lunes, 20 de febrero de 2017

Entérate qué hizo una de las top de Leo Ville para perder 10 kilos



Hace más de un año, la joven, de 21 años, cambió su rutina, volvió a consumir azúcar desmedidamente y dejó los ejercicios, por lo que llegó a pesar 70 kilos. "Ya no tenía la misma apariencia y no tenía tantos trabajos como modelo", reconoció.

Por lo que hace unos meses decidió adoptar hábitos saludables y ahora nota la gran diferencia. Los resultados le permitieron volver a ser protagonistas de calendarios. Estas son algunas de las acciones que devolvieron su figura:

1. No deprimirse ni desesperarse, porque los cambios son paulatinos.

2. Quitar el azúcar de la dieta. Reemplazarlo por otros endulzantes.

3. Comer más frutas y verduras.

4. El té verde o el té de jengibre ayudan mucho.

5. Comprar cuerdas para saltar, una alfombra para ejercitar en casa y pesas para los tobillos.

6. Trotar o bailar, elegir alguna actividad divertida para quemar calorías.




jueves, 16 de febrero de 2017

'Detox' ¿Funciona esta dieta?

Sabemos que la "dieta detox" incluye toda clase de jugos o batidos, que son el "boom" de esta temporada. ¿Y es que quién no ha escuchado sobre la infinidad de combinaciones de alimentos para cuidar nuestra salud? Sin embargo, son muchos los debates que ponen en entre dicho este método. Algunos a favor y otros en contra. Por este motivo, dos especialistas indagan en los mitos y verdades que dicen sobre sus beneficios.

La alimentación es poderosa. Con tanto movimiento “healthy” (saludable) hay que tomar en cuenta que los alimentos son información y tienen instrucciones para activar o desactivar genes que regulan hormonas y la función del sistema inmunológico, aclara la nutricionista María Regina Arrien. Si al organismo le brindan los alimentos adecuados y se eliminan los dañinos, esto lo mantendrá saludable y lo restaurará, en caso de padecer alguna dolencia. Este es el principal motivo por el que se han puesto de moda las “dietas detox” para realizar una estimulación saludable a los diferentes sistemas del cuerpo.

Los jugos son válidos. Según Arrien, es verdad que los jugos detox pueden desintoxicar el organismo porque las verduras y frutas contienen vitaminas, minerales y fitoquímicos que ejercen la función de proteger nuestro organismo. Pero especialmente, mejorar las condiciones del sistema inmunitario, endocrino y bloquear el crecimiento tumoral.

Un método que complementa. Si bien es cierto que el cuerpo ya tiene órganos que permiten desintoxicar, todo tiene un límite, explica Arrien, ya que hoy en día el número de toxinas que podrían dañar el cuerpo es casi interminable y con el pasar de los años, este no las puede eliminar por completo, por lo que se acumulan en el intestino, el hígado, los pulmones y riñones a nivel celular y de todo el cuerpo. “Esta es una de las razones por las que deberíamos desintoxicarnos”, puntualiza.

Se hace por tres días. Es una dieta que funciona, comenta Carolina Vélez, nutricionista y dietista. Si bien puede limpiar el organismo o impulsar la pérdida de líquidos retenidos, no se debe hacer más de tres días. ¿Por qué? El cuerpo necesita carbohidratos, proteínas y fibras. Pasado los tres días se podría experimentar estreñimiento, mareos o presión baja entre otras cosas.

Asegúrate que sea nutritiva. ¿Pero entre tanta oferta cómo se puede reconocer que jugo o dieta detox puede funcionar? Velez responde que para empezar, el paciente tiene que cerciorar que su jugoterapia esté avalada por un nutricionista ya que durante los tres días estas fórmulas deberían tener por lo menos los nutrientes esenciales que el organismo necesita.

Todo sobre las mezclas

Es un método que se utilizaba en el pasado

Aunque hoy la “dieta detox” es una “tendencia” moderna de salud, se originó hace cientos de años para desintoxicar el cuerpo, explica la nutricionista María Regina Arrien. De hecho muchas religiones motivan a las personas a ayunar como un medio para limpiar el cuerpo.

