No negárselo del todo. "Para perder peso, olvide la comida rápida", subraya la profesional. Puntualiza que este tipo de comida forma parte del estilo de vida actual, por lo que en lugar de prohibirla, se debe aprender a "convivir" con ella. Aunque lo ideal es consumirla muy esporádicamente, se recomienda limitarla a una vez por semana, dos como máximo. Cuando la consuma, procure elegir las opciones más saludables.
Una clasificación que ayuda a 'suavizar' la cena. Se recomienda realizar una clasificación de tres grupos de alimentos: sanos (pan, pasta, queso, carne, patés, etc.), poco recomendables (azúcar, embutidos, platos precocinados, chocolate, grasas no saturadas, etc.) y prohibidos (bollería industria, caramelos, chucherías, fast food, etc.). En el caso del primero (3 a 4 veces por semana), reduce a menos de la mitad el consumo de los segundos y elimina los terceros. La nutricionista dietista Diana Patricia Bernal enfatiza en ocho alimentos que se deben evitar en la cena (ver recuadros).
Comidas
Ocho alimentos prohibidos en la cena
1. Carbohidratos: Están llenos de calorías. Por eso son esenciales en el desayuno, pero en la noche solo se acumularán en el abdomen y caderas.
2. Carnes rojas: Su proceso de digestión es muy lento. Hecho que hace que el organismo lo dirija gran parte de la noche.
3. Grasas: Son alimentos que producen muchas calorías y hacen la digestión más lenta. Tampoco se recomiendan los embutidos como salchichas, porque aumentan la grasa.
4. Alimentos que producen gases: Aunque se piensa que las verduras ayudan a tener una cena liviana, lo cierto es que muchos producen gases e inflamación como el brócoli, coliflor, cebolla, pimentón, lechugas y acelgas.
5. Frutas: Tienen alto contenido de fructuosa, que significa azúcar.
6. Lácteos: Tomarlos en las noches puede inflamar.
7. Estimulantes: Las bebidas con cafeína provocan insomnio que bloquean un receptor del efecto sedante: la adenosina.
8. Picante: Puede producir reflujo o acidez estomacal.
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