lunes, 29 de agosto de 2016

Luchando con los excesos  10 claves para perder peso

Mente positiva. Nuevo propósito Hábitos alimenticios “Uno de los problemas más comunes asociado al estilo de vida actual es el exceso de peso”, señala el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC). Esta entidad subraya que el sobrepeso y la obesidad están entre los principales factores de riesgo de muchas enfermedades, como patologías respiratorias y cardiacas, diabetes tipo 2, hipertensión, algunos tipos de cáncer e, incluso, de muerte prematura. No obstante, “el sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles”, precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ello, entre otras medidas, esta entidad recomienda: limitar la ingesta de grasa y azúcares; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos y realizar actividad física de forma periódica. Pero si ya se ha llegado a una situación de exceso de peso, es fundamental ponerse en manos de un profesional acreditado para buscar una solución. En este sentido, los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido indican que el propio médico de cabecera o personal de enfermería pueden evaluar si el peso de un paciente es o no saludable. “Esto significa pesarlo y medirlo para calcular su índice de masa corporal”, detallan. Estos profesionales también valorarán la dieta actual y los niveles de actividad física de ese paciente para establecer objetivos personalizados. Con esta información, pueden proponerle cambios sencillos en el estilo de vida. Junto al personal sanitario, el paciente debe “trabajar en un plan para perder peso de manera saludable y a largo plazo. Un plan hecho a medida, teniendo en cuenta su estilo de vida y sus preferencias”, exponen. Además, los expertos de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro de Madrid manifiestan que, para perder peso de una forma saludable y mantenida en el tiempo, es necesario establecer, junto a un plan de alimentación hipocalórica y a la actividad física, un programa con nuevos hábitos. Se trataría de restringir voluntariamente la ingesta de comida, reducir los estímulos que pueden hacer fallar el plan (estrés, ansiedad, síntomas depresivos, hambre, consumo de alcohol) y reforzar emocionalmente a la persona para que desempeñe este proceso con éxito. “Es incuestionable que, para abordar el sobrepeso o la obesidad, es necesario un enfoque multidisciplinar. Por ese motivo, en nuestra unidad contamos, junto al equipo médico, con profesionales que ayudan a identificar y tratar los factores psicológicos que impiden bajar de peso y, sobre todo, establecen cómo pueden los pacientes modificar su conducta alimentaria, adquiriendo las estrategias y habilidades necesarias para conseguir y mantener un peso saludable”, precisa Gontrand López-Nava, director de esta unidad y especialista en Aparato Digestivo y Endoscopia. Las 10 claves. Así, los miembros de la unidad que dirige el doctor López-Nava proponen 10 claves emocionales para perder peso con éxito: 1. Cambia tu actitud “Antes de empezar una dieta es importante fijarse en los aspectos positivos que se van a conseguir y prestar menos atención a los alimentos que no se podrán comer en un tiempo. Hay que resaltar las cosas buenas que este cambio de alimentación aportará a nuestra vida: conseguiremos adelgazar, mejorar nuestra autoestima, nos sentiremos más ágiles, nos sentará mejor la ropa y otros beneficios más. Piensa en ello a diario. Te motivará, recomiendan. 2. Ponte pequeños objetivos alcanzables y realistas “Es mucho más gratificante marcarse un pequeño objetivo y comprobar que lo hemos conseguido que fijar una meta a largo plazo y no obtener ningún resultado hasta el final. Esta forma de enfrentarte a la dieta te ayudará a confiar más en ti y a conseguir mejores resultados”, afirman. 3. Lleva un diario donde anotes todo “Te ayudará a conocer tus puntos fuertes y débiles y así te comprometerás más con tu tratamiento. Escribe a diario”, aconsejan. 4. Haz cinco comidas “Márcate unos horarios estables de comidas, cada 3 horas, e intenta cumplirlos de lunes a domingo. Sentirás que llevas una vida más ordenada, te anticiparás al hambre y, por lo tanto, tendrás menos ansiedad, precisan. 5. Come despacio. “Intenta comer de una forma consciente, teniendo presente lo que estás haciendo. Mastica y saborea cada alimento. Olvídate de las prisas. Si comes despacio, necesitarás menos cantidad de alimento. Además, estarás aprendiendo a concederte un tiempo a ti mismo que te ayudará a reducir el estrés”, indican. 6. Cambia de recetas “No comas siempre lo mismo. Busca recetas nuevas que te motiven y te ayuden a disfrutar más con la comida. Comparte esas recetas con amigos y familiares, te gustará ver que a los demás también les agrada la comida saludable. Disfruta cocinando”, expresan. 7. No te obsesiones Los especialistas de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Sanchinarro recomiendan pesarse una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora. En este sentido, subrayan que el peso hay que vigilarlo toda la vida, no solo cuando se está haciendo una dieta. Asimismo, recuerdan que los extremos no suelen ser buenos, es decir, no hay que pesarse todos los días pero tampoco olvidarse del peso. 8. Haz ejercicio “Busca un deporte que te guste, que te resulte fácil incluir en tu vida cotidiana y, si es en compañía, mejor. Márcate de nuevo pequeñas metas, alcanzables. Empieza con poco y ve aumentando a medida que te vayas haciendo con la rutina. No te sobrecargues, pues abandonarás pronto si te supone un sobreesfuerzo”, manifiestan. 9. Diviértete “Cuida tu tiempo libre, haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a evadirte de los problemas. Cuando uno está feliz segrega endorfinas, que son las hormonas del bienestar”. El deporte o las aficiones te ayudarán a segregar endorfinas. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás estar llenando tu estómago a todas horas”, puntualizan. 10. Tolera la frustración “No te rindas ante el menor fracaso en la dieta. No necesitas hacerlo de manera perfecta, lo que necesitas es mantenerlo en el tiempo. Permítete algún fallo y aprende a resolverlo retomando tu dieta cuanto antes”, destacan.