Toma tus precauciones

Actualmente se vive las consecuencias de una contaminación exagerada, que puede ser la responsable del deterioro del sistema inmunológio, escenario que vuelve susceptible a enfermedades degenerativas crónicas como algunos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes y Alzahaimer entre otras, indica Arrien.

No consumas los mismos alimentos

Consumir los mismos vegetales o frutas durante mucho tiempo puede crear sensibilidad o alergias. Por ello, es recomendable que cambies las combinaciones regularmente o pruebes con recetas diferentes, además porque así puedes conocer qué alimentos mezclar y cuáles no.

martes, 14 de febrero de 2017

El sedentarismo hace que las células envejezcan de forma acelerada



Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (EEUU) revela que las personas que permanecen muchas horas sentadas y no lo compensan con la práctica de ejercicio experimentan un envejecimiento celular acelerado. O así sucede, cuando menos, en las mujeres longevas.

Así, las mujeres ancianas que permanecen sentadas a lo largo de más de 10 horas al día con baja actividad física poseen células que son biológicamente ocho años mayores en comparación con las mujeres que son menos sedentarias.

Como explica Aladdin Shadyab, director de esta investigación publicada en la revista American Journal of Epidemiology, "nuestros hallazgos muestran que las células envejecen de forma más rápida con un estilo de vida sedentario. El resultado es que la edad cronológica no siempre coincide con la edad biológica".

Los telómeros, esto es, las regiones de ADN situadas en los extremos de los cromosomas, juegan un papel esencial en la estabilidad del material genético –protegen a los cromosomas frente a la degradación– y en el mantenimiento de la juventud de las células y, por ende, del organismo. El problema es que con cada división celular –o lo que es lo mismo, según envejecemos–, los telómeros se acortan. Un aspecto crucial dado que cuanto menor es la longitud del telómero, menor es la capacidad de la célula para dividirse. Y a todo ello se aúna que numerosas investigaciones han constatado la relación existente entre la longitud de los telómeros y, por una parte, las enfermedades asociadas a la edad como las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes tipo 2 y, por otra, una mayor mortalidad.

En este contexto, y si bien no podemos parar ni ralentizar el paso del tiempo, ¿hay alguna manera de evitar que nuestros telómeros se vayan acortando? Pues sí. Básicamente, tenemos que evitar fumar y coger un peso excesivo. Y de acuerdo con las evidencias alcanzadas, por primera vez, en este nuevo estudio, tenemos que mantenernos físicamente activos.

Como refiere Aladdin Shadyab, "según nuestros datos, éste es el primer trabajo en el que se ha cuantificado de manera objetiva cómo la combinación entre el sedentarismo y el ejercicio pueden impactar sobre el biomarcador del envejecimiento".

Concretamente, el estudio fue llevado a cabo con la participación de cerca de 1.500 mujeres con edades comprendidas entre los 64 y los 95 años que cumplimentaron distintos cuestionarios sobre su actividad física y portaron un acelerómetro –un dispositivo que registra los movimientos– en sus caderas durante siete días consecutivos –en todo momento, no sólo cuando caminaban, sino también cuando dormían.

Los resultados mostraron que los telómeros de las mujeres que permanecían sentadas durante más de 10 horas diarias y apenas practicaban ejercicio eran notablemente más cortos que los de aquellas físicamente activas. Y esta menor longitud de los telómeros. Así, las células de estas mujeres tienen de media hasta ocho años más que lo que corresponde a su edad cronológica.


Sobrepeso y obesidad en aulas cochabambinas



Casi el 50 por ciento de los alumnos de dos colegios en Cochabamba (del área urbana) sufren de sobrepeso y obesidad, según resultados preliminares de una investigación realizada por South Group con el Proyecto Cerca Alimentación.

El estudio se realizó en 1.306 estudiantes (niños y adolescentes) desde el nivel preescolar hasta el último año de secundaria, tanto en un colegio particular como en un fiscal, en el área urbana de Cochabamba.

Así, en la unidad educativa particular, el 46 por ciento de los estudiantes tienen sobrepeso y obesidad y, en el colegio fiscal, el 39 por ciento de la población evaluada presenta esas mismas características.

