionar correctamente.
Andrés Canedo considera que los ejercicios y los deportes son muy necesarios para mantener la salud física sin embargo no contribuyen de manera fundamental a la pérdida de peso sino van acompañados de una buena alimentación.
“La actividad física es importante para mantener el sistema cardiovascular pero no es el mejor método para bajar, es parte funcional pero la mayor parte depende de la alimentación”.
De acuerdo a la explicación de Canedo, el 70 por ciento de los resultados físicos que tenemos cuando hacemos ejercicios para bajar de peso dependen de la alimentación, el 20 por ciento del deporte y actividad en general, el 5 por ciento es el metabolismo el 5 por ciento es la genética.
Canedo insiste en que con los ejercicios puedes bajar de peso pero también generas grandes periodos de escasez porque g”eneras mayor rango de quema calórica que implica que tu cuerpo no alcance las necesidades nutricionales”.
Por ello es importante alimentarse adecuadamente e incluso comer más para no producir estos efectos. “La mayor parte de los resultados no están en los gimnasios sino en la cocina”.

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