sábado, 27 de agosto de 2016

Cómo reducir el colesterol de forma natural

Las personas con el colesterol alto deben cuidarse de un modo consciente y controlado porque sino puede afectar directamente a la salud del corazón. Ten en cuenta que un nivel alto de colesterol puede producir que se padezcan enfermedades cardíacas, ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares por lo que es esencial que empiecen a cuidarse y a saber qué pueden y qué no pueden tomar.
Para conseguir bajar el colesterol naturalmente es esencial que modifiques tus hábitos de alimentación y optes por incluir en tu dieta todos esos productos que ayudan a bajar el colesterol de manera natural. Por ejemplo, tenemos que la avena es un cereal indispensable para ayudarnos a este fin puesto que tiene un alto contenido en fibra, algo que hace que se disminuya la absorción de grasa y azúcar en la sangre.
Los pescados azules son también unos aliados perfectos para nuestra lucha contra el colesterol debido a que tiene una alta cantidad en Omega 3, un ácido esencial que protege la salud del corazón. Las legumbres, los cítricos y las verduras de hoja verde son otros ingredientes buenos para el colesterol

 

La otra cara de la moneda es que conozcas los alimentos que suben el colesterol, es decir, ese tipo de ingredientes que debes desterrar de tu dieta para conseguir disfrutar de una vida más saludable y reducir el riesgo que esta enfermedad puede provocar en tu salud. Los fritos son uno de los alimentos que más pueden llegar a hacer crecer el colesterol en tu sangre y es que el aceite en exceso y las grasas transgénicas hacen que los niveles se descompensen; por lo tanto deja a un lado los fritos o los rebozados y pásate a una alimentación saludable y bajar en grasas.
Pero, además de las frituras, las grasas saturadas también provocan que aparezca más colesterol, sobre todo, las carnes más grasas, los embutidos, la leche entera o la comida basura. Sustituye, por ejemplo, el chorizo por pavo y las salchichas de cerdo por unas saludables salchichas de pollo; el cambio es mínimo pero la salud de tu corazón te lo agradecerá.
Ya te hemos comentado anteriormente que la avena es un cereal muy indicado para bajar el colesterol de forma natural pero si no sabes cómo incluirlo en tu dieta, te damos una manera de hacerlo igual de efectiva que si te tomaras un tazón de avena: preparar agua de avena.
La fibra que contiene la avena se mezcla con el colesterol que hay en el intestino y lo saca afuera en lugar de permitir que sea absorbido por el organismo, es este el motivo por el cual la avena es esencial para bajar el colesterol.
Para preparar esta bebida tan solo tendrás que verter en un litro de agua 3 cucharadas de avena y dejarlo en remojo durante toda la noche; al día siguiente tendrás que ir bebiendo el agua restante y, así, estarás aprovechando todas las propiedades de la avena.

 

Si no te acaba de gustar el remedio anterior, también puedes combatir el colesterol de forma natural tomando zumo de manzana. Se sabe que tomar manzana diariamente favorece a aumentar el colesterol bueno de la sangre y disminuye la formación del malo, por lo tanto, puedes incluir la toma diaria de esta fruta en su versión zumo para aprovechar todas las propiedades para la salud de tu organismo.
La manzana contiene pectina, una fibra que ayuda a absorber el exceso del colesterol haciendo que sea más fácil eliminarla del cuerpo, por lo que añade un vaso de jugo de manzana a tu día a día y conseguirás desintoxicar tu cuerpo desde dentro a la vez que eliminas el exceso de colesterol. Pero, además de este jugo, existen otros que también funcionan a la perfección como, por ejemplo, el zumo de limón y jengibre o el zumo de granada

 

Otra manera de eliminar el colesterol de tu cuerpo es dejando atrás hábitos insalubre que afectan a tus niveles. Se sabe que el alcohol y el tabaco inciden en esto haciendo que se aumente el colesterol y los triglicéridos; fumar perjudica el estado de salud de nuestros vasos sanguíneos y puede desarrollar más fácilmente enfermedades cardiovasculares, por eso es importante abandonar ambos hábitos y apostar por una vida más saludable.