El Proyecto Cerca Alimentación estudia el comportamiento alimenticio de los niños y adolescentes escolarizados en el área urbana de Cochabamba y busca identificar qué acciones estratégicas pueden cambiar el comportamiento hacia prácticas saludables de alimentación. Inició en 2015 y finalizará en 2018.

Estudio y resultados

Para la realización de este estudio, los investigadores evaluaron peso, talla y tamaño de cada uno de los estudiantes. Con estos datos, pudieron evaluar el Índice de Masa Corporal e identificar si el estudiante tenía peso normal, bajo peso, malnutrición, sobrepeso u obesidad.

Así, en el colegio particular, "de un total de 56 niños de nivel inicial (prekínder, kínder), 29 tienen peso normal, dos están con bajo peso, 16 niños con sobrepeso y nueve son obesos. En nivel primario, con un total de 222 estudiantes, 89 estudiantes tienen peso normal, nueve bajo peso, 56 sobrepeso y 65 obesidad. En el nivel secundario, de un total de 236 estudiantes, 134 tienen peso normal, 11 bajo peso, 50 sobrepeso y 36 obesidad", explica Cinthia Pari, investigadora del proyecto.

En ningún nivel de escolaridad existe desnutrición en el sector privado —continúa Pari—, pero sí se tiene que trabajar el tema del sobrepeso y la obesidad. "Los datos son muy elevados y es recomendable que los estudiantes realicen actividades físicas, tengan una alimentación balanceada y nutritiva, que tengan el hábito de desayunar y beber agua durante el día", explica.

En primaria, un promedio del 33 por ciento de los estudiantes van sin desayunar, cifra que aumenta en secundaria.

Casos de desnutrición

Entre los datos de la unidad educativa fiscal, se cuentan con casos de desnutrición.

Así, de 66 niños del nivel inicial (prekínder, kínder), 30 niños tienen peso normal, cinco tienen bajo peso, uno tiene desnutrición, 17 con sobrepeso y 13 están obesos. En el nivel primario, de 376 estudiantes, 182 tienen peso normal, 12 con bajo peso, dos presentan desnutrición, 86 tienen sobrepeso y hay 94 estudiantes obesos.

En secundaria, de 349 estudiantes, 208 tienen peso normal, 28 bajo peso, 11 desnutridos, 56 con sobrepeso y 46 obesos.

"Para el caso del nivel secundario, se observa que los adolescentes empiezan a mejorar su alimentación y esto se debe a que los adolescentes no esperan la alimentación de sus padres, ya que ellos preparan su propio alimento en casa o con dinero que ellos tienen", explica Pari.

Ante los casos de desnutrición, los investigadores del proyecto Cerca Alimentación citó a los padres de los estudiantes para darles una charla sobre este problema.

Los investigadores explican que en la charla se les aconsejó mejorar su alimentación la misma que incidirá en los problemas de rendimiento escolar. Asimismo, se les aconsejó y recomendó tener una alimentación nutritiva, consumir bastante líquido y realizar mayor actividad física.

El estudio también reveló que los niños y adolescentes sólo consumen alimentos sólidos y se olvidan de tomar agua.

En la investigación, también se realizaron entrevistas individuales para conocer los hábitos alimenticios de la población en estudio.

"Fue un desafío especial, pues realizamos casi 1.400 entrevistas para saber qué comen, incluso a los alumnos de prekínder y kínder", explica Arnold Hagens, director del proyecto.

"Las razones más frecuentes para el sobrepeso es el consumo diario de comida rápida y bajo consumo de alimentos sanos y frescos", comenta Pari.

Los padres, un referente

Conscientes de que los hijos aprenden de los padres, el proyecto presentó una guía para los padres de familia sobre la alimentación saludable. Además, pueden recurrir o consultar al médico del proyecto a través del celular. Asimismo, pasan información en Facebook.

Por su parte, Fredy Córdova, médico pediatra, explica que hace falta la orientación de los padres de familia hacia los hijos para que tengan una buena alimentación. De esta manera, a futuro, se podría prevenir muchas enfermedades especialmente las metabólicas como la diabetes, los problemas renales y la hipertensión.

Es vital que la población y en especial los padres de familia tomen conciencia de la importancia de una buena alimentación para evitar problemas de salud y el aumento del sobrepeso y la obesidad.

