lunes, 11 de agosto de 2014

Para bajar de peso, ¡muévase!

Uno de los requisitos que se deben cumplir cuando se tiene el propósito de bajar de peso, es moverse. Esto debido a que, el sedentarismo es de los factores que más han influido en el crecimiento de la epidemia de obesidad y sobrepeso padecida en el mundo, la cual, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, se ha más que doblado en el mundo desde 1980 hasta hoy. Después de lograr cambiar los malos hábitos alimenticios por unos saludables, la actividad física es el segundo paso más importante para bajar de peso. Y claro, es que comer proporciona calorías, pero si usted se mueve, es decir, realiza actividad física, las puede quemar. Entre más actividad física realice, incluyendo cosas sencillas como caminar o levantarse de una silla, más calorías quemará.

De esta manera le será mucho más fácil bajar de peso o mantenerse en él, pues así como lo señala la OMS, "la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas".

Si se mueve y se ejercita, no solo mantendrá un peso ideal, sino que se protegerá las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), la diabetes, trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante) y algunos cánceres.

Uno de los factores de riesgo para desarrollar estas patologías, es la obesidad.

Pero si usted no tiene sobrepeso ni obesidad, también deben ejercitarse para prevenir estas enfermedades que lo pueden llevar a la muerte.

Desafortunadamente, la falta de tiempo es la mayor excusa para no realizar ejercicio. Sin embargo, recuerde que el mejor momento para ejercitarse, es el momento en el que usted pueda.

Cualquier actividad es buena: caminar a la tienda, podar las plantas de su casa o limpiarla. Todo cuenta.

Tres sesiones de 10 minutos de caminata enérgica, pueden proporcionar casi los mismos beneficios de una sesión de 30 minutos.

Invente pretextos para realizar mayor actividad física. Incluya lapsos de actividad regular en su día para estirarse y caminar, tome las escaleras en lugar del ascensor y camine cuadras adicionales desde donde parquea su carro.

Cuando llegue a su casa, en lugar de sentarse a ver televisión o a revisar el correo, póngase zapatos cómodos y salga a caminar y a dar un paseo. Si tiene una máquina para ejercitarse en casa, puede usarla mientras ve televisión e incluso mientras lee.

No vea el ejercicio como un enemigo y al contrario, vuélvalo agradable. Programe tiempo para ejercitarse con un amigo, escuche música mientras lo realiza o combine las dos cosas. No se sienta atacado por una actividad.

Si ha estado inactivo físicamente, comience despacio y dele la oportunidad a su cuerpo de acostumbrarse al aumento de actividad. Un error común es, empezar un programa de ejercicio a muy alta intensidad.

¡Sí se puede!

Comenzar. Esa es la parte más difícil de dar entrada a la actividad física en su vida.

En vez de decir "estoy cansado", piense en que cuando termine de ejercitarse se sentirá más lleno de energía.

No se culpe a sí mismo por tener algunas limitaciones y mejor piense que cada día progresará más, en la medida en que no deje de moverse.

En lugar de decir "si no lo hago no importa", piense que cada pequeño paso hace la diferencia.

Confíe en que sí podrá cumplir con el programa de ejercicio y que poco a poco lo logrará.

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