jueves, 25 de febrero de 2016

No solo dieta para adelgazar

Existen diversas creencias erróneas relacionadas con la idea de hacer dieta para bajar de peso. Algunas antes de comenzar con su nueva rutina alimenticia comen todo lo que no podrán consumir en ese tiempo, en otros casos reducen la cantidad de comidas del día, muchas lo logran y otras se quedan en medio camino. En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad son problemas de salud pública a nivel mundial que afectan a la población adulta e infantil. A la par de la desnutrición crónica que no solo se debe a la ausencia del consumo de alimentos, sino a la ingesta de comida que no nutren, solo aumentan las medidas corporales. Femenina consultó sobre este tema a la nutricionista de Nutrisanté, Andrea Leyes, quien explicó los pasos a seguir para bajar medidas. Primeramente se debe realizar un diagnóstico nutricional, conocer si se tiene alguna enfermedad familiar, con la finalidad de crear un plan alimenticio adecuado para cada persona y recomendar alguna actividad física. “Muchas personas desean bajar de peso, para lo cual se realiza una evaluación nutricional completa, en la que se analizan los antecedentes personales, si se tiene alguna enfermedad, información familiar, se toma las medidas del índice de masa corporal (peso y talla), cuáles son los hábitos alimenticios y con esos datos se crea un plan alimenticio adecuado para bajar de peso”, explicó Leyes. La nutricionista recomienda consumir cinco comidas diarias, para mantener el metabolismo activo, porque esto contribuye a bajar de peso, por lo menos cada 3 a 4 horas. Muchas personas vienen con la idea de que dejando cenar o desayunar van a disminuir y no es así, porque al saltarse las comidas se sube más de peso. “Lo siguiente es verificar la calidad de comida que se consume, luego se procede a modificar los alimentos que le están haciendo ganar más peso. No se trata de restringir directamente, porque cuando se le prohíbe a la persona algún alimento le cuesta hacerlo y tomará en cuenta por un tiempo, pero luego volverá a subir, porque lo seguirá haciendo provocando un efecto rebote”, agregó la nutricionista. “En el tiempo que llevo tratando el problema de sobrepeso y obesidad escuché una serie de dietas del limón o café, que sin bien son efectivas, porque son muy restrictivas, esto solo dura por un tiempo y luego se tiene el efecto rebote. Lo mejor es crear un plan de alimentación saludable que se pueda mantener en el tiempo, adquirir hábitos de comer saludable y en las porciones adecuadas”. “Un índice de masa corporal normal es de 18,5 a 24.9 y se obtiene de la relación entre el peso y la talla, pero se habla de sobrepeso cuando está por encima de los 25 a 29,9. De 30 para arriba es considerada obesidad que puede ser de primer, segundo y tercer grado. El problema mayor viene con la obesidad mórbida que es más complicada de tratar, porque es un enfermedad crónica”, dijo Leyes. El tratamiento del sobrepeso y obesidad no solo debe ser algo que involucre al médico, nutricionista y psicólogo. Son aspectos que se trabajan en forma multidisciplinaria. Por otro lado existen mamás que presionan a sus niñas a no comer mucho porque engordarán y esto les puede llevar a caer en dos extremos la anorexia o bulimia. MENÚ La cantidad de comida que debe consumir cada persona varía de acuerdo con su talla y peso corporal, pero como sugerencia un desayuno saludable contiene un sándwich de pan integral acompañado de un requesón con té o café. Ideal que esté junto a un jugo natural no endulzado con azúcar o en su lugar con una avena con leche descremada. “La merienda de media mañana puede ser cualquier fruta natural o ensalada de frutas. En el almuerzo una porción de pollo sin piel, carne, pescado y que esté cocido al horno o vapor, pero no frito junto a una porción de arroz o fideo sin papa o si se incluye no mezclar con lo anterior. La ensalada puede ser abundante y es saludable comerla todos los días. Se aconseja tomar líquido media hora antes o después del almuerzo, pero no con los alimentos”, dijo la nutricionista. A media tarde alternativamente uno puede comer un sándwich, una barrita de cereal con yogurt semidescremado o una fruta. Ya en la cena una porción más reducida con pedacitos ya sea de pollo, requesón o huevo duro. Se debe procurar que la última comida sea entre las 19 a 21 horas y no más tarde. “Otro de los aspectos importantes para rebajar de peso es combinar una buena alimentación que es un 70 por ciento y un 30 por ciento lo hace el ejercicio. Muchas veces no se tiene tiempo para ir al gimnasio, pero se puede caminar a diario. Si bien se tiene auto estacionar el auto unas cuadras atrás y caminar un poco hacia la oficia o en lugar de subir en ascensor utilizar las gradas”, aconsejó la nutricionista. Finalmente Leyes recomendó a las personas que si tienen tiempo para una rutina de ejercicio diaria no comer de inmediato una vez que se concluya la actividad, sino esperar por lo menos una hora antes de consumir algo y de preferencia algo liviano como una ensalada o un sándwich de pollo.

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