Los investigadores señalan que los datos de esta población pueden ser extrapolables al área urbana de Cochabamba que si bien habrían leves diferencias, éstas no serían muy significativas y el resultado sería el mismo: la presencia del sobrepeso y la obesidad en los estudiantes del área urbana de Cochabamba que hoy en día se constituye en un problema de salud que debe ser atendido especialmente por las entidades familiares, educativas y de salud.



IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN

"En la vida escolar hay múltiples factores que influyen en el rendimiento escolar y una de las más importantes es la alimentación. El desayuno es lo más importante del día y, aun así, los niños y adolescentes no toman conciencia y se exponen a las consecuencias que traen problemas educativos por una mala nutrición como la falta de atención, hiperactividad o sueño", explica Pari.

Señala que, en la edad escolar, es fundamental una adecuada alimentación para mantener el ritmo de crecimiento y para el desarrollo de las capacidades cognitivas, pero si tuvo una mala nutrición, entonces repercutirá en toda su vida.

Las personas con desnutrición y con sobrepeso tienen mayores problemas en la salud, en el área social y en lo económico.

"A nivel de la salud, tienen más tendencia a problemas articulares, cardiacos, mentales, dentales. En lo social, porque ambos grupos tienden a ser solitarios o incluso reciben burlas; problemas económicos porque los desnutridos no pueden estudiar bien y no tendrán oportunidades para un buen trabajo, y los con sobrepeso pueden sufrir discriminación o limitantes para desempeñar su trabajo, o pasaran más días por baja médica que reduce la productividad del trabajador y afecta el ingreso nacional de un país", explica.



ESTUDIO

La dulce Medicina del Mango

EFE

Hay muchas buenas razones para disfrutar de los mangos. ¿Sabía que contienen más de 20 tipos diferentes de vitaminas y minerales, y está libre de grasa, sodio y colesterol? ¿O que una taza de esta fruta tropical cortada en trozos y de unos 165 gramos, sólo tiene 100 calorías y aporta el 100 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, el 35 por ciento de la de Vitamina A y el 12 por ciento de la de fibra dietética?

Estas cifras de la organización National Mango Board (NMB), que promociona e investiga el consumo de esta fruta en Estados Unidos muestran que, además de tener un suntuoso sabor tropical que hace de la comida una experiencia sensorial deliciosa, el mango aporta una multitud de nutrientes.

Además de nutritiva, según la NMB, esta “superfruta” que se cultivó por primera vez en la India hace más de 5.000 años, llegó a América alrededor del año 300-400 de nuestra era y ahora está disponible a lo largo de todo el año, no sólo es una de las más populares del mundo, sino además una de las más saludables.

De hecho, la corteza, las hojas, la piel y la semilla del mango, un árbol bajo cuya sombra meditó Buda, según una leyenda, se han utilizado en remedios caseros durante siglos.

Efecto protector

Una investigación de la Universidad Estatal de Oklahoma (EEUU), comprobó en ratones de laboratorio que el consumo de suplementos a base de mango previene la pérdida de las bacterias beneficiosas del intestino, a menudo inducida por una dieta alta en grasas.

Estas bacterias de la microbiota o flora intestinal pueden desempeñar un papel en la obesidad y las complicaciones relacionadas con ésta, como la diabetes tipo 2, según la OSU.

lunes, 13 de febrero de 2017

El peligro del culto a la delgadez extrema

¿Tus muslos no se tocan al juntar las piernas? ¿Eres capaz de tocarte el ombligo pasando el brazo por la espalda? o ¿Tienes la clavícula muy bien marcada y hundida? Si tus respuestas son afirmativas, ¡enhorabuena! estás dentro de las ridículas modas de los jóvenes a través de internet. Son prácticas enfermizas que se viralizan rápidamente a través de las redes sociales, de suma peligrosidad tanto para la salud mental como la salud física. ¿Quieres saber cuáles son y ponerte en alerta?

Dentro de este movimiento llamado #Thinspiration, una apología a flaqueza llevada al límite, encontramos modas como:



Ab Crack: Obsesión por lograr una hendidura que atraviesa verticalmente el tórax, una línea vertical marcada que cruza el abdomen de pecho a ombligo.



