lunes, 13 de febrero de 2017

El peligro del culto a la delgadez extrema

¿Tus muslos no se tocan al juntar las piernas? ¿Eres capaz de tocarte el ombligo pasando el brazo por la espalda? o ¿Tienes la clavícula muy bien marcada y hundida? Si tus respuestas son afirmativas, ¡enhorabuena! estás dentro de las ridículas modas de los jóvenes a través de internet. Son prácticas enfermizas que se viralizan rápidamente a través de las redes sociales, de suma peligrosidad tanto para la salud mental como la salud física. ¿Quieres saber cuáles son y ponerte en alerta?

Dentro de este movimiento llamado #Thinspiration, una apología a flaqueza llevada al límite, encontramos modas como:



Ab Crack: Obsesión por lograr una hendidura que atraviesa verticalmente el tórax, una línea vertical marcada que cruza el abdomen de pecho a ombligo.



Thigh gap: Conseguir una separación excesiva entre los muslos; para ello, debes perder mucho peso y al juntar las piernas, tus muslos no deben contactar.



A4 paper challenge: Tener “cintura A4”, es decir, de ancha, como la parte vertical de un folio. Significa que la cintura no debe sobrepasar ese tamaño, porque si lo sobrepasas, “estás demasiado gorda”.



Belly Button challenge: Cruzar un brazo por detrás de la espalda hasta alcanzar el ombligo. Si no se consigue, no se achaca a la falta de flexibilidad, se responsabiliza a la gordura.



Collarbone challenge: Aquí se coloca una tira de monedas en el hueco de la clavícula, cuantas más mejor y eso significa que cuanto más delgada estés, más te caben.



Todo esto es fotografiado y compartido por las redes sociales entre los más jóvenes y también mujeres en sus 20s. Estas fotografías hace que se distorsione el hecho de “estar normal”; se fomenta que la normalidad parezca gordura.

En M pensamos que ninguna de estas modas son sanas ni aconsejables y ponemos la voz de alarma, tanto a adultos como a jóvenes, de los riesgos.

Para profundizar en estos peligros, Efe Salud ha hablado con dos especialistas en salud, Antonio Escribano, Catedrático de Nutrición Deportiva por la UCAM y médico deportivo, y Julia Vidal, psicóloga experta en Medicina Psicosomática y directora del Centro Área Humana de Madrid.



Cuerpos estrechos, mera constitución

“Todas estas modas son tendentes a una pérdida de grasa excesiva, por encima del porcentaje adecuado de las chicas, y deben saber que muchos de estos retos son inalcanzables porque no se consiguen si no naces con esa determinada constitución“, aclara Escribano.

Estas modas pretenden hacer más visible la zona de hueso, es decir, mostrar el esqueleto óseo. El nutricionista advierte de que perder gran cantidad de grasa, puede conllevar riesgos, porque:



1 Existen diferentes genéticas y si, por ejemplo, una persona tiene más grasa acumulada en los muslos y pretende conseguir que en esa zona quede sin nada de grasa, evidentemente, implica una pérdida peligrosa.



2 Una chica debe andar sobre el 25% de grasa y si ese porcentaje baja, conlleva el riesgo de cambiar su estructura hormonal y quedarse sin menstruación. Las hormonas femeninas utilizan como patrón, en su estructura química, la grasa. Cuando falta grasa, no hay hormonas y si no hay hormonas, no hay regla. Esto puede complicarles el futuro a la hora de tener hijos, de la lactancia e incluso tener problemas endocrinológicos.



3 Obtienen una fisionomía no natural y peligrosa por falta de alimentación.

“En los campos de concentración de Auschwitz todos tenían esta morfología, es un ejemplo desagradable pero es así. Las personas que estaban ahí, sin quererlo, estaban en la moda actual”, afirma el experto.



¿Qué puede pasar?

Si las chicas, adolescentes o jóvenes, siguen estas modas para alcanzar esas falsas metas impuestas por alguna moda absurfa, pueden llegar a padecer enfermedades psicológicas y biológicas graves. El experto en nutrición afirma que pueden tener “afecciones en su libido hormonal y complicaciones para siempre”.

Las consecuencias psicológicas y biológicas de estas modas

La psicóloga Julia Vidal asegura que “los jóvenes que entran en este tipo de hábitos, ya están afectados”. A través de esas prácticas son capaces de percibir cierto “poder” que les estimula y les gusta y por eso siguen.

