Muy dispuesto a conversar como todo buen taxista, Juanito hace ameno el recorrido del centro de la ciudad al barrio San Luis, con bastante tiempo para llegar a destino y cumplir con la hora del compromiso, relaja el ánimo para seguir la charla.
Juanito tiene una voz amigable, el cabello rojizo como los sanlorenzeños de antes y losojos claros, protesta sobre el tráfico en hora pico, pero su ritmo parece agitado, tanto queentre oraciones largasse toma el tiempo para respirar, lo que hace que su ritmo en la conversación suene aún más agitado.
A sus 47 años de edad el hombre es bastante obeso y resulta inevitable no prestaratención a su gran volumen, ¿se siente bien? le pregunto, consulta que responde con entusiasmo como si quisiera hablar de su estado de salud.
“La gordura, señorita, no es nada saludable”, afirma comentando sobres sus problemas cardiacos, además de atrofia muscular, reumatismo y dolores lumbares frecuentes. Juanito comenzó a engordar cuando tenía 20 años de edad, primero no era preocupante, era un gordito más en Tarija, pero sus 117 kilos actuales ya no son fáciles de llevar.
Los datos más recientes presentados por el Consejo Departamental de Alimentación y Nutrición (CODAN), que reporta la situación nutricional en Tarija, indican que el sobrepeso subió desde la gestión 2012 en un 12 por ciento y la obesidad en un 2.6 por ciento.
Los médicos responsables del programa de Enfermedades no Transmisibles (PET) de Tarija, alertan sobre los principales problemas a la salud causados por la obesidad que son la diabetes y las enfermedades renales.
Un colesterol alto puede llevar a complicaciones cardiovasculares, infarto cerebral, hipertensión, cáncer y envejecimiento, todo esto a causa de los malos hábitos alimenticios con ingesta exagerada de comida alta en grasas: pizzas, hamburguesas y frituras que corresponden a la denominada ingesta chatarra.
Uno es lo que come
Rosita tiene treinta años de edad, su talla es de 1.60 metros y pesa 97 kilos, por mucho tiempo mantuvo los complejos sobre su aspecto; sin embargo hace un par de años viene trabajando en una actitud emocional más estable sobre un problema de obesidad que le resulta difícil de aminorar.
Con la esperanza de bajar de peso se somete a dietas extremas, usa pastillas que se publicitan como efectivas para quemar grasa de forma natural y es una asidua consumidora del “plan 30 días”, unos saquitos de té, con sabor y olor verdaderamente repulsivos,que tienen un efecto diurético en el organismo.
Pese a todo, los resultados no son visibles y si bien algunas veces tiene estados de ánimo positivos sobre el tema, también se le presentan repentinas depresiones que sobrelleva comiendo más a cada momento.
Sus episodios de ansiedad la llevan a mimarse con la comida y en el Puente San Martín suele saciar bien sus antojos pidiendo de un solo envión dos vasos de api con seis pasteles para ella sola.
“Soy gordo porque como”, asegura Antonio con bastante realismo sobre su estado, con 47 años de edad, una estatura de 1.80 y 110 kilogramos admite que el tema pasa por el análisis de lo que come en un día.
“Desayuno medio litro de leche con cereal, como empanadas a media mañana o el fricasé, para la hora del almuerzo lo que corresponde, sopa, segundo, en porciones generosas, no tengo la costumbre de la hora del té, pero si se presenta oportunidad me sirvo dos tazas y puedo comer hasta 6 panes acompañados de pasta de hígado, queso crema y carnes frías, la cena es infaltable”, detalla.
Importancia de la alimentación saludable
“El tema del sobrepeso y la obesidad no es genético, lo único hereditario es la olla”, asegura el especialista en nutrición, Andrés Canedo. “No existen productos mágicos, aún cuando el marketing ofrezca opciones de excelentes resultados en el planeta, no somos astronautas, no vamos a vivir consumiendo un producto, sólo queda aprender a comer porque eso si se hace toda la vida”, explica.
La alimentación no tienen que ser un martirio-añade, se puede consumir todos los alimentos desde papas fritas, arroz fideos, carnes, siempre y cuando se mantenga un constante equilibrio sobre lo que se ingiere ya que procurarse una educación alimentaria lograría cambios importantes para la sociedad tarijeña que podría prolongar sus años de vida con calidad y evitando los achaques.
“Si la gente en Tarija aprende a comer y si se creara proyectos de desarrollo para que desde niños se entienda la importancia de comer frutas y verduras, evitando alimentos con gran cantidad de grasa, la salud mejoraría muchísimo”, asegura.
Datos importantes
El peso se mide en relación a diferentes aspectos, desde la edad, la contextura física y la estatura, el índice de masa corporal se determina según escala, de 19 a 20 bajo peso, de 20 a 24 peso normal y de 24 para adelante sobrepeso y posteriormente obesidad, se puede dividir el peso sobre la talla al cuadrado, así se tendrá un dato aproximado para saber que tan bien está el peso en relación a la altura.
Dentro del marketing nutricional se está bombardeando con muchísimos temas a las personas, atribuyéndole beneficios a muchos productos, “no todos estos productos son saludables para el cuerpo, pienso que incluso están generando más obesos, tampoco existe un alimento milagro, establecer un habito de comer saludable y mantener algo de actividad física es la mejor forma”.
Canedo asegura que las dietas extremas tampoco son la solución ya que según explica el nutricionista, el cuerpo que tiene una sabiduría propia genera depósitos de energía que no desparecen sólo porque a una persona se le ocurra de pronto dejar de comer, según indica el sobrepeso no se crea por comer en demasía sino por escasez en la alimentación habitual.
“El cuerpo tiene una memoria específica sobre lo que crea y de por qué lo crea, si se trata de sacar esos reservorios de una forma exógenael cuerpo volverá a construirlas porque por algo las ha creado entonces la ‘magia’ no existe, no hay tal situación de pérdida de peso por una pastilla, semilla o batido, porque las células grasas no se pierden”.
El especialista asegura además de que no se trata de privarse de los alimentos ricos, sino más bien ser razonable con el consumo de carbohidratos y proteínas, evitando excesos en la comida rápida o en los platos típicos pero sobre todo incorporando vegetales y frutas a la dieta ya que comer sano garantiza una vida más larga y con mayor calidad.
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