 

Si te gustan las infusiones, también puedes aprovechar los beneficios que algunas hierbas medicinales tienen en relación al colesterol. Por ejemplo, el diente de león es una planta idónea para esta finalidad porque ayuda a desintoxicar el organismo y a regular el colesterol. El té rojo también es un brebaje ideal para controlar nuestra salud puesto que tiene un componente con el nombre de lovastatina que es capaz de disminuir el nivel del colesterol en la sangre; sin embargo, este té es bastante fuerte por lo que debe consultarse a un médico antes de empezar a tomarlo de manera habitual.

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Por último debemos recordarte que una de las maneras más efectivas de reducir el colesterol de forma natural es practicando deporte o ejercicio físico. En cuanto ponemos nuestro cuerpo en marcha haciendo actividades cardiovasculares que nos hacen sudar, el azúcar y las proteínas se gastan y el cuerpo compensa la pérdida usando la grasa saturada. Por eso es importante que vayas al menos 3 veces a la semana a hacer ejercicio que te haga sudar y te active el corazón: running, bicicleta, elíptica, etcétera.

jueves, 25 de agosto de 2016

Se demuestra la influencia del sobrepeso y la obesidad en otros ocho cánceres

Los científicos han encontrado "suficiente evidencia" de que el sobrepeso y la obesidad entrañan un riesgo de desarrollar ocho tipos de cáncer para los que el vínculo no estaba demostrado hasta ahora, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Esta agencia, que depende de la ONU y tiene su sede en Lyon (Francia), señala en un comunicado que la ausencia de exceso de grasa corporal reduce el riesgo de sufrir cáncer de cardias gástrico, hígado, vesícula, páncreas, ovario y tiroides, así como meningioma y mieloma múltiple. Hay "evidencia limitada" de que evitar el sobrepeso disminuye el riesgo de morir por cáncer de próstata, cáncer de pecho para los hombres y linfoma de las células B grandes, agrega la nota. Estas son las conclusiones del trabajo de 21 expertos internacionales independientes a los que la agencia encargó que repasaran más de 1.000 estudios, lo que incluía análisis del comportamiento de varias generaciones, experimentos con animales e investigaciones sobre la relación del cáncer con un exceso de grasa corporal. Los expertos confirmaron lo que la propia IARC ya había establecido en otra evaluación publicada en 2002: el sobrepeso y la obesidad son un factor en los cáncer de colon y recto, esófago, riñón, mama en las mujeres menopáusicas y endometrio del útero. El grupo de trabajo revisó igualmente las informaciones científicas disponibles sobre la obesidad de niños, adolescentes y jóvenes hasta 25 años para determinar si eso podía suponer una mayor probabilidad de cáncer en la edad adulta. De hecho, encontró que para algunos cánceres como el de colon y el de hígado, la asociación entre sobrepeso y cáncer era similar a la observada para los adultos. La IARC hizo hincapié en que en los estudios experimentales con animales ha quedado bien establecido la incidencia para varios tipos de cáncer. En concreto, las dietas con restricción de calorías disminuyen el riesgo de sufrir cáncer de las glándulas mamarias, colon, páncreas, piel y de la glándula pituitaria. De acuerdo con los parámetros utilizados hasta ahora, se estima que en 2003 hubo 4,5 millones muertes en el mundo atribuidas al sobrepeso y a la obesidad. Pero estas nuevas conclusiones incrementarán su número, según la agencia. Por eso su director, Christopher Wild, insistió en la importancia de "encontrar formas efectivas, tanto a nivel individual como social" para aplicar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud respecto a los hábitos alimentarios y al ejercicio físico si se quiere combatir el cáncer y otras enfermedades no contagiosas. (25/08/2016)

martes, 23 de agosto de 2016

Conoce cómo bajar de peso comiendo legumbres


Los porotos, lentejas y garbanzos son legumbres muy conocidas, pero por lo general no son las más apetecidas. Los niños reclaman cuando en la casa hay legumbres para comer y los adultos tratan de evitarlas porque se cree que no ayudarían a bajar de peso por la cantidad de calorías que tendrían.

