jueves, 15 de junio de 2017

Jessica Echeverría: La sociedad experimenta ‘gordofobia’



No le interesa subirse a una balanza para controlar su peso ni vive a diario en el gimnasio. Sexy, audaz y segura de sí misma, la abogada cruceña trabaja a favor de niños que sufrieron violencia sexual, también es activista y se manifiesta en contra de la discriminación hacia las personas con sobrepeso.

Mía— ¿Qué te llevó a ejercer este tipo de activismo?

Jessica— Hay demasiada admiración a un concepto de belleza que establece la sociedad en Santa Cruz, donde los concursos de belleza abundan y hay muchas estéticas (centros), gimnasios y spas. Yo nunca he sentido problemas con mi físico, pero desde que tengo uso de razón siempre me cuestionaban: ‘eres bonita, por qué no bajas de peso’, ‘tienes problemas de tiroides’, ‘no ha probado tal dieta’, ‘...ha llegado un médico buenísimo’. Siempre he estado rodeada de ese tipo de comentarios que resumo en una palabra: “gordofobia”.

Mía— ¿Qué es la ‘gordofobia’?

Jessica— Tenemos una sociedad que le tiene fobia a los gordos. Yo nunca me he sentido mal con mi cuerpo ni lo rechacé, todo lo contrario, mi cuerpo me encanta y lo acepto, pero quien tiene problema con mi cuerpo es la sociedad. En Santa Cruz no todas son delgadas, como se proyecta; la mujer cruceña tiene curvas y caderas. Escuchando a muchas adolescentes, por los casos que llevo, tienen obsesión de ser flacas, hacer dieta desde jovencitas y esto lleva a caer en la bulimia y anorexia. La televisión y las revistas nos muestran como bello lo delgado. Somos muchas las gordas en Santa Cruz y por ello decidí escribir en Facebook y así mostrar rebeldía y lucha para aceptarse. Al final una no debe tener problemas con su peso. Yo no quiero ser flaca como todas las demás.

Mía— ¿Cómo te has resguardado del bombardeo mediático sobre cánones de belleza sin que se vulnere tu autoestima?

Jessica— La seguridad se irradia. Si una persona es feliz como es se siente cómoda. Un momento de mi vida bajé 40 kg y debo decir que cuando más flaca fui, no era feliz. Volví a subir y me siento tranquila. Muchas mujeres me han escrito para comentarme sobre la violencia psicológica que sufren por parte de sus parejas porque les dicen: mira tu barriga, tu celulitis o les muestran cuerpos de modelos (...). Otras mujeres me han dicho que se identifican con lo que expreso, que no quieren vivir forzadas ya que cada metabolismo y cada cuerpo es distinto. Conozco a modelos y he visto que muchas exponen su salud al extremo con el fin de adelgazar, incluso consumiendo sustancias nocivas. Igual no son mujeres plenas. Una no puede ser feliz teniendo hambre todo el día.

Mía— ¿Cómo es una mujer plena?

Jessica— La idea es que seamos mujeres independientes, formadas, capaces de estudiar y de liderar. No se trata de estar muestre y muestre el cuerpo.

Mía— ¿Cómo apoyas a que las mujeres estén más seguras de sí mismas, además de escribir en Facebook?

Jessica— Les digo que sean felices cuando se miran al espejo, todas las mujeres somos hermosas. Nosotras aceptamos a los hombres calvos y panzones, y no nos fijamos en que tengan un sixpack de abdominales. Las mujeres amamos a los hombres sin importar que cumplan estereotipos de belleza, entonces con esa fuerza tenemos que amarnos primero a nosotras. Se trata de liberarnos entre nosotras y aceptarnos porque todas somos hermosas. Que nos amen como somos. Yo muestro mi cuerpo y les gusto a mis seguidores, tengo muchos likes en las redes sociales.

Mía— ¿Tu talla jugó a favor o en contra en tu carrera política?

Jessica— Yo fui diputada y sufrí mucho en la política. Recuerdo que un exdiputado me dijo: ‘voy a votar para que seas presidenta de la brigada, pero tienes que bajar 30 kilos.’ También, un líder político me dijo: ‘tan bonita por qué no bajas de peso un poco’. No era suficiente ser honesta o buena diputada, el problema era que tenía que agradar a los políticos con mi físico. Esto me hizo leer textos feministas y de izquierda. A0sí comencé a ver la vereda del frente.

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