jueves, 14 de enero de 2016

Cómo combatir la obesidad


La obesidad en los menores constituye un gran problema en la salud pública del siglo XXI, ya que su prevalencia es elevada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que puede ser nociva para el organismo. Además, indica que más de 42 millones de niños y adolescentes en el mundo presentan sobrepeso y la mayoría de estos casos son evitables.

El ambiente juega un rol decisivo en la incidencia de la obesidad. Por eso, se deben limitar los factores que ocasionan el exceso ponderal. Entre los principales causantes, encontramos los malos hábitos alimenticios y la falta de deporte. La manera más eficaz de evitar la obesidad consiste en luchar en familia. Esto permite que el menor no padezca ciertas enfermedades a futuro como diabetes, afecciones cardiovasculares, hipertensión, hipercolesterolemia, entre otras.

LIMITACIÓN DEL EXCESO PONDERAL
BEBÉ

Las madres deben intentar alimentar a su hijo con leche materna hasta el primer año de edad. La diversificación alimentaria no tiene que ser demasiada precoz. Se recomienda que la mamá aumente las porciones progresivamente. Asimismo, no es aconsejado proveer comida para detener los llantos, ya que el bebé puede llorar por otras razones. Por otra parte, es esencial estimular la motricidad de tu hijo.

Por lo tanto, debes incitarle a efectuar actividades físicas como gatear o caminar con un apoyo. Esto permite limitar el sobrepeso.

NIÑOS

La cantidad de comida que se brinda a los niños debe adecuarse a sus necesidades. No fomentes malos hábitos alimenticios en tu hijo. Para eso, intenta que coma solamente en los horarios convencionales. Asimismo, incítale a masticar lentamente sus alimentos para que aprenda a detectar la saciedad.

Es primordial que el niño coma en familia y converse sobre sus actividades del día. Finalmente, los dulces y las gaseosas deben ser proporcionados en ocasiones especiales.

PREPÚBERES

Antes de la pubertad, los niños suelen crecer mucho, por lo que se deben ajustar las cantidades de comida con las necesidades de crecimiento. Es recomendado comer siempre en familia para poder controlar los platos que ingieren nuestros hijos. Asimismo, los menores que comparten con sus padres tienden a sufrir menos problemas ponderales.

Por otra parte, se sugiere aumentar la práctica de actividades deportivas en los menores que tienen entre 9 y 13 años. Esto favorece el gasto calórico y afina la silueta.

ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa delicada, ya que el joven desarrolla un comportamiento alimentario propio de su edad, es decir que sus gustos y hábitos alimenticios van a parecerse al grupo social al cual pertenece. Por lo tanto, se observan picoteos, desorganización de las comidas, entre otros. Debes ser firme e incitar a tu hijo a comer equilibrado.

Asimismo, fomenta el ejercicio físico. No dudes en conversar con el adolescente y exponerle los riesgos para la salud que acarrea la obesidad.

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