Thigh gap: Conseguir una separación excesiva entre los muslos; para ello, debes perder mucho peso y al juntar las piernas, tus muslos no deben contactar.



A4 paper challenge: Tener “cintura A4”, es decir, de ancha, como la parte vertical de un folio. Significa que la cintura no debe sobrepasar ese tamaño, porque si lo sobrepasas, “estás demasiado gorda”.



Belly Button challenge: Cruzar un brazo por detrás de la espalda hasta alcanzar el ombligo. Si no se consigue, no se achaca a la falta de flexibilidad, se responsabiliza a la gordura.



Collarbone challenge: Aquí se coloca una tira de monedas en el hueco de la clavícula, cuantas más mejor y eso significa que cuanto más delgada estés, más te caben.



Todo esto es fotografiado y compartido por las redes sociales entre los más jóvenes y también mujeres en sus 20s. Estas fotografías hace que se distorsione el hecho de “estar normal”; se fomenta que la normalidad parezca gordura.

En M pensamos que ninguna de estas modas son sanas ni aconsejables y ponemos la voz de alarma, tanto a adultos como a jóvenes, de los riesgos.

Para profundizar en estos peligros, Efe Salud ha hablado con dos especialistas en salud, Antonio Escribano, Catedrático de Nutrición Deportiva por la UCAM y médico deportivo, y Julia Vidal, psicóloga experta en Medicina Psicosomática y directora del Centro Área Humana de Madrid.



Cuerpos estrechos, mera constitución

“Todas estas modas son tendentes a una pérdida de grasa excesiva, por encima del porcentaje adecuado de las chicas, y deben saber que muchos de estos retos son inalcanzables porque no se consiguen si no naces con esa determinada constitución“, aclara Escribano.

Estas modas pretenden hacer más visible la zona de hueso, es decir, mostrar el esqueleto óseo. El nutricionista advierte de que perder gran cantidad de grasa, puede conllevar riesgos, porque:



1 Existen diferentes genéticas y si, por ejemplo, una persona tiene más grasa acumulada en los muslos y pretende conseguir que en esa zona quede sin nada de grasa, evidentemente, implica una pérdida peligrosa.



2 Una chica debe andar sobre el 25% de grasa y si ese porcentaje baja, conlleva el riesgo de cambiar su estructura hormonal y quedarse sin menstruación. Las hormonas femeninas utilizan como patrón, en su estructura química, la grasa. Cuando falta grasa, no hay hormonas y si no hay hormonas, no hay regla. Esto puede complicarles el futuro a la hora de tener hijos, de la lactancia e incluso tener problemas endocrinológicos.



3 Obtienen una fisionomía no natural y peligrosa por falta de alimentación.

“En los campos de concentración de Auschwitz todos tenían esta morfología, es un ejemplo desagradable pero es así. Las personas que estaban ahí, sin quererlo, estaban en la moda actual”, afirma el experto.



¿Qué puede pasar?

Si las chicas, adolescentes o jóvenes, siguen estas modas para alcanzar esas falsas metas impuestas por alguna moda absurfa, pueden llegar a padecer enfermedades psicológicas y biológicas graves. El experto en nutrición afirma que pueden tener “afecciones en su libido hormonal y complicaciones para siempre”.

Las consecuencias psicológicas y biológicas de estas modas

La psicóloga Julia Vidal asegura que “los jóvenes que entran en este tipo de hábitos, ya están afectados”. A través de esas prácticas son capaces de percibir cierto “poder” que les estimula y les gusta y por eso siguen.

“Al final, por la baja autoestima, comienzan con problema de ansiedad y obsesiones. Al tener las defensas emocionales bajas, pueden desarrollar cualquier problema, fundamentalmente, trastornos del comportamiento alimenticio“, sentencia la experta. Los más comunes: anorexia, bulimia, trastorno por atracón o trastornos obsesivos.

Puede suceder “aislamiento social” porque “al no estar como desean, no quieren mostrarse a los demás”. Si se aíslan se sienten “tristes e inseguros” y al final “entran en una rueda en la que es cada vez más difícil salir”, explica la psicóloga.

