lunes, 13 de febrero de 2017

Psicología para adelgazar



Nos empeñamos en alcanzar el peso ideal y mantener la línea. En el camino para lograr nuestro “numero ideal” eliminamos grasas, alternamos proteínas, suprimimos carbohidratos... y ¡quién sabe qué más! Y es que en esta travesía las dietas convierten los planes de adelgazamiento en un verdadero entrenamiento de fuerza de voluntad. Sin embargo, según las teoría de Tim Crowe, el experto en el método The Blue Zones, perder peso no debería ser una dieta restrictiva sino un plan de vida coherente. Adelgazar se consigue con los ingredientes más sencillos y fáciles de adquirir: agua, semillas de sésamo, arroz, fruta fresca y pescado.

No obstante, la OMS (Organización Mundial de la Salud) alerta un año más de que la mayoría de la población come de más. Los estudios respecto a este tema revelan que el gasto energético se mantiene, mientras que las calorías consumidas han aumentado visiblemente desde 1980. La pregunta que nos hacemos es: ¿Dónde está la solución?

¿Comemos por qué tenemos hambre?

Brian Wansink, un investigador de la Universidad de Cornell decía así: “comemos por muchas razones, pero casi nunca es por que tengamos hambre”. Wansink ha escrito dos libros sobre este fenómeno y fue también el encargado de crear la dieta de la Casa Blanca, pero su verdadero descubrimiento es que es posible adelgazar solo utilizando nuestra mente.

“Somos esclavos del contexto: comemos porque estamos con amigos, porque el plato tiene buena pinta... comemos por los sentimientos que la comida nos provoca, lo que vemos es generalmente más importante que lo que realmente comemos”, explica el experto.

Durante su investigación observó cómo la mayor parte de las personas se ‘llenaba’ por los ojos, y no por el estómago. Si su plato no estaba completamente vacío, seguían comiendo, tuvieran hambre o no. Wansink comprobó que podía añadir o quitar un 20% de calorías de cada plato sin que los comensales lo notaran; lo llamó el “margen inconsciente” que, en tan solo un año, puede hacerte engordar o adelgazar hasta 5 kilos.

Aplicar este margen consciente también te ayudará a activar tu metabolismo porque no se trata de ser estrictas sino de poner en marcha tu metabolismo de forma inteligente. Incluso, tal y como revelaba la revista TIME, se puede eliminar grasa tomando alimentos, a priori, prohibidos. Entre ellos: vino tinto, chocolate y pasta. Pero sobre todo, hay 6 claves que lo consiguen.



LAS 6 CLAVES DEL “MARGEN INCONSCIENTE”

Cambia lo que ves

Cuidado con las galletas, los refrescos o los dulces y repostería que tienes a la vista en casa. Cámbialos por fruta fresca.

Cambia lo que sirves

Haz que comer más sea una molestia. ¿Cómo? Come en platos más pequeños y asegúrate de que tengas que levantarte de la mesa y cruzar la estancia para servirte más comida. Mantener los platos de servir fuera de la mesa reduce lo que comes en un 29%.

Planifica

Echa un vistazo a todo lo que puedes comer, haz un ‘menú’ y crea un plan antes de servirte la comida. Comerás mucho menos que si o haces sin pensar.

Mastica despacio

Las personas con más peso mastican una media de 12 veces por bocado. Tan solo con que lo hagas 15, tu cuerpo lo notará.

No comas de todo (al mismo tiempo)

Es uno de los hábitos que más engorda: probarlo todo. Si tienes 3 opciones distintas, comerás hasta un 23% más que si solo tienes una.

Sé consciente de lo que comes (y de lo que tcomen los demás)

Lo que come la gente que se sienta contigo a la mesa afecta directamente a lo que comes tú... aunque no hayas reparado en ello. Intenta seguir las 5 normas anteriores independientemente de lo que hagan ellos. /



UN GESTO QUE TE HARÁ PERDER PESO

De acuerdo a un estudio de la USC Marshall School of Business, de la Universidad del Sur de California, cuando tú no te sirves la comida y lo hace otra persona, piensas que delegas la responsabilidad del tamaño de la ración y no te sientes culpable si es demasiado grande, según explica Linda Hagen, autora del trabajo y profesora de marketing de dicho centro.

Lo interesante de la investigación es que eso ocurre con la comida rápida, pero no con la comida que consideramos sana, justamente porque ésta no provoca sentimientos de culpa.

“Cuando la gente se sirve a sí misma un plato de comida rápida (helados, patatas fritas, tarta …), se siente más directamente responsable de sus decisiones y tiende a controlar las cantidades… ¡Incluso se salta esos platos!, para no sentirse culpable”, explica Hagen. “En otras palabras, servirte tú misma ese tipo de comida y no dejar que lo haga otra persona te ayudará a controlar el peso”, añade.

Estos otros gestos, basados en la misma filosofía, te ayudarán a adelgazar. Y es que, mantener un peso saludable es cuestión de escuchar a nuestro cuerpo y ser razonables.

El paquete importa.

No comas nunca directamente del envase, ya sean bolsas de snacks salados, de galletitas o copas de helado. Sírvete la ración que crees que vas a tomar en un plato o bol.

Usa platos pequeños.

Aunque la vajilla grande sea trendy ahora mismo, usa siempre platos pequeños (¡¡y no repitas!!). Tomarás cantidades menores.

Deja el vino para el postre.

Una razón para no tomar vino durante toda la comida es que desinhibe y reduce el control. Todo lo contrario del “mindful eating”.

¡No hables con la boca llena!

Posa los cubiertos en el plato de vez en cuando para participar en la conversación. No es solo una norma esencial de educación. Si prolongas la comida, te saciarás antes y comerás menos.

Mastica chicle de menta (sin azúcar) mientras cocinas.

Evitarás el picoteo porque, por un lado, tendrás la boca ocupada y, por otro, tus papilas gustativas se sentirán calmadas con un sabor tan potente como el de la menta.



BRIAN WANSINK | INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD DE CORNELL

“Somos esclavos del contexto: comemos porque estamos con amigos, porque el plato tiene buena pinta... comemos por los sentimientos que la comida nos provoca, lo que vemos es generalmente más importante que lo que realmente comemos”.


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