jueves, 28 de abril de 2016

Presionar a niños por su peso es contraproducente

Cuando los padres creen que sus hijos tienen sobrepeso (independientemente de si lo tienen o no) es probable que esos niños engorden, según un estudio reciente, informó HealthDay News. "La percepción de los padres podría ser algo así como una profecía autocumplida", dijo la coautora del estudio, Angelina Sutin, profesora asistente en el departamento de ciencias conductuales y medicina social del Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee, EEUU. La investigación se preguntó si los padres deben darse cuenta de que sus hijos tienen un peso demasiado alto y hacer algo al respecto. Sin embargo, los resultados del estudio revelaron que los niños con sobrepeso aumentaron menos peso si sus padres pensaban que tenían un peso normal. "En este caso, la percepción errónea podría ser protectora", indicó Sutin. Los hallazgos fueron publicados el pasado 21 de abril en la revista Pediatrics. Aunque el estudio encontró un vínculo entre la percepción de los padres y el peso de sus hijos, no se diseñó para probar causalidad. Sutin dijo, según la publicación, que ella y un colega se inspiraron en estudios que habían descubierto que "los adultos que se perciben a sí mismos como personas con sobrepeso tienden a ganar más peso a lo largo del tiempo que los adultos que se perciben a sí mismos como personas con un peso normal", independientemente de cuál sea su peso inicial. Obesos en el futuro En otra visión al respecto, el endocrinólogo boliviano Douglas Villarroel explica que, de acuerdo a la mayoría de las investigaciones, el niño que es obeso tiene un 80 por ciento de probabilidad de convertirse en un adulto obeso y por consecuencia tener enfermedades del corazón y diabetes tipo dos, que están entre las principales causas de muerte en Bolivia. Para Villarroel, conocido por su blog en douglasvillarroel.com, la prevención de la obesidad es la mejor solución y para lograrlo se requiere de los esfuerzos combinados entre la familia (es decir que los padres estén pendientes de sus hijos) autoridades de salud, la comunidad médica, los maestros, los productores de alimentos, los medios de comunicación, urbanistas, preparadores físicos, políticos y legisladores. ¿Qué pueden hacer los padres de familia? Los investigadores del estudio indicaron que los padres deberían hablar con sus hijos sobre lo que significa estar sano, en lugar de centrarse específicamente en el peso. "Podría ser más efectivo para los padres hablar sobre la importancia de una comida saludable y de la actividad física para la salud general, y ofrecer muchas oportunidades para ambas cosas a sus hijos en su vida cotidiana, en lugar de centrarse específicamente en el peso", planteó la investigadora Angelina Sutin, según HealthDay News. En el estudio, los investigadores observaron los resultados de un proyecto de investigación australiano que dio seguimiento a más de 3.500 niños y a sus padres. El proyecto siguió a los niños en intervalos de dos años desde los 4 y 5 años hasta los 12 y 13 años. Los padres (el 97 por ciento de los casos, las madres) respondieron a las preguntas sobre cómo percibían el peso de sus hijos. Cuando tenían entre 4 y 5 años, tres cuartas partes de los niños tenían un peso saludable. El 20 por ciento en realidad tenía sobrepeso u obesidad, pero sus padres generalmente pensaban que tenían un peso normal, descubrieron los investigadores. A lo largo del tiempo, "los niños que habían sido clasificados en la categoría de sobrepeso, aumentaron más de peso si sus padres los percibían como niños con sobrepeso", dijo Sutin. El estudio que los investigadores revisaron no tenía información específica sobre la cantidad de peso extra que habían aumentado. Sutin explicó que puede ser "difícil de cuantificar porque los niños todavía están creciendo y el significado del aumento de peso en la niñez varía según la estatura". El estudio se basó en la medición que más frecuentemente se usa: el índice de masa corporal (IMC). El IMC proporciona un estimado aproximado de la grasa corporal de una persona según la estatura y el peso, y para los niños, también incluye la edad y el sexo. Pero el estudio tampoco especificó cuánto aumentó el IMC cuando los padres percibían que los niños tenían sobrepeso. En lugar de eso, la investigación simplemente sugirió que existe una conexión entre las percepciones de los padres y un aumento de peso adicional cuando un padre cree que su hijo tiene sobrepeso. Los investigadores no encontraron ninguna conexión con el peso de los padres. Pero tampoco disponían de ninguna información sobre cómo los padres percibían su propio peso. Datos y apuntes Obesidad La obesidad en los niños y adolescentes generalmente está relacionada con los hábitos de comida, falta de ejercicio, historial de obesidad en la familia, enfermedades médicas, cambios en la vida que causan mucho estrés, problemas familiares o de los padres, baja autoestima, entre otros. La casa Los hijos aprenden de lo que ven en casa; los padres se convierten en los principales modelos a seguir y deben comer bien para que los niños los imiten. Para concluir, tú tienes la salud de tu hijo en tus manos. Prevención La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que se puede prevenir. Es un proceso que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia, que se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético.

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