La nutricionista y docente de Nutrición Dietética de la Universidad del Pacífico, Claudia Narbona, consultada por La Tercera, explica cuáles son los alimentos que se consideran legumbres e identifica algunos mitos que se tienen con respecto a ellas, como el hecho de que engordan.

¿Qué alimentos se consideran legumbres?

“Cuando hablamos de legumbres, tenemos que hacer el alcance que estas pertenecen a la familia de las leguminosas, la cual está constituida por las semillas oleaginosas, es decir maní y soya, las verduras como las arvejas frescas, porotos verdes, porotos granados y habas frescas, y las legumbres que incluyen garbanzos, lentejas, porotos secos, arvejas secas, altramuz y habas secas. Por lo tanto, dentro de las legumbres cultivadas y que son consumidas en nuestro país, tenemos las lentejas, porotos, arvejas secas, habas, altramuz y garbanzos”, explica Claudia.

Se debe saber también que las legumbres están repletas de proteínas. De hecho, contienen el doble de las proteínas que se encuentran en el trigo y el triple que en el arroz.
Legumbres
Beneficios de las legumbres

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los beneficios de consumir legumbres son múltiples. Tienen un alto contenido en fibra, lo que podría reducir el riesgo de enfermedades coronarias, reducir el declive cognitivo y los síntomas de la menopausia, contribuyen a la salud de los huesos y reducen el riesgo de fracturas por osteoporosis.

Además ayudan a estabilizar los niveles de azúcar e insulina en la sangre y previenen la anemia en mujeres por su alto contenido de hierro.

“Las legumbres son cultivos esenciales por numerosas razones. Están llenas de nutrientes y tienen un alto contenido de proteínas, por lo que son una fuente ideal de proteínas, en particular en regiones donde la carne y los lácteos no son física o económicamente accesibles. Al comer legumbres, como los porotos, el aporte de aminoácidos esenciales es muy similar a los que se obtienen de la carne roja”, indica la especialista.

“Debido a esas cualidades, son recomendadas por las organizaciones sanitarias para hacer frente a las enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las dolencias cardíacas. También se ha demostrado que las legumbres ayudan a combatir la obesidad”, dice la profesional.

Otro punto importante es que los principales minerales que aportan son calcio, hierro, magnesio y zinc, y entre las vitaminas, la niacina, B1, B3 y el ácido fólico, especialmente en los garbanzos, y la vitamina B6 en lentejas y porotos.

“La lenteja contiene la menor cantidad de grasa en comparación con los porotos y los garbanzos, y también el mayor contenido de proteínas. El garbanzo contiene el mayor contenido de grasa y es, a su vez, el que aporta más calorías”, nos explica Claudia.

Por todos estos beneficios y principalmente por su alto contenido en fibra, las legumbres ayudan incluso a bajar de peso, ya que su poder saciador sería un punto fundamental.
Engordar
A pesar de que exista la creencia popular de que las legumbres engordan, no es así. “Una ración de legumbres de por ejemplo 70 gramos de peso seco aporta 188 kcal, mientras que un filete de carne aportaría 212 kcal. Ahora bien, las grasas de las legumbres serían 0,9 gramos, de las cuales 0,2 serían saturadas, mientras que un filete con un peso neto de 180 gramos tendría 10,5 gramos de grasas, de las cuales 5 gramos serían saturadas”.

Lo que explica la especialista es que en general nos engorda todo lo que comemos de más, como por ejemplo, el chorizo, la longaniza, el queso, entre otros, que normalmente acompaña la preparación de las legumbres. Pero las legumbres se caracterizan por favorecernos más que por engordarnos.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Sobrepeso puede generar coágulos sanguíneos en niños

La diabetes ya no es la única preocupación de los padres que tienen hijos con sobrepeso; un estudio detalla que otra de las consecuencias de la obesidad infantil es la formación de coágulos en la sangre o Trombosis Venosa Profunda (TVP) "Esto es importante, porque la incidencia de TVP pediátrica ha aumentado de forma dramática en los últimos 20 años”, comenta Wake Forest, autora líder del estudio y la doctora Elizabeth Halvorson, profesora asistente de pediatría del hospital en Winston Salem, Carolina del Norte. "Nuestro estudio presenta datos de una sola institución con una muestra de un tamaño relativamente pequeño", apunta Halvorson. "No obstante, sí demuestra una asociación entre la obesidad y la TVP en los niños, que se debe explorar con mayor profundidad en estudios futuros", añade. Si no se tratan a tiempo, los coágulos sanguíneos provocan problemas de salud tanto inmediatos como a largo plazo. Tras tener en cuenta otros factores de riesgo, como las infecciones en el torrente sanguíneo, los investigadores encontraron una asociación pequeña pero estadísticamente significativa entre la obesidad y los coágulos sanguíneos en los niños y adolescentes.