Las consecuencias biológicas las explica Escribano, quien asegura que darán lugar a enfermedades endocrinológicas que pueden provocar alteraciones hormonales con consecuencias para toda la vida, como por ejemplo una falta de desarrollo hormonal en el crecimiento en todos los niveles.

Por otro lado, se pueden dar complicaciones relacionadas con el metabolismo del tiroides, del hipófisis, de las suprarrenales, y de muchas otras glándulas.

“Es una auténtica pena que lo que siempre ha sido una desgracia se convierta en un objetivo”, sentencia el nutricionista.



Cómo detectarlo

La especialista en psicología da 3 claves para darse cuenta de si una amiga, un familiar o tu hija puede estar involucrada en estas modas:



1 Escuchar lo que dicen: hay quejas tanto de su cuerpo como críticas hacia los demás. Sueltan comentarios de insatisfacción como: “Fíjate cómo está esa, no se cuida nada” o “vaya piernas más feas tengo”, etc…



2 La alimentación: cambian completamente, o bien dejan de comer con la familia con excusas como “Yo ya he comido” o de repente empiezan con una alimentación muy sana.



3 Fijarse en lo que hacen: de repente empiezan a hacer mucho ejercicio. No salen a cenar con los amigos e incluso evitan salir porque no creen que serán capaces de controlarse, y no quieren tomar alcohol para no engordar.



Cómo actuar

Julia Vidal enfatiza en que en estas situaciones se debe acudir a un profesional sin dudar, para que oriente a los padres sobre el caso concreto que les ocurre a sus hijos. No se pueden dar recomendaciones generales, lo que sí anima es a consultar con un psicólogo para encontrar asesoramiento y poder trabajar en casa e intentar convencerlos para que acudan a consulta.

En lo que sí se puede actuar es en materia de prevención desde los sistemas educativos, familia y el colegio. La psicóloga da una serie de pautas:



• Los padres deben tener una actitud crítica hacia la delgadez y los valores estéticos.

• Cuidado con comentarios como “hija vaya culo estás echando”, no ayudan en nada y menos en plena adolescencia que es cuando cambia el cuerpo.

• Tampoco ayuda que los padres estén obsesionados con las dietas, con hacer ejercicio o con sus cuerpos.

• Reforzar a los hijos con otros valores que no sean estéticos, por ejemplo resaltar cosas como: “Hija, me encanta cómo eres”, “tienes una gran personalidad”.

• Fortalecer su autoestima para que no desarrollen problemas emocionales de este tipo.

• En el colegio deberían de hacer programas de inteligencia emocional donde se expliquen los peligros y las etapas que hay en la adolescencia.

• A nivel publicitario existen pocos filtros, por lo que se deberían poner regulaciones como un mínimo de masa corporal generalizado en los modelos.



Recomendaciones

Julia Vidal ofrece una seria de recomendaciones para aquellos padres y madres que tienen este problema en casa:

• No le critiques lo que hacen, actuar desde la comunicación

• No le echéis la bronca, no sirve de nada

• Piensa que si tu hijo o hija está así, es porque está pasando un mal momento

• Pregúntale cosas como: ¿te está pasando algo?, ¿cómo te sientes?

• Expresa lo que sientes, por ejemplo: “Me tienes un poco preocupada, te estás preocupando mucho por tu cuerpo”

• No apoyes el comer de forma inadecuada

• Solicítale información

• Ver en qué otra manera de su vida le puede ir mal, y ayúdale

• Valorar y reforzar sus cualidades



A las chicas y chicos que se ven en esa situación, les lanza un mensaje claro: “Es un tema que causa mucho sufrimiento, no intenten salir de esto solos, pidan ayuda a un profesional porque hay que saber cómo hacerlo”, remarca.

Psicología para adelgazar



Nos empeñamos en alcanzar el peso ideal y mantener la línea. En el camino para lograr nuestro “numero ideal” eliminamos grasas, alternamos proteínas, suprimimos carbohidratos... y ¡quién sabe qué más! Y es que en esta travesía las dietas convierten los planes de adelgazamiento en un verdadero entrenamiento de fuerza de voluntad. Sin embargo, según las teoría de Tim Crowe, el experto en el método The Blue Zones, perder peso no debería ser una dieta restrictiva sino un plan de vida coherente. Adelgazar se consigue con los ingredientes más sencillos y fáciles de adquirir: agua, semillas de sésamo, arroz, fruta fresca y pescado.

