lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Quieres perder kilos? Entonces no tomes estas bebidas



Es común vigilar lo que comemos a la hora de mantener la figura o adelgazar unos kilitos, sin embargo, se suele prestar muy poca atención a las bebidas, cuando pueden resultar auténticas bombas calóricas que hagan un flaco favor a la silueta. Ficha las bebidas que más engordan y no te dejes llevar por ellas este verano.

Siempre es recomendable y, en verano imprescindible, ingerir al menos dos litros de líquidos al día. Lo ideal es que la mayoría de esta cantidad sea agua (la única bebida con cero calorías), pero, especialmente con la llegada del calor, son muchas las tentaciones líquidas que además de refrescarnos pueden llegar a provocar que acumulemos algún kilo inesperado.

Zumos, granizados, batidos, cervezas, cócteles... apetecen en esta época más que en cualquier otro momento y no se trata de renunciar a ellos, simplemente, debes conocer cuáles engordan más para que su consumo sea esporádico y siempre acorde con una alimentación equilibrada.

El alcohol en exceso no solo no es saludable sino que además es un verdadero peligro si quieres mantener una silueta armoniosa. Aporta calorías “vacías”, es decir, sin nutrientes, que se convierten en la primera fuente de energía a la que recurre nuestro organismo para mantener su actividad.

El cuerpo “quema” las calorías ingeridas mediante el alcohol y no recurre a las almacenadas por lo que, por mucho que hagamos deporte y llevemos una dieta saludable, si el consumo de bebidas alcohólicas es elevado nuestras reservas de grasa no disminuirán, incluso podrían aumentar considerablemente.

No te prives de una refrescante cerveza al borde del mar teniendo en cuenta que una caña/botellín son unas 90 calorías (razonable) pero si son muchas ¡ojo! empieza a sumar y verás como sube el número de calorías que luego deberás eliminar, tal vez, con unas palas o un poco de jogging por la orilla de la playa. Un vasito de refrescante vino blanco son 85 Kcal, y, si lo prefieres tinto, ingerirás 65 Kcal.

Caso más “grave” son las bebidas alcohólicas no fermentadas (whisky, vodka, coñac...) con ellas ten cuidado, especialmente si las tomas combinadas con refrescos, porque su aporte calórico es realmente elevado. Una copa, tan apetecible en una terraza tras la cena, puede aportarte la friolera de 300 - 400 calorías.

Los refrescos azucarados y con gas son otro clásico que aumenta su consumo en verano. La mayoría de ellos tienen un elevado contenido en azúcares por lo que su ingesta también debe moderarse. Los refrescos light, que sustituyen estos azúcares por otros edulcorantes reducen notablemente el aporte calórico por lo que son una buena elección si te encanta disfrutar de este tipo de bebidas.

Los zumos son siempre una opción saludable por el valor nutricional que poseen sobre todo si están hechos con fruta natural. Los zumos envasados son una práctica forma de refrescarte tomando una buena cantidad de vitaminas pero, cuidado con aquellos que incluyen azúcares añadidos porque pueden ser una importante fuente de calorías “ocultas” (fíjate en la composición).

Si eres de las que prepara sus propios zumos de frutas y verduras, como los tan de moda smoothies, elige bien los distintos ingredientes porque algunas frutas (especialmente las tropicales) aun siendo muy saludables son una fuente importante de calorías, por ejemplo, 100 gramos de mango suponen 73, de plátano, 85 y de caquis, 64.

De entre las bebidas más veraniegas a las que seguro no te resistes, la que más engorda es el sabroso sorbete de limón (140 Kcal/100 ml) y la que menos el súper refrescante granizado (60 Kcal), la tradicional horchata, por su parte, aporta 75 Kcal y ese delicioso batido unas 100.

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