“Al final, por la baja autoestima, comienzan con problema de ansiedad y obsesiones. Al tener las defensas emocionales bajas, pueden desarrollar cualquier problema, fundamentalmente, trastornos del comportamiento alimenticio“, sentencia la experta. Los más comunes: anorexia, bulimia, trastorno por atracón o trastornos obsesivos.

Puede suceder “aislamiento social” porque “al no estar como desean, no quieren mostrarse a los demás”. Si se aíslan se sienten “tristes e inseguros” y al final “entran en una rueda en la que es cada vez más difícil salir”, explica la psicóloga.

Las consecuencias biológicas las explica Escribano, quien asegura que darán lugar a enfermedades endocrinológicas que pueden provocar alteraciones hormonales con consecuencias para toda la vida, como por ejemplo una falta de desarrollo hormonal en el crecimiento en todos los niveles.

Por otro lado, se pueden dar complicaciones relacionadas con el metabolismo del tiroides, del hipófisis, de las suprarrenales, y de muchas otras glándulas.

“Es una auténtica pena que lo que siempre ha sido una desgracia se convierta en un objetivo”, sentencia el nutricionista.



Cómo detectarlo

La especialista en psicología da 3 claves para darse cuenta de si una amiga, un familiar o tu hija puede estar involucrada en estas modas:



1 Escuchar lo que dicen: hay quejas tanto de su cuerpo como críticas hacia los demás. Sueltan comentarios de insatisfacción como: “Fíjate cómo está esa, no se cuida nada” o “vaya piernas más feas tengo”, etc…



2 La alimentación: cambian completamente, o bien dejan de comer con la familia con excusas como “Yo ya he comido” o de repente empiezan con una alimentación muy sana.



3 Fijarse en lo que hacen: de repente empiezan a hacer mucho ejercicio. No salen a cenar con los amigos e incluso evitan salir porque no creen que serán capaces de controlarse, y no quieren tomar alcohol para no engordar.



Cómo actuar

Julia Vidal enfatiza en que en estas situaciones se debe acudir a un profesional sin dudar, para que oriente a los padres sobre el caso concreto que les ocurre a sus hijos. No se pueden dar recomendaciones generales, lo que sí anima es a consultar con un psicólogo para encontrar asesoramiento y poder trabajar en casa e intentar convencerlos para que acudan a consulta.

En lo que sí se puede actuar es en materia de prevención desde los sistemas educativos, familia y el colegio. La psicóloga da una serie de pautas:



• Los padres deben tener una actitud crítica hacia la delgadez y los valores estéticos.

• Cuidado con comentarios como “hija vaya culo estás echando”, no ayudan en nada y menos en plena adolescencia que es cuando cambia el cuerpo.

• Tampoco ayuda que los padres estén obsesionados con las dietas, con hacer ejercicio o con sus cuerpos.

• Reforzar a los hijos con otros valores que no sean estéticos, por ejemplo resaltar cosas como: “Hija, me encanta cómo eres”, “tienes una gran personalidad”.

• Fortalecer su autoestima para que no desarrollen problemas emocionales de este tipo.

• En el colegio deberían de hacer programas de inteligencia emocional donde se expliquen los peligros y las etapas que hay en la adolescencia.

• A nivel publicitario existen pocos filtros, por lo que se deberían poner regulaciones como un mínimo de masa corporal generalizado en los modelos.



Recomendaciones

Julia Vidal ofrece una seria de recomendaciones para aquellos padres y madres que tienen este problema en casa:

• No le critiques lo que hacen, actuar desde la comunicación

• No le echéis la bronca, no sirve de nada

• Piensa que si tu hijo o hija está así, es porque está pasando un mal momento

• Pregúntale cosas como: ¿te está pasando algo?, ¿cómo te sientes?

• Expresa lo que sientes, por ejemplo: “Me tienes un poco preocupada, te estás preocupando mucho por tu cuerpo”

• No apoyes el comer de forma inadecuada

• Solicítale información

• Ver en qué otra manera de su vida le puede ir mal, y ayúdale

• Valorar y reforzar sus cualidades



A las chicas y chicos que se ven en esa situación, les lanza un mensaje claro: “Es un tema que causa mucho sufrimiento, no intenten salir de esto solos, pidan ayuda a un profesional porque hay que saber cómo hacerlo”, remarca.

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