No obstante, la OMS (Organización Mundial de la Salud) alerta un año más de que la mayoría de la población come de más. Los estudios respecto a este tema revelan que el gasto energético se mantiene, mientras que las calorías consumidas han aumentado visiblemente desde 1980. La pregunta que nos hacemos es: ¿Dónde está la solución?

¿Comemos por qué tenemos hambre?

Brian Wansink, un investigador de la Universidad de Cornell decía así: “comemos por muchas razones, pero casi nunca es por que tengamos hambre”. Wansink ha escrito dos libros sobre este fenómeno y fue también el encargado de crear la dieta de la Casa Blanca, pero su verdadero descubrimiento es que es posible adelgazar solo utilizando nuestra mente.

“Somos esclavos del contexto: comemos porque estamos con amigos, porque el plato tiene buena pinta... comemos por los sentimientos que la comida nos provoca, lo que vemos es generalmente más importante que lo que realmente comemos”, explica el experto.

Durante su investigación observó cómo la mayor parte de las personas se ‘llenaba’ por los ojos, y no por el estómago. Si su plato no estaba completamente vacío, seguían comiendo, tuvieran hambre o no. Wansink comprobó que podía añadir o quitar un 20% de calorías de cada plato sin que los comensales lo notaran; lo llamó el “margen inconsciente” que, en tan solo un año, puede hacerte engordar o adelgazar hasta 5 kilos.

Aplicar este margen consciente también te ayudará a activar tu metabolismo porque no se trata de ser estrictas sino de poner en marcha tu metabolismo de forma inteligente. Incluso, tal y como revelaba la revista TIME, se puede eliminar grasa tomando alimentos, a priori, prohibidos. Entre ellos: vino tinto, chocolate y pasta. Pero sobre todo, hay 6 claves que lo consiguen.



LAS 6 CLAVES DEL “MARGEN INCONSCIENTE”

Cambia lo que ves

Cuidado con las galletas, los refrescos o los dulces y repostería que tienes a la vista en casa. Cámbialos por fruta fresca.

Cambia lo que sirves

Haz que comer más sea una molestia. ¿Cómo? Come en platos más pequeños y asegúrate de que tengas que levantarte de la mesa y cruzar la estancia para servirte más comida. Mantener los platos de servir fuera de la mesa reduce lo que comes en un 29%.

Planifica

Echa un vistazo a todo lo que puedes comer, haz un ‘menú’ y crea un plan antes de servirte la comida. Comerás mucho menos que si o haces sin pensar.

Mastica despacio

Las personas con más peso mastican una media de 12 veces por bocado. Tan solo con que lo hagas 15, tu cuerpo lo notará.

No comas de todo (al mismo tiempo)

Es uno de los hábitos que más engorda: probarlo todo. Si tienes 3 opciones distintas, comerás hasta un 23% más que si solo tienes una.

Sé consciente de lo que comes (y de lo que tcomen los demás)

Lo que come la gente que se sienta contigo a la mesa afecta directamente a lo que comes tú... aunque no hayas reparado en ello. Intenta seguir las 5 normas anteriores independientemente de lo que hagan ellos. /



UN GESTO QUE TE HARÁ PERDER PESO

De acuerdo a un estudio de la USC Marshall School of Business, de la Universidad del Sur de California, cuando tú no te sirves la comida y lo hace otra persona, piensas que delegas la responsabilidad del tamaño de la ración y no te sientes culpable si es demasiado grande, según explica Linda Hagen, autora del trabajo y profesora de marketing de dicho centro.

Lo interesante de la investigación es que eso ocurre con la comida rápida, pero no con la comida que consideramos sana, justamente porque ésta no provoca sentimientos de culpa.

“Cuando la gente se sirve a sí misma un plato de comida rápida (helados, patatas fritas, tarta …), se siente más directamente responsable de sus decisiones y tiende a controlar las cantidades… ¡Incluso se salta esos platos!, para no sentirse culpable”, explica Hagen. “En otras palabras, servirte tú misma ese tipo de comida y no dejar que lo haga otra persona te ayudará a controlar el peso”, añade.

Estos otros gestos, basados en la misma filosofía, te ayudarán a adelgazar. Y es que, mantener un peso saludable es cuestión de escuchar a nuestro cuerpo y ser razonables.

El paquete importa.

No comas nunca directamente del envase, ya sean bolsas de snacks salados, de galletitas o copas de helado. Sírvete la ración que crees que vas a tomar en un plato o bol.

Usa platos pequeños.

Aunque la vajilla grande sea trendy ahora mismo, usa siempre platos pequeños (¡¡y no repitas!!). Tomarás cantidades menores.

Deja el vino para el postre.

Una razón para no tomar vino durante toda la comida es que desinhibe y reduce el control. Todo lo contrario del “mindful eating”.

¡No hables con la boca llena!

Posa los cubiertos en el plato de vez en cuando para participar en la conversación. No es solo una norma esencial de educación. Si prolongas la comida, te saciarás antes y comerás menos.

Mastica chicle de menta (sin azúcar) mientras cocinas.

Evitarás el picoteo porque, por un lado, tendrás la boca ocupada y, por otro, tus papilas gustativas se sentirán calmadas con un sabor tan potente como el de la menta.



BRIAN WANSINK | INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD DE CORNELL

“Somos esclavos del contexto: comemos porque estamos con amigos, porque el plato tiene buena pinta... comemos por los sentimientos que la comida nos provoca, lo que vemos es generalmente más importante que lo que realmente comemos”.


La obesidad y las dietas



La obesidad es una amenaza para la salud; se asocia con numerosas enfermedades, gran aumento de la mortalidad y de la depresión, además de la disminución de la calidad de vida. También origina grandes costos médicos y pérdida significativa de la productividad, como consecuencia de las licencias por enfermedad.

Muchos obesos saben que deberían comer menos, consumir alimentos saludables y hacer más ejercicio, pero la mayoría no logra cambiar su conducta durante el tiempo suficiente.

Los especialistas les indican que cambien sus hábitos de vida y aumenten su gasto calórico. Aunque es un consejo correcto, el cambio de hábito de vida es muy difícil, especialmente para las personas con un perfil cognitivo de obesidad.

La obesidad se genera por la interacción entre una predisposición genética específica y el ambiente actual, que es “obesógeno”. Se argumenta que nuestros viejos genes no pueden manejar una cultura tóxica como la actual, en la que la industria alimentaria comercializa agresivamente sus calorías baratas, ampliamente disponibles.

Las calorías no solo se consiguen fácilmente, sino que también son muy gratificantes: las comidas chatarra son procesadas, saturadas en grasas, azúcares o sal, que es lo que gusta a la mayoría de las personas. Son reforzadores muy deseados que provocan fácilmente una alimentación gratificante o “hedonista”.

La causa fundamental de la obesidad o el exceso de grasa corporal es que el consumo calórico excede las necesidades calóricas. Además de la enorme disponibilidad de alimentos hipercalóricos, el desarrollo tecnológico actual fomenta totalmente el sedentarismo: casi todo se puede hacer con el automóvil, la computadora o el smartphone.

Si bien la obesidad se considera una respuesta normal a la sociedad moderna, especialmente en individuos predispuestos genéticamente, es un problema sanitario global. Su prevalencia es muy elevada. Hace décadas que se investigan las características genéticas y biomédicas de la obesidad por un lado y el ambiente que facilita la sobrealimentación por el otro. A pesar de que se sostiene que una interacción desafortunada de genes y ambiente predispone a la obesidad, la solución más frecuente que dan los especialistas para la obesidad es relativamente sencilla: cambie sus hábitos de vida.

Pero es difícil cambiar el medio ambiente, incluida la industria alimentaria, como así también los genes. Muchos suponen que si las personas saben qué hacer, lo pueden hacer; pero esto es un error. La mayor parte de los intentos de un obeso de hacer dieta, a la larga, deriva en fracaso: muchos adelgazanun poco y con frecuencia terminan con más kilos de los que perdieron inicialmente. Son necesarios conocimientos sobre los mecanismos cognitivos que se asocian con estas características a fin de un cambio de conducta eficaz.